¿Sirviéndote?

Capítulo 2

4 días después

—Hola linda ¿cómo te fue? —pregunta mi madre besando mi cabeza.

—Bien, fuimos a comer y nos sentamos un rato junto a la playa —le respondí. Había salido con Lin y Marian a dar una vuelta, hace mucho queríamos juntarnos y no encontrábamos el momento.

—Que bueno, ¿qué me trajiste? —pregunta buscando con la mirada, era muy gracioso.

—A mí —dije extendiendo ambos brazos y simulando un pequeño baile. Me mira con mala cara.

—¿Cómo van las cosas con Liam? —pregunta de la nada y la miré.

—¿Qué cosas? —quería ser casual.

—Salen juntos, se van juntos, se llevan mejor que antes —dijo y usó su tono "seductor".

—Nos estamos llevando bien sí —le dije. No quería decir más porque tampoco hay mucho que decir. Hemos estado saliendo, ha sido divertido y eso pero siento como si fuera superficial todo, que los dos queremos algo más pero nadie se atreve.

—Sí, resérvate la mejor parte —dijo y se fue. Ok madre.

Salí al patio un rato para relajarme un poco y me encontré con Alice.

—Hola hola —dijo al verme.

—Hola —la saludo y me siento junto a ella—, ¿qué hacías?

—Nada, descansaba un poco la vista —respondió y dije "ahh", luego nos quedamos en silencio.

—¿A dónde fuiste con tus amigas? —pregunta.

—A la playa y a comer pollo —le respondí riendo.

—Me gusta esa combinación, deberíamos salir los tres.

—¿Con Liam? —pregunto por descarte.

—Obvio, ya se llevan bien y yo lo estoy soportando más, además, vivimos juntos y no compartimos, ni siquiera en la misma casa —dice indignada.

—Es verdad —me río pensando en eso—, hazle la propuesta y me avisas —le dije y ella asintió.

Después de un rato Alice se va con la excusa de que tiene que terminar de hacer tarea. Me quedé sola por unos minutos y lo agradecí, el silencio es tan hermoso.

—Hola —escuché la voz de Liam.

—Hola —dije saliendo del trance.

—Esta noche tendré una fiesta en casa y quisiera que... —no lo dejé terminar.

—No te preocupes, no saldré ni a beber agua —le digo y me levanto del sofá.

—No, espera —me toma del brazo—, quiero que te quedes y vengas conmigo.

Y las dudas volvieron. Así fue como inició todo la vez pasada, con la diferencia y ventaja de que será en la casa y no tendré que volver caminando sola, pero aún así, no estaba muy segura. Es cierto que hemos salido y hasta almorzado juntos en la escuela, diría que ya sus amigos se acostumbraron a ver nuestra amistad pero no tenía un buen presentimiento.

—¿Entonces? —dijo y tono fue más fuerte.

—No lo sé, la ultima fiesta a la que fui contigo no salió bien —dije y me alejé de él abrazándome a mí misma—, además tu novia se enfadaría.

—No tengo novia —dijo mirándome sin ninguna expresión en su cara.

—Bueno, todos dicen que...

—¿Estás creyendo en lo que dice la gente?—preguntó negando con la cabeza. Fue estúpido mi comentario pero era cierto que lo veían y lo vi saliendo con la misma chica.