Capítulo IV

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-(T.N)-: Son unos pendientes de diamantes- tratando de ocultar su decepción, instantáneamente le sonrió a James, ya que él la veía intrigado por saber si le había agradado su regalo de aniversario.
Cuando ella percató la mirada de James, le dedico la sonrisa más falsa de todo el universo.

-James-: Sí - dijo sonriendo.

- (T.N)-: Para mis orejas- susurro- Esto no me puede estar pasando, quisiera tirarle la caja y exigirle el porque no le había pedido matrimonio. Tiene que ser una pesadilla, si eso es, un sueño, un terrible sueño y cuando despierte tendré mi anillo de compromiso- pensó (T.N).

En ese preciso momento, sonó el celular de James.

-James-: Lo siento, disculpa- sacó el celular y era un mensaje de texto que le había enviado un amigo que era doctor también, luego de leer el mensaje, decidió llamarlo, el tema de conversación en ese momento fue sobre la cirugía de un paciente. Y James decidió pedirle que le enviará una foto para analizar el caso, luego de eso colgó.

-James-: Disculpame- le dijo a (T.N)- observó de nuevo la caja- ¿Y porqué no te los pones?

- (T.N)-: Por supuesto- se quitó los pendientes que llevaba puestos y se los cambió.

Volvió a sonar el teléfono de James, esta vez era la foto que le pidió a su amigo Mark, de inmediato lo vio y se lo mostró a (T.N).

-James-: Mira, vaya problema el que tiene este hombre.

- (T.N)-: Hey! No me lo enseñes, aquí no. Estamos cenando.

James vio la foto por última vez y colocó el teléfono sobre la mesa.

-James-: Entonces te decía que...
-Vuelve a ser interrumpido por otro mensaje que le llegó- No, esto no funcionará- susurro. Perdoname (T.N) esto es una emergencia hay que operar y me necesitan. Así que tendré que irme ahora, recogeré mi maleta y luego me voy para el hospital. ¿Me perdonas?

- (T.N)-: Claro, te comprendo, no tengas pena.

-James-: Gracias amor, y en serio lo siento mucho- Dice mientras se levanta de la mesa y le besa la mano- Te amo

- (T.N)-: Yo también te amo- Se dan un pequeño beso. - Hey tu operación.

Él se ríe y se dirige a la salida, Mientras la cara de decepción de (T.N) se hace presente.




Sesenta Segundos. Piero Barone Y Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora