Walker. Walker. Walker. Maldita sea, debía haberse dado cuenta antes... Esa forma de caminar tan segura, la altura con la que miraban todo a su alrededor esos brillantes ojos azules, esa sonrisa tan descarada que lo invitaba, y desafiaba a la vez, a intentar meterse con ella.
Mierda, esa chica era claramente Walker por donde se la mirara, ¿por qué había fingido no notarlo? Se acomodó en su asiento, mordiéndose los labios alternamente y retorciéndose por dentro.
Marian no actuó de manera sobreprotectora ante el resto de la clase, pero había algo en su corporeidad que comunicaba algo como:
"Sólo para que lo tengan en cuenta, Ellisbeth es mi preciada ahijada, y si a algún degenerado inadaptado se le ocurre, si se le pasa por milésimas de segundos por la mente, acercarse a Ellis con la intención de coquetear con ella, tengo disponible un arma de fuego que no dudaré en utilizar para romper sus miembros en pedazos".
Y Lavi comprendía por demás la situación, presentía que esa chica nueva sería su completa perdición. Ellis, por su parte, reconoció a Samantha, con quien había hablado minutos antes, congenió de inmediato con ella y se sentaron juntas. Al terminar la clase, ambas salieron al patio de recreo, donde se encontraron con Ester.
Allen salía de su clase acompañado de Lenalee, y justo en ese instante sintió la mirada asesina de su hermana clavándose en su integridad.
-Oh, demonios... -exclamó el ojigris, captando la atención de la china.
- ¿Sucede algo...?
-Es Ellis...
- ¿Ellis?
La china dirigió la vista hacia uno de los extremos del patio, y allí divisó a la hermana mayor de su novio.
-Hoy es su primer día aquí y yo lo he olvidado. Ella es muy rencorosa con ese tipo de detalles -explicó el ojigris.
-Deberías ir a disculparte -le recomendó la ojivioleta.
-Tú también, Lena.
- ¿Y yo por qué...?
-Pues, en primer lugar, fue por tu culpa que llegamos tarde -dijo con una sonrisa picaresca.
Lenalee se sonrojó.
- ¿Mi culpa...? Tú eras el que...
-Allen -dijo una voz a sus espaldas, interrumpiendo la conversación.
El chico giró el rostro y se encontró con la cara de su tío.
- ¿Qué quieres, Marian?
-Lee, ¿podrías dejarnos solos un momento? Debo decirle algo a este idiota que tengo por sobrino -preguntó el pelirrojo mirando a la chica.
Lenalee miró a Allen y sonrió.
-Iré a disculparme con Ellis, mientras.
-Está bien, te alcanzo en un momento.
Allen miró nuevamente a su tío, él estaba verdaderamente muy serio.
-Allen, tengo que pedirte algo -anunció.
El ojigris estaba sorprendido, Marian no solía actuar de esa manera, la mayoría de las veces se reía de la vida misma.
- ¿De qué se trata?
-Es sobre Ellisbeth.
Entonces Allen sí le puso atención.
- ¿Pasó algo?
-Sabes que el chico Bookman está en la misma clase que ella. Al entrar, lo he visto mirarla de una manera extraña. Habla con ella sobre él, a mí no va a escucharme.