Centro Comercial

68 1 0
                                    

Salimos hacia el centro comercial yendo por callejones y evitando las calles principales y la plaza, que era por donde se concentraban la mayor parte de los zombis. Por el camino pasamos por la casa de Andrea, pero ni se inmutó ni me miró, y siguió andando como antes, supongo que lo había superado, o se estaba haciendo la fuerte pero estaba sufriendo por dentro y no quería dar muestras de debilidad ante nosotros.

Nos encontramos con caminantes, y los pocos que no mató Pordiosero, que era el bicho más bestia que habíamos visto alguna vez ninguno de nosotros, se los cargó Andrea con las katanas. La actitud tímida que tenía al prinicipio, cuando nos la encontramos, había cambiado radicalmente hasta la actitud agresiva que tenía ahora, y dudo mucho que tuviera que ver con sus padres; había algo más, pero no sabía el qué era.

Para sorpresa de nosotros, el centro comercial no tenía muchos caminantes dentro ni señales de lucha por fuera, así que dejamos las entradas prinicipales cerradas y las salidas de emergencias abiertas, por si acaso las apariencias engañaban; mientras a los caminantes que quedaban dentro nos los íbamos cargando silenciosamente, para no alertar a ninguno más y liarla parda. Y cuando terminamos cada uno se fue a buscar la ropa que quería, y a meterla en bolsas de deportes que fuimos todos juntos a recoger primero. A mí me había tocado ir también a por la ropa que quería Ruben, y como le conocía bien, no era muy difícil adivinar cuál le iba a gustar.

Cuando terminamos decidimos ir a la zona de restaurantes y tiendas de comida, porque las provisiones que teníamos en la casa se empezaban a notar escasas, nos empezábamos a quedar sin algunos alimentos de primera necesidad; y no sabíamos cuando íbamos a tener otra oportunida de volver al centro comercial. Pero lo que no sabíamos era que los zombis habían empezado a entrar por una puerta mal cerrada en el otro extremo de donde nosotros nos encontrábamos, y nosotros sin darnos cuenta de que se nos estaban acercando por detrás y estábamos acorralados, sin posibilidades por donde ellos venían. que era por donde estaba la salida

- Chavales, tenemos eh... compañia- avisó Miguel.

- Si son más supervivientes, mejor que mejor- gritó Javi desde el interior de una tienda-. ¿Cuántas personas hay en ese grupo?

- No son ni super ni vivientes- dijo Miguel mientras volvía corriendo hasta donde estábamos-, son muchos, no creo que queramos su compañia, pero corren que se las pelan los jodidos- todos le miramos extrañados ¡¡Corred coño!!

Empezamos a correr desesperadamente, tirando mucha comida que no nos había dado tiempo a guardar en otras bolsas, y tirando sillas y mesas para que los zombis se tropezaran y poder así ganar algo de tiempo en nuesta huida; pero era inútil, los que tropezaban eran aplastados por la horda, y algunos se volvían a levantar con los brazos y otras partes del cuerpo rotas, y si no se arrastraban.

- Por este pasillo- dijo Andrea cuando empezaban a acercarse dos zombis, que maté de dos disparos-, creo que es seguro.

Cerramos la puerta detrás nuestra y la atrancamos con lo que habia por allí.

- Supongo que por aquí se llegará a la sala de seguridad, y desde ahí podremos salir a la azotea y escapar- anuncié yo-. Y volver a casa a descansar. ¿Qué habéis cogido?

- A mí me ha dado tiempo a coger bastante comida y a guardarla en mi bolsa- presumió Víctor.

- Menos mal, yo no he guardado nada- se quejó Miguel-. Pero he avisado de que venían esos marvados.

Llegamos a la sala de seguridad, aunque Javi y yo tuvimos que cargar contra la puerta para poder abrirla, y otra sorpresa nos esperaba allí adentro.

Zombie History 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora