Zombie History 1

Una historia increíble

CAPÍTULO 3:

- ¿Javi?- dije yo sorprendido.

- ¿Os habíais olvidado de mi, chelis?- dijo Javi con una enorme sonrisa en la boca.

- ¿Dónde habías estado?

- Estaba dando una vuelta y mirad lo que encontré.

-Hola- dijo Lindsay tímidamente.

- Os contaré como los dos llegamos hasta aquí. Sentaos porque es bastante largo. Bien, cuando distraje a esos cabrones para que vosotros pudiérais huir, sin darme cuenta los conduje hacia un pasillo sin salida, excepto una ventana, casi no tuve tiempo para pensar y actué por instinto, sin pensar que había unos cuantos metros de caída. Por suerte caí en un montón de cadáveres de unos tíos con traje. Los zombis no me dieron ni un respiro y cayeron tras de mí, pero algunos cayeron al suelo con un ruido seco y no se volvieron a levantar. Así que seguí corriendo sin parar un segundo, entré a la casa por la puerta principal otra vez, pero yendo hacia el pasillo derecho.

- Por eso nos encontramos con algunos zombis cuando salíamos de la casa.

- Sí, sería seguramente por eso. En fin, como iba diciendo fui por el pasillo derecho y esta vez tuve mejor suerte que la vez anterior, pues había una puerta que conducía a un camino por detrás de la casa, por donde pude escapar. Dos días después estaba perdido y confuso, porque comí por ultima vez 1 día antes, me encontré con Lindsay.

- Yo me había escondido en la trastienda de una cafetería cuando Javi entró buscando comida, su primera reacción fue tirarme al suelo con un cuchillo al cuello.

- Y fornicamos como perros- me susurró Javi al oído, que hijo de perra.

- En fin, enseguida se dio cuenta de que no estaba muerta y se quitó de encima mía; con lo que nos pusimos a hablar, sobre todo de lo que nos había pasado desde que esta locura había empezado y me contó como todo esto había empezado y también su historia; bueno mejor que os la cuente ella.

- Hace nueve días los zombis ya se habían escapado de Barcelona, y el pánico ya se había desatado en el territorio nacional y yo me fui con mis padres al pueblo de mis abuelos a protegernos, pero fue peor el remedio que la enfermedad. Pues las vías de salida estaban colapsadas, y los muertos ya se aproximaban, yo pude escapar, pero la mayoría de la gente que había allí, incluidos mis padres no corrieron la misma suerte que yo- cuando terminó esta frase se hecho a llorar.

- Luego nos pusimos a andar buscando cualquier cosa que nos pudiera servir; y hace dos días oímos unos disparos con lo que decidimos ir a ver lo que pasaba. Pues tenía la ligera impresión de que vosotros estaríais cerca de donde había candela.

-¿ Oísteis los disparos? Eso nos puede meter en un lío, si vosotros lo oísteis puede que los zombis también nos hayan oído. Entonces será mejor que nos preparemos.

Y tenía razón, porque los zombis ya se aproximaban en dirección a la casa de Miguel. Así que nos pusimos en guardia.