Revelaciones

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-¡ Venid rápido, he encontrado algo!- gritó Rubén desde lo alto de la escalera un rato después de que hubiera terminado de hablar con Andrea.

- ¿Qué hay?- preguntó Víctor entusiasmado al llegar arriba.

-Un vídeo, no es mucho, no se ve muy bien, pero algo es algo, y no tenía mucho tiempo para dejarlo cargando. El vídeo son unas instrucciones sobre donde pueden ir los supervivientes, si es que los hay, en el caso de no tener refugio estable para un tiempo.

-Pues ponlo, que nos interesa- dijo Miguel.

Entonces empezó la reproducción del vídeo.

-Se están habilitando refugios en la zona de Valencia y Alicante- decía una voz ronca-. Se ruega a todos los supervivientes sin contaminar y que hayan visto este vídeo que se dirijan de inmediato y con la máxima precaución posible a la zonas indicadas antes. En estos lugares hay espacio suficiente para que un gran número de españoles, o de cualquier nación, pueda vivir en las ciudades seguras hasta que nos consigamos reunir y lanzar un ataque contra esos comedores de carne- todo esto se decía mientras se mostraban imágenes de los sitios y de las medidas de seguridad que lo protegían, y unos zombis siendo detenidos con granadas, y miembros volando por los aires y la grabación acababa con un seco-. Buena suerte a todos, esperemos que muchos puedan llegar aquí- mientras ondeaba una bandera española deshilachada por el lado contrario al mástil que lo sujetaba.

Pero para nuestra desilusión el vídeo sólo tenía 2.500 reproducciones, menos que mis vídeos en el canal que tenía antes de todo esto.

-Algo es algo, ¿no?- dijo Víctor.

-A caballo regalado no le mires el diente- dijo Rubén.

-Si ayuda, aunque sea solo una- dijo Javi.

-¡ Dejaos ya de jodidos refranes y minifrases! Aunque la última ni la había odido antes ni tiene jodido sentido en un momento como este- gritó Andrea.

-Relaja pezones- dijo Javi.

-Eso, relaja Andrea; yo creo que deberíamos ir a echar un vistazo, y si no nos convence fortificarnos en alguna de esas casas enormes que hay por allí, con playa privada y cercada por un seto de 3 metros de alto; para poder planear algo, mientras más supervivientes vayan llegando, y hacer un barrio nosotros mismos donde estar seguros con otros grupos como el nuestro- dije yo.

-Sí, y dar leche y galletitas para los que lleguen- dijo Miguel.

-Hay que ser serios, ¿y si todas esas casas que hay por allí no sirven para nada, y que hemos ido allí para nada?- dijo Víctor-. Yo no pienso palmarla allí ni de coña, bueno en nigún sitio. Y este sitio no es que esté cerca, y que puedas decir que tardamos poco en ir.

 Y así seguimos un buen rato hasta que nos cansamos, y decidimos ir allí en un tiempo, cuando esuviéramos mejor preparados, y es que hacer un viaje como ése no es ni fácil ni corto. Cuando se hizo de noche empezaron los problemas.

-A ver, somos seis, pero sólo hay cinco camas, ¿cómo nos apañamos?- dije yo.

-Yo no pienso dormir en el sofá- dejo caer Víctor.

-Yo en la de matrimonio no voy a dormir sin compañia femenina, y la única voluntaria me mataría mientras duermo- contestó Javi.

-Mientras que no sea con este personaje me da igual con quien sea- y me miró con una cara sugerente.

-Bueno, me pido la habitación del fondo- gritó Víctor mientras corría hacia ella.

-Y yo la del otro lado- gritó Javi mientras también se iba.

-En fin, yo voy a dormir en la de la cama de matrimonio, quien quiera que venga, yo no soy tan especialito como vosotros- dije tirado en el sofá.

-Bueno, en la habtiación del lado de la escalera hay dos camas, así que dormiré con Miguel- dijo Rubén resignado.

-Me toca dormir contigo- dijo Andrea.

Así que subimos a la habitación para dormir los dos juntos.

-No te han contado la historia de cómo llegamos hasta aquí antes de encontrarte, ¿ verdad?- era la oportunidad para contarla nuestra historia y evitar una tensión que se notaba en el ambiente-. Pues túmbate que voy allá. Me desperté un día...

Cuando terminé de contarla la historia estaba dormida, así que la tapé con la sábana y me fui a dar un paseo por el patio trasero amplio de la casa. Hacía frio e iba en manga corta, pero ya no sentía nada, me había vuelto insensible.

Cuando terminé de pasear por atrás entré otra vez a la casa, pero esta vez me fuí a dormir al salón.

Siempre hablo más de la cuenta y la cago por ello, no quería que pasara eso otra vez.

Zombie History 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora