Capítulo 5: Conflictos familiares.

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El lugar estaba en la planta alta del Cráter, cercano a la entrada del vestíbulo

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El lugar estaba en la planta alta del Cráter, cercano a la entrada del vestíbulo. Parecía un club nocturno, las paredes púrpura lo oscurecían y los aromas exóticos que expedían las velas en las mesas complementaban perfectamente con la música pop que tocaban en el fondo. No había muchos estudiantes debido a la hora y gracias a su líder, los tres jóvenes cayeron rendidos a sus sillas. Suspirando, recordaron las varias horas de castigo que hicieron gracias a su intimidante amigo. Su cuerpo dolía, las piernas les temblaban, ni siquiera la boticaria les funcionó.

—No lo entiendo —agregó el mellizo varón, Jun— Geovanna es alguien fácil de robarle información. ¿Cómo es que nunca nos enteramos sobre un pariente perdido?

Juliette sujetó el cuello de la playera de su compañero, molesta de que hablaran así de su madre o de su árbol genealógico. Si ellos se sentían sorprendidos, ella se sentía traicionada. ¿Cómo es que en sus 17 años de edad jamás había escuchado sobre su prima?

—Mucho cuidado con lo que dices, idiota —dijo amenazante con sus ojos color ámbar— Mi tía Romina seguramente tuvo sus razones, probablemente les pidió que ocultaran su conexión.

Mientras ellos discutían, Mei tomaba su batido de fresas en completo silencio viendo como ambos perdían la cordura. De los tres, ella era la más tranquila y sensata.

—¿Por qué haría eso la directora? —continuó diciendo el hombre de cabello azabache.

—¿Te parece que yo lo sé? —arrebató la hija de la italiana cruzándose de brazos— Mi tía siempre ha sido muy reservada respecto a su vida privada. Seguramente fue un embarazo ilegítimo y la abuela decidió que se deshiciera del bebé.

—Eso explicaría porque Romina es toda una mamacita.

—Iuh... ¡Que te sucede idiota! ¡Es mi familia de la que estamos hablando! —la italiana escupió con repugnancia.

Finalmente, soltó al asiático permitiendo que volviera a respirar. Mei palmeó la espalda a su hermano y se dirigió hacia su amiga con cuidado.

—Dime Julie. ¿Estas molesta por lo que nos hizo ella o por lo que Blake está planeando?

La adolescente bufó.

—¿Yo? ¿Molesta? —Juliette rodó los ojos desviando la mirada de su compañera— ¿Por qué debería molestarme? Si él quiere volverla parte del equipo. ¡Bien! Que la incluya, que sea su mano derecha. ¡No me importa!

Los mellizos compartieron miradas cómplices como casi siempre lo hacían; los dos parecían idénticos cuando coordinaban sus movimientos, una inquietante combinación que la otra advirtió.

—¿Qué? ¿Tan obvia soy? —suspiró la muchacha volteando hacia los dos.

—Ay por favor —complementó el joven de cabellera oscura— Has estado enamorada de él desde que éramos niños y, por si fuera poco, tu libreta tiene las iniciales "B&J" escritas en la parte posterior. Si me lo preguntas a mí, sería imposible que no lo supiera.

Cráter [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora