Capítulo 17: El examen de admisión

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Había un silencio profundo en casi todos los pasillos de la escuela; la mayoría de los estudiantes del Cráter estaban reunidos en la sala del profesor Scott

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Había un silencio profundo en casi todos los pasillos de la escuela; la mayoría de los estudiantes del Cráter estaban reunidos en la sala del profesor Scott. Tanto jóvenes como adultos esperaban con atención lo que la primogénita de Romina Ferreti demostraría en el examen de admisión más esperado de la historia de Venecia. Se habían hecho apuestas y comentarios en la craterweb que apuntaban a su favor. Algunos se habían saltado las clases y otros tenían listo sus cámaras del celular. El público se encontraba en las gradas con una vista perfecta a las pantallas que proyectarían el interior del simulador. Los alumnos estaban en la zona alta mientras que los profesores y la directora tenían los mejores asientos en los palcos principales.

La única absorta de ese tema era Milah, quien se encontraba en la entrada del escenario con un traje de tela ajustable diseñado por Mei. Sujetó su cabello en un moño y con nerviosismo miró hacia la puerta que guardaba su próximo destino. Dio un largo suspiro, recordó aquel día que había visto a Guido minutos antes de su examen. Sus expresiones faciales eran las mismas que transmitía ella en ese momento. No quería fallar o decepcionar a su equipo. Había estado trabajando duro para conseguir su lugar en la escuela y aunque sabía que allá afuera su madre haría hasta lo imposible para derribarla, ella estaba dispuesta a ganar.

—¿Lista para la prueba sidekick? —preguntó el australiano acercándose y dándole unas palmadas en el hombro.

—Blake —la adolescente anunció sorprendida— ¿Qué haces aquí? ¿No se supone que de ahora en adelante estoy sola en esto?

—Solo vine a desearle suerte a mi alumna favorita. ¿Acaso está mal?

—Cuidado —le advirtió la morena sonriendo— Juliette podría escucharte.

La chica de los ojos grisáceos desvió su mirada para poder escuchar a la cantidad de voces que estaban vitoreando su nombre. Fue hasta ese momento que se percató de la gran audiencia en el salón. Sus nervios escalaron en aumento.

—Sé lo que estás pensando —agregó el muchacho.

—¿Lo sabes?

—Sé que te angustia lo de tu madre.

Milah se tensó al escuchar su afirmación y por un segundo agradeció el talento que poseía para descifrarla. Gracias a él, no tenía que decirlo en voz alta.

—Ella no hará nada para estropearte el examen —afirmó el adolescente intentando calmarla— No si yo estoy para evitarlo.

—¿Crees que no lo sé? —la estadounidense exhaló con confianza, tratando de seguirle el juego para evadir el estrés— Sé que, con tal de tener a tu mejor amiga en el equipo, harás todo lo posible para que me quede.

El ojimar se sorprendió ante su afirmación.

—¿Mejor amiga? —el joven se cruzó de brazos— ¿Q-quién dijo que eras mi amiga? No te sientas tan especial.

Cráter [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora