Y veo como entra al salón con aquella sonrisa de comercial, y un par de sus amigos detrás de él.
—¿Q-Qué haces?-Daphne sujeta mi brazo al ver que estaba yendo hacia su dirección.
—Arreglar este embrollo-suelta mi antebrazo, y llego hasta ellos- ¿Por qué dijiste eso?-le pregunto a Ruben, y deja de resírse para prestarme atención.
—Fácil-se acerca a mi oído-Podré manipularte, y al fin y al cabo serás mío como tante quise-siento sus dientes en el óbulo de mi oreja, y cierro los ojos al sentir aquella sensación placentera.
¡Maldita sea!