Cierro mi casillero con fuerza, y giro al lado derecho.
—Quítate de allí-murmuro frunciendo los labios.
—¿O qué?-sus ojos verdes me hipnotizan, y las ganas de golpearlo me invaden.
—O le diré a todos que lo que dijiste es mentira-ríe.
—¿De qué hablas?-frunce el ceño, y se apoya en uno de los casilleros.
—No te hagas el tonto, lo del beso..que me besaste a la fuerza-.
—Yo nunca dije eso-me observa por segundos, y agrega-¿Quién te lo dijo?-.
—D-Daphne-.