Todos me observan atónitos, pero sólo me mantengo allí con el puño palpitando de dolor. Sus manos sostienen su nariz, puedo ver la sangre en el suelo.
—N-No me dejaste e-explicártelo.
Y frunzo el ceño.
—¡¿Explicar qué?! ¡¿Qué juegas conmigo?!
Me giro con lágrimas en mis ojos-
—M-Mangel- la voz de Ruben suena rueta.
—Déjalo, debe tener un momento a solas-Lisa habla y siento las lágrimas caer.
Pensé que alguien me podría amar, pero veo que me equivoqué.