Dejo mi bandeja en la mesa, y observo el plato de la semana; patatas con pure de alberjas. ¡Genial!
—¿Puedo sentarme?-levanto la mirada y asiento tímidamente.
—C-Claro-murmuro y sonríe.
Si Ruben seguía sonriéndome probablemente me vuelva atragantar con el café.
