ZAFIRO.
Estaba frustrada, aun no podíamos encontrar a ese tonto Caballero de Tierra y lo mas horrible era que mis zapatos se habían ensuciado de lodo, por esas arenas movedizas.
-Creo que nos volvimos a perder- dije.
-¿Porque lo dices?- pregunto Hyoga.
-No se, porque hemos estado horas buscando- dije obvia.
-No importa, de todos modos cada vez nos acercamos mas a donde esta Saori- dijo Hyoga.
-Esta bien- conteste.
Estaba desesperada, solo dábamos vueltas, aunque lo bueno era que, como nuestros zapatos tenían lodo, no era tan difícil saber en donde ya habíamos estado, por las huellas que estábamos dejando. Paso un rato y había otro muro enorme, pero en este habían una especie de varas.
-Creo que ahora debemos de escalar- dije.
-Creo que si- contesto Hyoga.
Yo fui la primera en subir, pero era imposible, me resbalaba mucho por el lodo en nuestros zapatos, cuando ya estaba a unos metros de llegar, resbalé y iba a caer al suelo, tenía miedo, la altura del muro era bastante, sabía que me haría mucho daño al golpearme contra el piso, pero los fuertes y acogedores brazos de Hyoga me atraparon antes de estrellarme en el, e inmediatamente mi mirada chocó con sus hermosos ojos azules, quería ser la luz que habitaba en ellos cuando sonreía. Pero lamentablemente no podía ser esa luz, tenía que resistirme a ella.
-¿Te sientes bien?- pregunto Hyoga.
-Si, pero me puedes soltar- conteste, me dolía tener que tratarlo así.
-Claro- dijo Hyoga y me soltó.
Comencé a subir otra vez, finalmente llegue hasta arriba y salte al otro lado del muro.
-¿Que es lo que vez?- grito Hyoga desde el otro lado.
-Creo que ya es la entrada- dije.
-Espera, voy para alla- dijo Hyoga.
Enfrente de mi había una puerta enorme, creo que estábamos en el centro del laberinto, luego Hyoga apareció al lado de mi.
-¿Crees que alguno de nosotros haya entrado?- preguntóHyoga.
-No lo se- conteste.
-Bueno hay que entrar- dijo Hyoga.
-Hyoga tengo miedo de lo que haya ahí dentro- me sorprendí a mi misma confesándoselo.
-Ven- estiró su mano hacía mi- estando conmigo no te pasará nada- la tome y le sonreí.
Hyoga abrió la puerta, mientras que nuestras manos seguían entrelazadas y adentro había pura oscuridad, no había nada y después se prendieron algunas luces y todo el cuarto era circular y en el centro de todo eso estaba el Caballero de Tierra y a tras de el estaba Saori encadenada en una barra.
-No creí que fueran tan tontos para venir- dijo el Caballero de Tierra.
-¡ Oye tu! Maldito, deja de una vez a Saori- dije.
-Por favor, dime Dorian- dijo.
-De todos modos te arrepentirás de haber secuestrado a Atena- dijo Hyoga.
-¡Ay! Se ven tan tiernos tomados de la mano- dijo Dorian y me solté rapidamente a Hyoga y me ruborice, pero el me vio extrañamente.
-Sufre con esto, ¡Ondas Infernales!- grite.
-¿No entiendes verdad?- dijo Dorian y las esquivo.
-Pero ¿como te podemos derrotar?- pregunto Hyoga gracioso.
-Les diré el secreto, si dos personas tiran un poder al mismo tiempo, eso puede ayudar, pero que pena que no estarán para decírselo a los demás- dijo Dorian.
-¿Que?- pregunte.
-Cenizas de Tierra- grito Dorian.
Y sacó de sus manos un humo que me entro en el cuerpo y me desmaye.
ELODI.
Habíamos estado corriendo por horas en el laberinto y no encontrábamos nada, era imposible este lugar.
-¿Ahora por cual rumbo nos vamos?- dijo Shun.
-Tu elige- conteste.
-No, tu elige- dijo Shun.
-Tu elige, por que todo este tiempo me haz dejado elegir- dije.
-Esta bien, por la derecha- dijo Shun.
Nos fuimos corriendo y cuando llegamos a otro pasillo encontramos unas pisadas de lodo, que nos guiaban a la derecha.
-¿Y si seguimos las pisadas?- propusó Shun.
-¿Para que?- pregunte.
-Por si encontramos a los demás- contesto Shun.
-Esta bien- dije sonriendo y fuimos siguiendo las pisadas.
-Te quiero preguntar algo- dijo Shun.
-¿Y que es?- pregunte.
-¿Que piensas acerca de lo que te dije de, bueno ya sabes?- pregunto Shun.
-Shun ya te dije que no puedo- conteste.
-¿Pero porque no?- pregunto Shun.
-No te dije pero yo estoy enamorada de alguien mas- conteste.
-¿Y quien es?- pregunto Shun.
-Es Milo de Escorpio- conteste.
-Ya veo- dijo triste Shun.
-Pero descuida, yo siento que alguien vendrá y ella totalmente te dará su amor- dije.
-Pero nadie se compara con tus ojos azules y tu cabello azul- dijo Shun.
-Pero yo se que vas a encontrar a alguien que va ser mejor que yo- dije.
Y Shun solo sonrió y ya no hablo, después de unos minutos llegamos a un muro enorme con varas y en ellas había lodo y ya se había hecho de noche.
-¿Hay que escalar?- pregunto Shun.
-Si- conteste.
Escale las varas pero eran casi imposibles, porque por el lodo resbalaban, pude llegar hasta arriba y salte del otro lado.
-Ven acá Shun- grite.
-Ya voy- grito.
Y llego, abrí la puerta y había pura oscuridad, pero se escuchaban unos ruidos extraños de alguien, se prendieron algunas luces y los que provocaban esos ruidos eran Zafiro y Hyoga, por que estaban en unas barras amarados desde los pies hasta la boca y a lado de ellos estaba Saori, pero debajo de ellos había lava.
-No se pero esto es muy típico de un villano- dije sarcásticamente.
-¡Oh!pensé que era especial- dijo el Caballero de Tierra, que estaba en medio de todo esto.
Para mi aun era extraño saber que existían esos caballeros con esas armaduras de color cristal y mas que ese tipo tenia el color de cabello café.
-Oye tu Caballero de Tierra, suelta a Atena y a mis amigos- dijo Shun.
-¿Por que nadie entiende que me pueden decir Dorian?- dijo.
-Eso no importa, lo que importa es que te derrotaremos- dije.
-Pero a mi no me puede derrotar nadie- dijo Dorian, pero Hyoga, Zafiro y Saori querían tratar de decir algo, pero no podían.
-Cadena nebulosa- grito Shun y sus cadenas se pusieron en acción, pero Dorian las pudo destrozar con su puño.
-¿Que?, eso es imposible- dijo Shun.
Algo me decía que nos vamos a tardar mucho con Dorian, tenía mucho poder.
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Caballeras del zodiaco
FanfictionEsta historia se centra en las hijas de Mu de Aries, Camus de Acuario y Dethmask de Cáncer. Cuyo único objetivo es conseguir sus armaduras de oro enfrentándose a los demás hijos de los caballeros dorados, pero a la vez una fuerza misteriosa quiere d...