Mary lloraba sin consuelo, seguía en el suelo, meciéndose de un lado al otro, mientras los minutos seguían pasando lentamente. Lloraba por el amor que se había ido de su lado. Mary apoyó sus codos en sus rodillas, y escondió su cabeza entre sus brazos, mientras las lágrimas seguían deslizándose sin control alguno por sus mejillas. Sentía que le costaba respirar debido a la opresión en su pecho.
Los aeropuertos eran los lugares en donde los sentimientos flotaban a flor de piel. Los aeropuertos presenciaban las despedidas más dolorosas o los encuentros más felices. Allí se decían los "Te amo" más sentidos, y las lágrimas más reales que en cualquier lugar. Aquel día, estaba presenciando la despedida de un primer amor.
— Mary.... Cariño, déjame pasar.— Suplico su madre mientras le daba leves golpes a la puerta.
—No vete... Por favor.—
Mary se abrazó a su oso de peluche y observó la noche de Milán mientras las lágrimas seguían deslizándose por su rostro. Él no volvería más a Italia, se olvidaría de ella, y posiblemente se olvide de los momentos que vivieron juntos.
No deja de acariciar el dije, como si eso la acercará aún más a Fernando, como si quemará a cada caricia que le hacía.
Ahora comprendía todo, porque Fernando había evitado hablar de ciertos temas la última semana ¿Hace cuanto tiempo sabría que se iba de su lado?¿ La habría querido de verdad?
Ese interrogante era la que más le preocupaba ¿Habría él de verdad aprendido a quererla, o solamente la había usado? Que feo es no tener una respuesta concreta a aquellos interrogantes.
Mary se abrazó a su oso llorando y se ocultó bajo las sábanas, dejando que sus propios pensamientos la maltraten, dejando que la destruyan.
Necesitaba una sesión con su psicóloga de inmediato, que la ayude a superar este abandono de Fernando, que la ayude a seguir adelante sin él. Así que la llamó, y consiguió que le de una sesión para la mañana siguiente.
Estiro su mano derecha, y abrió el cajón de su mesada de luz. Tomó la pequeña caja entre sus manos y suspiró. Sacó la pequeña pastilla para dormir y la puso en su boca. La trago y suspiró.
Quizás en su sueño, Fernando podría explicarle porque la dejo.
Fernando se sentó en el hermoso banco de la plaza y observó como la nieve caía sobre él. Mery estaba a su lado. Él toma sus manos, y la observa.
Ella lo observa mientras unas lágrimas se deslizan por su rostro.— Yo nunca podré dejarte de amar.—
— Lo sé. Se que no lo harás.— Responde él.— A pesar de que hice todo lo posible para alejarte de mi.—
Mary lo observa con lágrimas y no responde. Él acuna sus mejillas y la observa.— Es mi culpa. Es mi culpa, todo es mi culpa.—Susurra Fernando mirándola.
—Te Amo.— Susurra él. Mary lo observa y muerde su labio inferior.— Siempre te voy a amar.—
Ella asiente con la cabeza y él la observa.—¿Esto es real?— Murmura.—¿O solo está pasando en mi cabeza?—Susurra
—Claro que está ocurriendo en tu cabeza. Pero porque eso tendría que significar que no es real.— Mary le responde y lo besa dulce.
— Fernando... Amor... Despierta el avión está por aterrizar.—
Él abre sus ojos y observa a su alrededor. Frente a él estaba su mujer que lo observaba con una sonrisa. Él asiente y ella va a abrochar el cinturón a Leo. Él se estira, le besa la frente a una dormida Nora.
Observa la pulsera que tenía en su muñeca y está quema. Que sueño más real, se toca los labios y podría jurar que aun siente el beso de Mery.
— Quiero que cierres tus ojos y te relajes.— Susurró su psicóloga al tiempo que Mery bebía su taza de té.
Ella asintió con la cabeza y así lo hizo. Cerró sus ojos y poso sus manos sobre su rodilla.
— Mary ¿Por qué te sientes tan mal después de que este hombre se halla ido de tu lado?—
Mary se mordió su labio inferior y su pie derecho comenzó a temblar, y ambas manos a sudar.
— Porque me había enamorado...— Responde con facilidad mientras se muerde el labio inferior.
— ¿Te habías enamorado? ¿O crees que te habías enamorado?—
— Me había enamorado.— Dice ella segura.— Siempre desee que mi primera vez fue con alguien que me de confianza, y él me la daba, porque lo amaba. Me sentía bien cuando estaba con él, dejaba de pensar en mi padre y en todas las cosas que me hacían mal. Él me hacía bien.— Toma una pausa y la mira con ojos en las lágrimas.
— Calmate Mary...— Susurra ella.
Mary se pone de pie y la mira.—¿Cómo puedo calmarme? ¿Cómo puedo hacerlo?¿De verdad crees que puedo calmarme? Lo amo, lo extraño....— Susurra.— Y apenas se fue hace horas. — Llora ella con dolor.
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You Found Me |Fernando Torres| |Finalizada| |En proceso de edición|
FanfictionFernando "el niño" Torres, había dejado muy atrás el gran jugador que en algún momento solía ser. Había perdido aquel brillo característico que siempre lo había rodeado y el Chelsea se deshizo de él, y lo envió al Ac Milán, donde las malas lenguas c...