One Shoots ©.

Promete que volverás. | Shawn Mendes. |

— ¿Estás seguro de que tienes que ir? — pregunto en sus brazos.

— Si pequeña. Pero tranquila que estaré aquí para tú cumpleaños, es una promesa — responde con una sonrisa y posteriormente besa mí cabeza con delicadeza.

Shawn tenía que ir a Toronto, Canadá, por algunos asuntos familiares. Él al principio no quería ir, pero debido a que su madre necesitaba su obligatoria presencia y por ende, asistencia; aceptó el viaje y ahora mismo me estaba despidiendo de él en el aeropuerto.

— Bien, eso espero. Quiero verte allí — hablo mirándolo a los ojos. Compartíamos casi todas las horas del día juntos, así que su ausencia sería terriblemente notoria.

Solo serán tres meses. Podría con ellos, estaba segura de que sí. Aunque una parte de mi gritara que lo iba a extrañar demasiado.

— Shawn, cariño. Debemos irnos ya — la voz ahora que provenía de Karen, la mamá de Shawn, nos avisa que ya era hora de su partida y por consecuente, debía despedirme de él.

— Bueno, creo que aqui es donde nos despedimos, Shawnie — mi voz sale un poco ronca, señal de que en cualquier momento la tristeza no tardaría en impregnarme.

Vuelvo a abrazarlo y mis fosas nasales caen en un éxtasis exquisito, gracias al perfume varonil que enmanaba de su cuerpo. Definitivamente extrañaría su aroma.

Una lágrima resbala por mi rostro y Shawn la alcanza con su dedo índice. — Hey, mirame — toma mi barbilla con delicadeza y hace que suba la mirada hacia él.

— Solo serán tres meses, ¿de acuerdo? Además prometo escribirte todos los días. — me sonríe y logro sentirme un poco más tranquila.

Sería algo difícil, ya que Shawn era el que se encargaba de hacerme feliz. Era la única persona con la que podía contar.

Mi rayo de luz en la oscuridad.

Supiro largamente y asiento. — De acuerdo, ahora vete. Haré que pierdas el vuelo, y aunque me encante esa idea, no es posible — río con ligera tristeza.

Él me imita. — Te extrañaré mucho. — se acerca a mi rostro y me da un beso corto.

— Yo más — logro murmurar después de separarnos. — Promete que volverás — Hablo con un leve miedo a perderlo, tomando sus manos con un poco de fuerza.

— Lo prometo hermosa, además tú eres mi razón para volver — Nuestras frentes se unen, él toma mis manos y me hace sonreír.

— Te amo mucho, Shawn — digo y este sonríe.

— Yo te amo, mucho más de lo que tú crees amarme — habla después de mi y me alza levemente.

— Adiós, tú — le sonrío como una estúpida, una estúpida muy enamorada de su novio.

— Adiós, tú — responde imitando mi sonrisa. Me toma de la cintura y besa mis labios nuevamente.

Aún tenemos las manos entrelazadas y en el momento en que se comienza a alejar, nos vamos soltando hasta que un instante pierdo cualquier tipo de contacto físico con él.

Veo como se mueve con facilidad hacia los correderos que lo llevan directamente al abordaje del avión. Se gira a verme por unos instantes y se despide con la mano, yo le sonrío y él continúa caminado hasta que se pierde junto a su madre, entre las demás personas.

Estos iban a ser unos de los tres meses más largos y tristes de mi vida.

Camino hacia las afueras del aeropuerto con la mayor calma posible, cuando siento vibrar mi celular.

Me detengo y con pereza lo desbloqueo para luego dar con un nuevo mensaje. Sonrío automáticamente cuando leo el emisor y suspiro abriéndolo.

»Shawnie boo 💕
No quiero que estés triste, ¿de acuerdo? Eres mi princesa y te amo inmensamente. Recuerda siempre sonreír, ya que sabes como adoro tu sonrisa y ten en mente que estaré junto a ti cuando menos te lo esperes.

Sí. En definitiva él era mi rayo de luz solar propia.

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Gracias por leer💜.

— Con amor, Rosie✨.

[O.S corregido].