Introducción

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  IMAGEN: SARAH  



AUSTIN, TEXAS, E.E.U.U.

Antes de media noche, en algún lugar a las afueras del centro urbano de la ciudad.

Todo estaba completamente a oscuras en el living de la casa, una chica de doce años, rubia y de cabello corto en pijama se encontraba sola, era Sarah, se había quedado dormida sobre el sofá. Ante tanto silencio se podía oír el movimiento de las manillas del reloj. Joel, su padre entró a la casa cerrando con fuerza la puerta, estaba hablando por celular con su hermano.

– Tommy yo... Tommy, escúchame, es el contratante. Es el contratante, ¿de acuerdo?, no puedo perder éste trabajo. Sí, sí... entiendo. Hablemos de esto mañana, ¿de acuerdo? Hablaremos de esto en la mañana. Bien, buenas noches. – Cortó.

Sarah había despertado.

– Hey–. Saludó ella.

– Muévete –. Joel se sentó junto a Sarah en el sofá y se restregó los ojos.

– Día divertido, ¿eh?

– ¿Qué haces levantada? Es tarde... – Sarah observó el reloj de la pared con cierto temor.

– Oh, rayos. ¡¿Qué hora es?!

– Es la hora de dormir.

– Pero aún es hoy.

– Cariño, por favor, no ahora. No tengo energía para esto. – Sarah se deslizó hasta debajo del sofá, sacó una pequeña caja y se la entregó.

– Ten.

– ¿Qué es esto?

– Tu cumpleaños. – Se volvió a sentar junto a él.

Joel abrió la caja y de ella sacó un reloj.

– Te quejabas de que tu reloj estaba roto... entonces pensé que... – Joel se lo puso en la muñeca y lo revisó – ¿te gusta?

– Cariño, esto... – Dijo acercando su muñeca a su oído y sacudiéndola – Creo que está trabado.

– ¡¿Qué?! No, no, no. – Sarah tomó su muñeca para ver el reloj, pero estaba todo en orden – Oh, ja, ja, ja. – Rió con sarcasmo ante la broma de su padre.

– ¿De dónde sacaste el dinero? – Sarah se había estirado nuevamente sobre el sofá junto a Joel.

– Drogas. Vendo drogas duras.

– Oh, bien. Puedes ayudar a pagar la hipoteca. – Joel tomó el control remoto y prendió la televisión.

– Pfff... eso quisieras.

Sarah se había quedado dormida nuevamente. Joel la tomó en sus brazos como un bebé y la llevó a su habitación, dejándola sobre la cama.

– Buenas noches pequeña – Dijo Joel acomodando un mechón de cabello de Sarah tras su oreja. Salió de la habitación dejándola sola.

El teléfono en la habitación de Sarah sonó, aún era de noche. Ella despertó y contestó.

– ¿Hola?

– Sarah, cariño, necesito que le des el teléfono a tu papá. – Su voz se escuchaba nerviosa.

– Tío Tommy, ¿qué hora es?

– ¡Necesito hablar con tu papá ahora!, ¡Hay algo...! – Pero la llamada se cortó, su voz era alarmante, las cosas o algo no andaban bien.

– ¿Tío Tommy?, ¿Hola? – Nadie contestó, así que dejó el teléfono en su lugar, sobre la mesita de noche.

Historia del videojuego THE LAST OF USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora