26 | No es tan incómodo

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NOTA: No sé si si entendieron que el capítulo 25 sucedió al mismo tiempo que cuando ______ se estaba bañando, o sea cuando se despertó Jos y la llamó, eso pasó al mismo tiempo.

Narra ______.

Solo miraba si había alguna señal de que estuviera preocupado por mi, si le interesaba aunque sea un poco, pero al parecer no. Y me di cuenta que no por una publicación en Facebook.

Megan Anaya con José Miguel Canela
Me encantan tus labios, hoy me di cuenta que tienen un sabor único.

Y lo peor era el comentario de su hermana Fernanda que me hacía darme cuenta que si se habían besado. No estoy del todo segura que ame a Jos, pero si me atrae de eso no cabe la menor duda, y ahora me siento decepcionada y triste.

Fernanda Canela
Que zorra eres, no puedo creer que los haya visto así.

Dejé mi celular apagado en la bolsa que llevo, ahora quería desconectarme de toda la tecnología y de todo lo que tuviera que ver con Jos, no tenía ganas de llorar, puede que todo haya sido un mal entendido, no, pero de que quiero defenderlo si ya sé que él no es bueno con las mujeres. Y lo peor es que ¿qué puedo reclamarle?, si solo es mi amigo al que lo he besado una sola vez.

Me quedé un rato más dentro de esa habitación, Iván fue a tocar la puerta y dijo que ya debía salir, no debía estar encerrada todo el día. Me percaté de que ya todo era más visible, es decir, había salido más el sol y ya debía salir a disfrutar el campamento aunque ni siquiera quería venir. Salí y a fuera estaban todos ellos.

- Te tardaste demasiado, ¿hace cuántos días no te habías bañado? - preguntó burlón Iván. Pero en realidad ni siquiera había tardado en bañarme solo en ver las tonterías y zorreses de Jos.

- Ja ja ja - dije fingidamente - que gracioso eres - hablé con sarcasmo.

- Tengo hambre - dijo Alan, y no sé por qué razón tenía cara de no estar de buen humor.

- Dentro hay carne y un asador - comentó Alonso.

Estábamos preparando la carne y todo eso, seguimos platicando pero Alan seguía muy raro, se suponía que esto era lo que quería: que yo estuviera pasándola con Alonso. Pero al parecer nadie lo notaba más que yo, Iván estaba platicando con Alonso y algunas veces me incluían, Alan no hablaba para nada y ni así podían notar su comportamiento raro.

Empezó a oscurecer y a Iván se le antojaban unos bombones quemados porque habíamos prendido una fogata con unas ramas que tenía guardadas en un cuarto Alonso, ese cuarto no tenía otra cosa más que ramas y eso era extraño pero en fin no hay bombones y ya se me antojaron a mi también.

- ¿Hay alguna tienda por aquí? - preguntó Iván, quería ir por bombones.

- La más cercana está a unas dos o tres horas, ¿te acompaño? - dijo Alonso al mismo tiempo que se levantaba.

- No, tú quédate cuidando a ______ - por fin habló Alan y le guiñó el ojo, agh ¿qué pretende?.

- Bueno - contestó dudando, sabía que me hacía sentir incómoda.

- Yo lo acompañaré - dijo al final Alan, para después subirse al auto de mi padre con Iván y alejarse.

Cada vez oscurecía más y estar con Alonso no era tan incómodo como imaginaba, se la pasaba haciéndome reír con sus bailes raros como el que venia haciendo en el auto cuando veníamos en camino.

Nos sentamos frente a la fogata, no había nada donde sentarse más que el piso y era frío pero con el calor de la fogata eso desaparecía, porque antes estábamos guardando el asador en su cabaña. El silencio invadió el lugar, aunque también el frío en mis brazos que hacia erizar mi piel.

Clases de amor. (Jos Canela) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora