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Capítulo 14: Izumi Nakaro.
El azabache tenía sus ojos ónix sobre Naruto, el rubio empezó a comer su tercer plátano de la mañana.
-¿Desde cuándo te volviste..saludable?-preguntó Sasuke, directo.
-Desde ayer-suspiró-, mi mamá me dijo que ya basta de rámen, que no le gusta verme comer esas cosas.
-Ya veo..-lo miró de reojo-, pero, ¿de dónde miércoles sacaste un tercer plátano?.
-Ah-rió nervioso-, de mi lonchera-mostró el plástico azúl.
-No lo había notado. Que pena Naruto, ya no hay más rámen para tí.
-Es difícil, pero que puedo hacer. A no ser que tus padres quieran adoptarme, podría ser Naruto Uchiha-rió.
Sasuke rió igual. Cada vez estaban más cerca del colegio, el azabache texteando desde su iPhone, Naruto...¿plataneando?, bueno, comiendo plátanos.
-¿Y por qué plátanos?-volvió a preguntar su Amigo.
-Pa k kieres saber eso jaja saludos-respondió, riéndose a carcajadas y a punto de atorarse con su fruta.
-Idiota-escupió-, hablo enserio, ¿por qué plátanos?.
-Bueno, porque quería que sea un día bueno, y el amarillo alegra, el plátano es amarillo, es como un sol propio que ...brilla, siendo amarillo.
-Eso fue una estupidez-bufó.
-¡Es enserio, Sasuke! Bueno, fue la primera fruta que ví.
-Eso es menos estúpido.-sonrió burlón.
Por fin habían cruzado las rejas del colegio, eran las 7:50AM, el colegio estaba llenándose recién, RECIÉN. Los dos mejores amigos caminaron hasta su aula correspondiente.
El curso ya estaba por completarse, igual ya iba a ser hora. Tocó el timbre, el respectivo maestro de la primera hora cerró la puerta, ¿quiénes habían faltado?, Gaara y Yukari.
-¿Otra vez?-preguntó Naruto.
-¿Otra vez qué?.
-Yukari faltó-murmuró.
Sasuke miró atrás, donde ella se sentaba, y en efecto, había faltado, y Gaara igual.
-Ya veo, no entiendo por qué, debe tener muy buenas notas para faltarse cuando quiere-suspiró.
-Es la tercera mejor alumna del salón-rió Naruto, por lo bajo.
-Jóven Uchiha, por favor, empecemos una clase sin necesidad de oír su melodiosa voz. Guarde silencio-centenció el maestro-, o talvez quiera quedarse a limpiar el aula otra vez, ¿no?.
Sasuke negó con la cabeza. El profesor volteó y comenzó a hacer sus anotes en el pizarrón.
-¿Por qué me regaña siempre a mí?-masculló.
-Porque mi voz es más melodiosa que la tuya-respondió el rubio.
-Eso...no tiene nada que ver-rodó los ojos.
Toda la clase guardó silencio, y comenzó a copiar los apuntes que dió el profesor en el pizarrón. Los minutos pasaron rápido, así concluyó la primera hora. Sasuke y Naruto fueron a la cafetería, tomaron la misma mesa con sus demás amigos. El rubio colocó su lonchera en la mesa, lo abrió y sacó un jugo de naranja envasado.
-¿Naruto?-preguntó Shikamaru-, ¿desde cuándo te volviste..saludable?.
-Desde ayer-respondió, bebiendo un poco de su jugo-, mi mamá no quiere que coma más rámen.
