Ya en mi casa, observaba una y otra vez el video, no podía dejar de verlo y tampoco paraba de llorar. Tomé aire y la contuve en mi interior para calmar el llanto.
Puse en pausa el video y lo eliminé.
- Bueno...- Comenté a la nada, hablaba solo.
Dirigí mi mirada al cajón de mi escritorio, corriendo hacia él y quitando los montones de droga que había en la caja. Mi mente estaba en blanco. Hace mucho tiempo que no me drogo, esto es necesario para mi, aunque no logren entenderlo... Nunca nadie lo entenderá. Necesito que mi mente esté drogada para olvidar toda la tristeza acomulada los últimos dias.
Me quité la remera que llevaba puesta y la arrojé un lado de mi dormitorio; con la tela que cubre mi nariz, la até en mi brazo con fuerza, provocando que mi vena resalte más de lo normal. De esa manera, clavé la aguja en mi antebrazo derecho.
Alguien abre la puerta, me apresuro a apretar la jeringa, pero algo en mi me lo impide. De repente, mi respiración se vuelve agitada y no logro mover correctamente mi mano, ya que éste tiembla.
-¡¡AKIRA, NO!!- Gritó la misma persona que abrió la puerta.
-La necesito..- Me quejé cuando me quitó la aguja y la arrojó al suelo, rompiéndose y dejando salir la heroína.
-¡No! No la necesitas.- Tanabe se arrodilló y colocó sus manos en mis hombros. Su mirada de preocupación me mata por dentro.
-¡Si! ¡La necesito, la necesito!- Aparté sus manos de mi y me abalancé sobre la caja que estaba en mi cama.
-¡Akira!- Tanabe no era el único que estaba allí tratando de que no me drogue. Sino que todos mis amigos estaban allí, incluyendo a mi hermana.
Tanabe me agarró de la pierna y arrastró mi cuerpo hacia él. Pero aunque me agarrara de los brazos, yo pataleaba, insultaba y forcejeaba tanto como podía.
Takanori agarró la caja y la cerró frente a mis ojos. Realmente no sabía lo que harían con ella. De seguro la desecharían y nunca más la volvería a ver.
-Por dios, Akira. Cálmate.- Dijo Takashima. Pero lo ignoré y continué peleando por aquel extasis para mi cerebro.
-¡¡¡AKIRA, CÁLMATE!!!- Gritó Saeko con todas sus fuerzas. De seguro los vecinos ya se han enterado de nuestra pelea.
Ante aquel grito, paré de luchar y relajé mi cuerpo. Mi respiración estaba agitada, al igual que mi corazón.
Comencé a llorar nuevamente. Queria dar pena, tal cual niño de cinco años cuando le quitan su juguete y, cuando la mamá lo veía llorando, le devolvía su juguete y continuaba jugando como si nada hubiera pasado. Pero no fue así. Lo único que obtuve como respuesta fue las miradas preocupantes de los que estaban conmigo en la habitación y un abrazo fuerte de parte de mi hermana.
Tanabe me soltó.
-Akira...- Takanori me nombró tristemente.
-Mátenme, mátenme.- Pedía repetidas veces sin dejar de llorar en los brazos de mi hermana.-No puedo aguantar más. No sé que hacer.- Decía.
-No, no vamos a matarte, Akira.- Satoko acariciaba mi cabellera con compasión.
Al rato paré de llorar, pero las ganas cegantes de suicidarme o drogarme seguían en mi.
-Tenemos que idear algo.- Soltó Takashima, sin soltar la vista de algún punto en el piso.
Todos estuvimos de acuerdo, lo malo era qué hacíamos para remediar este terrible error.
-Podíamos sacar a Akira y Saeko de la prefectura..- Propuso Takashima.
-No, no podemos hacer eso. Sería de cobardes hacerlo.- Saeko no dejaba de abrazarme.
-¿Qué pasó con la última idea?- Preguntó Satoko. Sinceramente, no sabía que responder. Nunca les diría toda la verdad sobre lo que pasó.
-Lo descubrió y fue para peor.- Lo reduje a esas palabras, nada más.
-Uno de nosotros tiene que esconderse en el departamento de ese hombre y grabar el suceso.- Takanori propuso esta vez, provocando que todos nos quedemos en silencio.
-No pienso aguantar a Shiroyama manoseando mi cuerpo otra vez. Además, ya saben lo que pasó con la anterior idea.- Dije.
"¿Tan complicado es como para sacar una buena idea, maldita sea?" Fue lo primero que se me pasó por la cabeza.
-La idea era genial. Ahora que vos no sepas esconder una cámara es otra cosa.- Comentó Satoko, dándome más ánimos.
Le respondí con mi peor cara, al igual que el resto. Pero ella tenía razón, fui un idiota al "ocultar" la cámara en ese lugar.
-¿Entonces?- Preguntó Tanabe.
-Hay que hacer un último intento.- Respondo convencido de mis futuros actos.
"Esto es un suicidio" pensé al momento en el que estrechamos las manos.
NOTA:
Hola mis queridas lectoras/es.
Quería darles la explicación de mi ausencia de 20 días. Bueno, el modem que distribuye el wi-fi hacia toda mi casa se quemó por el calor de mierda que hace en Argentina (Donde yo vivo). Para el colmo, el tipo que tenía que venir a cambiarlo se tomó todo su maldito tiempo para venir y hacerlo.
Esa es la razón por la cual yo no actualicé y lo lamento mucho, pero aquí les traigo el capítulo como es de costumbre.
Aprovecho el espacio para informar que el final se acerca, tal vez unos dos o tres capítulo más y se termina.
Para las personas que leyeron "Mi horrenda obseción": Les quiero informar que, apenas termine de escribir Violación y Strippteasse, comienzo a subir los primeros tres capítulos de la SEGUNDA TEMPORADA.
Bueno, sólo eso.
Nos vemos en el siguiente capítulo, Chau.

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Violación
FanfictionAl nacer el segundo hijo de la familia Suzuki, el hombre de la casa se vio destinado a irse y alejarse por su cobardía de la familia. Akira creció sin su padre, siendo criado por su madre, abuela y la agradable compañía de su hermana. Cuando cumplió...