Shiroyama se sentó al costado de su cama, mirando sus pies.
-Vete a casa, Akira.- Dijo, para luego levantarse y buscar nuestras ropas.
-¿Qué? No quiero ir a casa.- Salté de la cama, yendo a buscarlo.
-Se hizo tarde, Akira. Debes volver.- Parecía desorientado.
-Volvamos juntos, entonces.- Buscaba su mirada, pero él me esquivaba.
-No. Le dije a tu madre que tendría mucho trabajo y no volvería hasta el anochecer.- Informó, mientras se vestía.
- No quiero volver. Quiero estar mas tiempo contigo. Juntos.- Lo agarré de los hombros y no aparté la mirada de sus oscuros ojos.
- Hagamos un trato.- Me dijo, apartando mis manos y encendiendo un cigarro sacado de su caja, la cual yacía en un mueble cercano a la cama.
- Te escucho.
- Yo dejo a tu madre y hermana tranquilas en su ciudad. Pero nosotros dos nos vamos a Tokyo.- Propuso, sin demostrar alguna expresión facial que me dijera que algo ocultaba.
-¡Claro! Me gustaría ir de vacaciones contigo a Tokyo.- Yuu río, dejando escapar el humo del cigarro.
- No son vacaciones, Akira.- Dijo, cuando controló su risa.- Vivamos juntos, como cualquier pareja. Viajemos a buscar una nueva vida, sin que nadie se interponga entre nosotros.- Sus ojos estaban cristalinos, realmente quería que eso ocurriera, se lo podía ver en sus oscuros ojos.
- Yo...- Mi sonrisa había desaparecido, sólo pensaba en las consecuencias que esto atraería a mi vida.- No lo sé, Yuu- No estaba seguro de nada, de hecho, mi mente estaba en blanco.
-Si... Eso pensé.- El pelinegro volvió a colocar el cigarro entre sus labios y se volteó.-Mejor cámbiate.- Se fue de su habitación.
"Esto podría ser efectivo. Yo lo quiero y él a mi. Todo lo que tengo que hacer es irme a vivir con él a Tokyo y ¡listo!" Fue lo que pensé.
A medida que me cambiaba, pensaba en lo que pasaría.
"Akira. Nunca olvides estas palabras: No importa lo que nos suceda, ni lo que los demás quieran. Vos sos el único que puede mandar sobre ti y el único que sabe lo que realmente quieres hacer. Es tu destino, no el nuestro. Siempre decide sobre tu propio destino."
Recordé las palabras de mi madre con tanta claridad que me provocaron soltar algunas lágrimas. Extrañaba sus consejos. Extrañaba que me hablara con cariño y dulzura.
"Akira. Es hora de que comiences a hacerte estas dos grandes preguntas: ¿Quién eres? y ¿Qué es lo que quieres?"
Mi hermana, otra persona que me ayudó y estuvo conmigo durante mucho tiempo. También tenía razón.
-Soy Akira Suzuki. Y quiero...- No hizo falta que terminara la frase. Enseguida me levanté de la cama de Yuu y salí,corriendo, a buscarlo.
-Yuu...- Dije cuando lo vi, tomando una cerveza y con un nuevo cigarro entre los labios.- ¡Quiero ir contigo!- Nuestros ojos estaban cristalinos y llenos de alegría.
Dejó la lata de cerveza arriba de la mesa, el cigarro en el cenicero y depositó un beso en mis labios.
-Te amo. Quiero que siempre lo sepas.- Susurró en mi oído, mientras me abrazaba con fuerza.
-Yo también te amo, Yuu.- Me aferré a él.
-Esta noche nos vamos. Prepara todo.-
****
Esa misma noche, empaqué todo lo que pude.
"Mamá. Lamento todo lo que ocurrió desde la llegada de Shiroyama. Cada mentira, cada acción, fue un error. Espero que algún día me perdones. Te quiere: Tu hijo, Akira."
"Recuerda que esto lo hago por vos, Saeko. Quiero que seas feliz sin importar lo que pase. Te ama: tu hermano,Akira."
Dejé las dos cartas más importantes en el buzón de casa.
"Las extrañaré siempre. Espero que algún día pueda contarles todo lo ocurrido." Pensé, mientras veía que me alejaba de mi hogar por diecisiete años para irme a otra prefectura y empezar de cero con la persona que amo.
Recorro el interior del auto con la mirada, encontrándome con la mirada de Yuu reflejada en el espejo retrovisor.
-Vas a estar bien, Aki.- Sonrío ante las palabras de apoyo, como si supiera lo que estaba pensando.
-No tengo duda de que eso pase.- Digo divertido, volviendo a mirar como dejo mi pasado y presente en ese pequeño pueblo y me dirijo a la gran ciudad hasta quedarme dormido.

ESTÁS LEYENDO
Violación
FanfikceAl nacer el segundo hijo de la familia Suzuki, el hombre de la casa se vio destinado a irse y alejarse por su cobardía de la familia. Akira creció sin su padre, siendo criado por su madre, abuela y la agradable compañía de su hermana. Cuando cumplió...