XIII

1.4K 61 10
                                    

Ahí estabamos. Parados al frente de la entrada del departamento de soltero de Yuu.

-¿Estás preparado?- Preguntó Takanori.

Si, Takanori me a acompañado porque él fue el de la idea y, ademas, ya me había visto desnudo hace ya un tiempo.


-Algo.- Respondo no muy convencido, formando una mueca con los labios.


-Pues, vamos. Entremos.- Saco la llave de mi bolsillo y la introduzco en la cerradura. Al abrir la puerta, ambos cruzamos la entrada y apreciamos el hermoso y bien cuidado departamento y el dulce aroma a vainilla.

-Wow...- Takanori veía hacia todos lados, parecía maravillado.- Es una pena que sea un violador. Que lindo hogar.- Comentó.

-Ve a esconderte.- Digo sin mas. El corazón me latía sumamente rápido y mis manos temblaban.

"¿Qué pasaría si Shiroyama se diera cuenta de la presencia Takanori? ¿Qué le haría?¿Lo violaría, al igual que a mí y mi hermana?" Pensé. Estaba preocupado.

-Bueno, está bien... ¿En donde?- Desvié mi vista hasta toparme con el escondite perfecto para mi amigo: El baño. Éste daba perfectamente a la sala.

"Espero que Shiroyama no lo note" Pensé, al mismo tiempo que mi amigo se iba directo hacia allí.

-Cuando entre empiezo a grabar, ¿Si?- Asentí, mordiéndome el labio inferior. -Tranquilo. No va a pasar nada.-

-Claro. Sólo me va a violar mi padrastro, ¿Qué puede salir mal?- Dije irónicamente, mirando la puerta del baño, donde yacía un Takanori apoyado en el marco de la puerta y cruzado de brazos.

De repente, la puerta se abrió. Dejando pasar a Shiroyama Yuu, quien me observa de arriba a abajo, se muerde el labio y cierra la puerta detrás de él.

Miro de reojo al baño. Estaba arrimado, pero lo suficientemente cerrado para ocultar a Takanori y sólo dejar que la cámara de video de mi amigo estuviera grabando los sucesos futuros.

-Hola, mi precioso Akira.- Saludó, trajendo consigo una caja de metal.

-Hola.- Le devolví el saludo.-¿Qué hay en la caja?- Pregunté, tratando de parecer normal.

-Escuché como el otro día tus amigo impidieron que te drogues... Así que pensé en traerte un regalo.- Abrió la caja. Había un par de agujas con heroína dentro, unos sobres de marihuana pura lista para enrrollarse y fumarse.

-No, gracias. Ya no me drogo mas.- Aparté la caja de mi.

-Nadie te va a culpar por consumirla, Akira. De echo, podría hacer esto mucho más emocionante de lo que será.- Enarcó una ceja y me observa con picardía.

-Ahora no quisiera, tal vez mas adelante.- Digo la primera excusa que se cruza por la cabeza.

-Está bien.- Dejó la caja cerrada y arriba de la mesita de té, que se encontraba a su lado.-¿Te dije que me encanta como te ves con el uniforme del colegio?- Pregunta, agarrándome de las caderas y pegando mi cuerpo con el suyo, mientras lame mi cuello de manera embriagadora y asquerosa a la vez.

-Basta.- Digo, tratando de apartarlo.- ¡BASTA!¡DÉJAME!- Grito y, con fuerza, logro apartar a Yuu de mi.-¡No me toques!- Me siento sucio, es una sensación muy rara y dificil de explicar.

-¿Que no te toque?- Sonríe de lado. Asiento y recibo un cachetazo que me deja atontado. Por el peso del cuerpo de Yuu sobre el mío, caigo sentado al sillón.- Yo te voy a tocar todo lo que yo quiera, ¿Entendiste?- Tenía a mi padrastro sentado sobre mi falda, tocando gran parte de mi cuerpo y lamiendo parte de mi cuello y rostro.

Comencé sollozar, mientras trataba de alejarlo y repitiendo las misma palabras: "Yuu. Suéltame, no quiero esto. Te odio".

Siento que rompe mi camisa blanca por la desesperación de quitarme la ropa de una sola vez.

"Odio que sea mas fuerte que yo." Pensé.

Yuu pasa una lamida a mi torso y baja para quitarme los pantalones, pero algo lo detuvo: El sonido de una puerta cerrándose.

"oh por dios. Takanori."

Shiroyama mira hacia la puerta del baño. Enseguida, y en acto de deseperación, pateo su pecho, provocando que caiga de espaldas arriba de la mesa de té.

Al ver que se queja del dolor, mientras se masajea la nuca. Me levanto y tomo la lámpara de mesa de cerámica y la dejo caer sobre la cabeza de mi violador.

"¿Qué he hecho?"

Corrí hacia el baño, abrí la puerta, agarré a Takanori de la muñeca y ambos salimos corriendo del edificio hacia algún lugar lejos.

Llegamos a una calle encondida entre varias casas abandonadas y viejas.

Takanori se apoyó a una pared y trataba de calmar su respiración como podía. Yo, al contrario, caminaba de acá para allá, sin saber qué hacer o pensar.

-¿Qué hiciste?- Pregunta Takanori.

-No lo sé.- Contesto

-¿Lo mataste?- Su respiración se vuelve normal.

-¡NO LO SÉ, TAKANORI!- Le grito. Estaba arritado, parando de caminar.

-Hay que volver.- Propone.

-No pienso volver.

-Tenemos que saber si está bien.

-¿Para qué quieres saber eso, eh?

-Por lo menos a tu casa y pensar las cosas con claridad.

-No, puede que esté allí buscándome para darme la golpiza de los dioses.- Tapo mi rostro con ambas manos.

-¡No podemos estar aquí sin hacer nada!- El silencio se apoderó de nosotros.

-Vamos a la comisaria, hacemos la denuncia y les enseamos el video. Listo ¡Vamos!- Comienzo a caminar lo más rápido que puedo y Takanori me sigue.

ViolaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora