IV

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Penetraba a la mujer con experiencia y entusiasmo. No quería que terminara tan rápido.
Ambos gemíamos por el hermoso placer que nos otorgamos uno al otro.
Con el tiempo, llegué al punto, derramando mi semen en su interior. Acto seguido, me acosté a su lado, tapandonos con las sábanas y nos quedamos dormidos.

No pensamos sobre el futuro, no pensamos quienes éramos ni las consecuencias que llevaría si las dos semillas se juntaran.

♥♥♥♥♥♥♥
A LA MAÑANA SIGUIENTE:

- Pero... ¿¡¿QUÉ MIERDA?!?!- Escuché un fuerte grito en mi oreja.
Me desperté alterado, viendo para todos lados hasta detenerme en el enano de Takanori totalmente en shock, tapándose con un almohadón sus partes masculinas y observándome con odio.
- Maldita sea...- Dije en voz baja, recordando algún que otro detalle de la noche anterior.- Sabía que no me tenia que drogar con un amigo.- Me levanté con tranquilidad.
- Eres un...-
Se vistió lo más rápido que vi en mi vida, igual que yo, y salió de la habitación, caminando directo hacia la puerta.
- Takanori, espera.- Decía mientras lo perseguía escaleras abajo.
-¡¡¡VETE AL MALDITO INFIERNO Y PUDRETE!!!-
Mi arrojé encima suyo, cayendo al suelo junto a él.
- ¡¡¡SUELTAME!!!- Volvió a gritar, esta vez en mi cara.
- ¿Puedes callarte y dejarme hablar?- pregunté. Ese chico me odiara por siempre. -Fue solo un maldito error, todo va a estar bien y... hueles horrendo.- Me apartó de él, ambos nos quedamos sentados en el suelo.
- Siento un... líquido, bajando por mi trasero. Llega a ser tu esperma y juro que te mato.- Al decir aquello, se levantó y caminó hasta el baño.

A los segundos; volvió a mi lado, tratando de golpearme con todas sus fuerzas sin conseguir lo que quería.

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Han pasado dos años desde la primera vez que Shiroyama Yuu se hizo conocido ante las vidas de los hijos de la familia Suzuki.

Todos nosotros habíamos visto su bondad y dulzura cuando estaba con nosotros, lo cual, se lo agradecimos con todo esfuerzo. Nos encantaba que volviéramos a ser una familia feliz.

Esperaba con disgusto a que mi "querida" hermana se decidiera, o la sacaran, del salón de clases.
- ¡Hey, Akira!- Tanabe se acercó a mi lado.-¿Vienes?- preguntó, como si supiera a donde irían él y unos cuantos chicos, amigos en común mejor dicho.
- ¿A dónde?-
-Vamos a jugar un partido de fútbol ¿Vienes?- Dudé unos segundos.
- Tengo que esperar a mi hermana, pero...- Fui interrumpido por el castaño oscuro.
- Tu hermana no vino hoy.-Informó.
- Sierto... Si soy idiota.- Estaba enojado conmigo mismo, no podía creer que fuera tan torpe como par esperar a Saeko media hora.- Entonces voy.- Dije convencido.
Takanori pasó caminado por delante mi, ignorando mi existencia. Él se había enojado por mucho -Por la confusión que había pasado hace dos años-. Luego de unos meses, tuvimos una fuerte discusión, la cual terminó en golpes, y nos pudimos volver a la rutina de siempre: ser amigos.

Con entusiasmo, fijamos curso al club deportivo más cercano y jugamos toda la tarde.
Una bella chica se encontraba jugando con nosotros; tenía el cabello corto y castaño, ojos marrones y un hermoso conjunto que le quedaba ajustado al cuerpo.
Ella jugó en el equipo de Kai, cuyo equipo terminó ganando los tres partidos jugados.
- Bien jugado.- Felicité a mi amigo. Este rió.
- Gracias... Te quiero presentar a una amiga.- Llamó a la hermosa chica.
- Hola.- Saludó. Le devolví el saludo.
- Akira ella es Satoko Furude, Satoko él es Akira Suzuki.- Fuimos presentados.
- Un gusto, Satoko.-
- El gusto es mio, Akira. Por favor, dime Sato.
Quedé encandilado por su sonrisa, tan perfecta, por lo menos, eso aparentaba.

ViolaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora