Capítulo 7

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Miré a ambos lados buscando ayuda de alguien, pero no había nadie, era de noche, y estábamos solos ahí, acompañados de las luces de la ciudad de Los Ángeles. Cuando de la nada... no me lo puedo creer, ¿qué hace Justin aquí solo a esta hora? Y lo que es peor... ¿qué hago yo preocupándome por él?

Justin me vio y también vio al hombre que me agarraba del brazo sin dejar que me vaya, caminó hacia nosotros tranquilo y despacio como si nada pasara, con las manos en los bolsillos.

-Como no la dejes irse tendré que meterme yo... -dijo aún tranquilo, sin elevar la voz, serio pero con una expresión como de aburrimiento en su cara.

-¿Y tu quien coño te crees? Déjame hablar con mi amiga a solas... -dijo el hombre.

-Oh no... por la expresión de la cara de la señorita puedo ver que no os conocéis de nada... ahora déjala ir... -dijo el tranquilo.

-¿Y si no que? -le provocó el hombre.

-si no la dejas, tendré que ir ahí y obligarte a dejarla. - dijo serio pero aún tranquilo. Era increíble, creo que esa era un técnica que utilizaba, se hacía respetar hablando bajito.

-Oblígame... -le decía el hombre.

-Me subestimas -se acerco al hombre a paso lento, hasta estar cara a cara, bastante cerca de él. Yo contemplaba la escena con miedo. -deja a la chica. -dijo Justin en voz baja.

-Solo eres un crío, déjanos hablar o verás... -le amenazó el hombre. Eso provocó muchísimo a Justin.

-¿O veré qué? - le pregunto hablando bastante alto esta vez, aunque no gritaba. -Que me digas, ¿Qué coño veré? -esta vez si gritaba, daba miedo. El hombre me soltó para pegarle a Justin, le pegó en la cara. Justin se paró un momento, miró al hombre con ira en la mirada y después le pegó un puñetazo en la cara. Le pegó muy fuerte, el hombre cayó al suelo y Justin se puso encima de él y le volvió a pegar, y otra vez. Al principio pensé que no era para tanto, pero cuando me vine a dar cuenta Justin seguía pegando al hombre.

-¡Justin! -intentaba llamar su atención. - ¡Para! ¡Vas a matarlo! -le suplicaba. Justin no me hacía caso, creo que ni siquiera me oía, me subí encima y empecé a darle golpes en la espalda para llamar su atención. Funcionó. Paró y me miró. Pude ver el enfado en su mirada. -Por favor... déjalo ya... -le dije en voz baja y con lágrimas en los ojos. Él solo asintió, se levantó y comenzó a caminar de vuelta a casa sin decir nada.

Llegamos y nos abrieron el portón. Caminamos por el jardín hasta quedar delante de la puerta de la casa, Justin iba a abrir pero lo frené. Él me miró algo extrañado o eso creía, Justin escondía sus sentimientos, nunca los mostraba.

Tenía la camiseta blanca manchada de la sangre de aquél hombre. Su mejilla izquierda, estaba morada. El hombre lo había golpeado con mucha fuerza y lo había dejado marcado, yo no pude evitar sentirme culpable.

-Lo siento... -le dije bajando la mirada, pero la volví a subir al ver que no contestaba. Él simplemente me miraba serio. -y.... Gracias por ayudarme, aquél hombre podría haberme llevado con él...

-No lo hice por ti. -dijo mientras abría la puerta con su llave y entraba. Subía las escaleras, pero se paró al escuchar mi voz.

-Y ¿por quién lo hiciste entonces? -le pregunté seria pero con algo de intriga. Pensé que se iba a dar la vuelta y contestarme, pero no lo hizo, seguía parado sin decir nada y unos instantes después, siguió subiendo los escalones y se metió en su habitación.

Yo hice lo mismo. Entré en mi habitación y me deje caer sobre la cama. Miré al techo mientras pensaba, ¿y si Justin no hubiera estado ahí? En verdad me había salvado, ese hombre me podría haber llevado con él y quien sabe lo que haría conmigo. Me levanté, lavé mis dientes, me puse una camiseta larga de chico, me hice una trenza floja a un lado y me acosté a dormir, enseguida mis párpados se cerraron, y lo más extraño es que no me había dormido llorando.

-vete de aquí Michelle, nadie te quiere.

-que tu no me quieras no significa que nadie lo haga.

-Alguien quiere a Michelle? -preguntaba gritando. Todos reían, y negaban, otros chillaban cosas horribles otros un simple 'no'. -Haznos a todos un favor y muérete. -Yo salía intentando no llorar. Oía como celebraban al verme ir. Me derrumbaba y cuando intentaba levantarme volvía a caer.

-Me rindo. -pensaba.

Y entonces me desperté llorando. Una pesadilla, mi pasado. Volvía a atormentarme, vivía escondida, y perseguida por mi pasado. ¿por qué no podría olvidarlo? Una simple pregunta que me hacía a diario. Ya soy fuerte... ¿Cuándo me tocará ser feliz?

Miré el reloj de la mesita y marcaban las 4 de la mañana. Me levanté, salí de mi cuarto con lágrimas en los ojos y bajé las escaleras. Cuando estaba abajo e iba entrar en la cocina, algo me paró. Era un ruido, unos sollozos, alguien llorando. Me di la vuelta e intenté escuchar de donde provenía.

Caminé hacia el salón y ahí, en el sillón sentado, estaba él, el que me había salvado unas horas atrás. Justin estaba sentado en el sillón, con una copa de whiskey en la mano, la botella en la mesa y llorando en silencio. Me quedé parada, sin saber que hacer o decir, pensé en irme, pero esa idea desapareció de mi mente. Pensé en mi, cuando yo lloraba en silencio lo que más necesitaba es que alguien me abrazara y me dijera que todo iba a salir bien. 

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When Everything's GoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora