-Michelle, vete... -dijo Justin sin mirarme. Quería irme pero no quería dejar a Justin solo, ¿y si ese desconocido era peligroso?
-Justin, no...
-Michelle, por favor... -pero no me movía, no podía dejarlo solo ahí.
Narra Justin:
¿Como supo Luke donde vivo? No me importaba, el caso es que ahí estaba, caminando lentamente hacia mi. Es peligroso, solo pensaba en Michelle, necesitaba sacarla de aquí, pero por mucho que le dijera que se fuera no lo hacía, cada vez Luke se encontraba más cerca de nosotros, necesitaba sacarla de aquí lo más rápido posible.
-Michelle, vete. -Seguía sin moverse. -¿No ves que nunca me gustaste? -dije fingiendo desprecio hacia ella y mirándola mal. -Me das asco, es la verdad... solo quería un buen polvo -funcionó, pero no como quería, primero me miro con lágrimas en los ojos y después salió de ahí corriendo.
-que bonita escena... -dijo Luke burlándose. -¿Con que Michelle eh? Esta buena... ¿Qué es una de las putas que te follas?
-Ni se te ocurra nombrarla.
-¿Te vas a poner todo protector?
-No te importa, dime Luke ¿A qué has venido?
-Sabes porqué... -dijo mientras se acercaba aún más a mi. Entonces de la nada salen sus tres amigos, los que le siguen a todos lados por miedo.
Narra Michelle:
Me encerré en mi habitación, llorando y temblando por la humillación tan grande que me suponía haberme acostado con él. Era imposible, ese cariño con el que me trataba, ¿y todo por un polvo? No lo entendía, lo veía como una especie de monstruo, me había humillado, aparte de hacerme daño y ahora solo pensaba en una cosa y era en como actúo como si yo le gustara. Pero si realmente era todo solo por sexo, ¿Por qué esta mañana siguió tratándome bien? No lo entendía, pero sus palabras resonaban en mi cabeza, y me dolía pensar en que para él solo haya sido un juego.
Me tumbé en la cama, tapándome la cara con las manos, pensando en todo ocurrido, cada vez me convencía más de que para Justin fui otra más, otra cualquiera.
20 minutos después ya no lloraba, seguía tumbada en mi cama, angustiada, cuando oigo a alguien tocar a mi puerta.
-Michelle... -era Justin, me levanté de la cama y me acerqué a la puerta, quedando delante de ella. -Michelle, por favor. -Negué con la cabeza, aunque sabía que Justin no podía verme. Baje la mirada y otra lagrima recorrió mi mejilla. La aparté con la mano rápidamente, dispuesta a hacerle frente a la situación.
-¿Por qué? -pregunté.
-Michelle, deja que te lo explique...
-No. Ya me has humillado bastante.
-Michelle, sabes que mentía.
-Todo el tiempo me mentías. Lo se, das asco Justin, olvídame. -dije arrepintiéndome un poco de eso último.
-¡No! -grito mientras daba un fuerte golpe a la puerta. -Mentía antes, abajo. Me gustas Michelle y lo sabes. -Me pegué a la puerta, con la mano izquierda apoyada en el pomo, y la derecha en el cerrojo, dispuesta a abrir en cualquier momento.
-Justin... me haces daño, y no creo que lo merezca, déjalo.
-Por favor pequeña. -dijo en voz baja, pegado al otro lado de la puerta. Cerré los ojos con fuerza y lagrimas recorrieron mis mejillas. Me tape la cara con las manos y respiré hondo. Me dispuse a abrir la puerta y hacerle frente de una vez por todas, giré la llave lentamente y abrí la puerta, todavía con lágrimas recorriendo mis mejillas.
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