Fuimos a hablar con Nicolas para pedir el permiso para ir a la fiesta de Año Nuevo, después de mucho explicar, rogar y prometer que no tomaremos más de la cuenta, mi hermano nos dio el permiso; llegamos a la casa de Sebas al cuarto para las tres de la tarde.
Abre la puerta - ¡Hola chicas! – las saluda – pasen, en la sala esta Dilan.
- Hola, que bueno que llegaron – las saluda el pelirrojo – por un momento creí que no vendrías– le susurra a la bioquímica.
- ¿Por qué creíste eso? – susurra – no me perdería una fiesta.
- Por lo que... paso hace unos días frente a la casa de Sebas – siguen con los susurros.
Desconcertada - ¿De que hablas? – lo dice entre dientes.
- ¿No recuerdas que hiciste esa noche? – la bioquímica niega.
La periodista los mira - ¿Qué están susurrado? – curiosa.
- Nada Lluvia – finge la bioquímica.
Entre cierra los ojos – no les creo, ya cuenten – ruega.
Mira al medico bajar con unas cajas – brother déjame ayudarte con alguna caja – toma la primera caja.
- Gracias Dilan – sonríe.
- Jade... dime ¿Qué te dijo ese pelirrojo? – susurra señalando con discreción a su amigo.
- Es que... - nerviosa – Sebas, oye te pido una disculpa por lo de la otra noche. No se ni como se nos ocurrió venir aquí ebrias y luego mi hermano me contó que me llevaste cargando, creo que...
Interrumpe – tranquila Jade – coloca las cajas en el suelo – mi papá no se enteró, así que no importa – sonríe.
- Pero aun así te lo tenemos que recompensar de algún modo, no lo podemos dejar nada mas así.
- Si lo podemos dejar así Jade – la regaña la periodista.
Voltea los ojos – ya se que si se puede, pero no está bien Lluvia – seria.
- ¡Ya se! Para que no peleen, que tal si me ayudan esta tarde a decorar la casa para la fiesta y quedamos los tres a mano – comenta el médico.
- A mi me parece bien, pero... yo no estoy involucrado – mira el suelo el pelirrojo.
Piensa – si es un buen trato – sonríe.
- No Jade, de todas formas lo haremos...
- Lluvia es buen trato – susurra en su oído – pudo habernos pedido algo muy raro, acepta– ruega la bioquímica.
- Pensándolo mejor... acepto – molesta la periodista – por cierto, Jade trajo dos botellas de vino tinto – sonríe con malicia.
- ¿Es de tu vino? - Intrigado el pelirrojo.
- ¡Creí que se te había olvidado Lluvia! – molesta – si es mi vino – saca las botellas colocándolas en la mesa de la sala.
- Adivino... ¿Lluvia te obligó a traerlo? – curioso el médico.
- Si – respira profundo – pero no hay problema tengo mas en la casa – sonríe.
Mira el reloj – pues... mejor hay que empezar – alegre el médico.
En las cajas Sebas trajo escarcha verde, bolsas con globos blancos y rojos, confeti, serpentina, series de focos, cortinas blancas y algunas otras cosas de fiesta.
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Un Secreto sin Guardar 2
RomanceEn esta ocasión los caminos de Jade y Sebastian se han separado por un tiempo indefinido. Ahora Jade empezara su nueva vida en la Universidad Oxford conocerá nuevas personas buenas, malas y neutrales, vera a sus viejos amigos o ¿enemigos?, se encon...