Un Secreto sin Guardar 2

¡¡Ayuda!!

La semana transcurrió normal, con la excepción de que Sebas y yo ya nos hablamos como antes de irme a parís; al llegar el viernes Krystal y Sunny me acompañaron a Nederweith, hasta donde las conozco son las chicas mas opuestas que he conocido y ambas son mejores amigas, al llegar a Nederweith las tres fuimos a la barra por una bebida (yo por una botella de agua), en cuanto llegue a la barra me percate que estoy sola voltee hacia atrás, ambas están bailando con un par de chicos, tome mi bebida, a unos pasos de la barra me detuve para escanear el lugar. A mi mente llego el recuerdo de cuando conocí a Brandon al principio parecía un chico muy ordinario nunca me imagine que fuera tan susceptible a los planes macabros de su primo, es solo un imbécil semihumano que trata de integrarse en este planeta.

Mire hacia la escalera al pie de esta hay una pareja besándose, recargada en el barandal, se nota que les urge un cuarto; en seguida dejaron de besarse mirándose el uno al otro con una sonrisa muy grande, entre tantas personas los reconocí, no puedo creer que las sospechas de Sebas y las mías son ciertas, la pareja es Lluvia y Dilan. De inmediato me les acerque, ahora me toca hacer el interrogatorio, me alegra que mi amiga sea novia de Dilan es la mejor noticia inesperada que he descubierto sin querer, me pare frente a ellos a unos centímetros de distancia.

- Hola - sorprendida la bioquímica.

- ¡Jade! - aterrados dicen al unísono.

- ¿Por esto estaban tan distantes? - intrigada.

- No Jade es que... - piensa - estoy ebrio - trata de fingir la voz de un borracho el pelirrojo.

Voltea levemente los ojos - sabes que te conozco y si estuvieras borracho se te notaria mas que a simple vista - asiente la bioquímica - ¿Cuánto llevan?

Sonríe - tres meses Jade - sonríe la periodista.

- ¿De verdad? - la pareja asiente - me alegro por ambos. Ya era justo ver que Lluvia cumpliera su obsesión - divertida.

- No era obsesión Jade - reclama la periodista.

Ríe - lo se solo bromeó - sincera.

- ¿Y que haces tu aquí? - curioso el pelirrojo.

- Me invito el capitán de football soccer - sonríe.

- ¿Y Sebastian? - curiosa.

Piensa - pues no ha llegado, Lluvia - intenta cambiar el tema.

- No me refiero a eso - ríe un poco - me refiero a que ¿Ya no estas enamorada de el?- preocupada.

- ¿Quieren la verdad? - se le borra la sonrisa.

- Sería justo - comenta el pelirrojo - ya son varios años que tu tienes un secreto pero por tu mirada, tu rostro - sonríe - bueno, por todo lo que demuestran tu y Sebas nos damos una idea de lo que pasa pero, en sí, no sabemos que está pasando - preocupado.

- Tiene razón, Jade - lo apoya la periodista.

- De cierta forma tienen razón - respira profundo - la verdad es que...

Antes de que Jade pudiera seguir con su argumento una mano toco su hombro interrumpiendo la conversación, en cuanto todas la miradas se posaron en el dueño de la mano Jade reconoció de inmediato al sujeto o mas bien al deportista Christopher, de cabellos rubios oscuro con un corte de estrella de Hollywood, que por lo general llama la atención de varias miradas femeninas, unos ojos verde olivo y piel blanca con un tono rosa en las mejillas, tal vez es por su estado de borracho, se ve que lleva varias horas tomando, la bioquímica le sonrió con un poco de miedo.

- ¡Hermosa! - la saluda tambaleando - si viniste, ya estaba dudando de tu presencia-con voz de borracho.

- ¿Él es Christopher? - extrañado el pelirrojo.