Abrí las ventanas de par en par y pude ver el explendido día que hacía, una rutina ya acostumbrada a vivir.
Salí corriendo de casa con el camisón y descalza, hacía el prado que se extendía delante de mi pequeño hogar de madera.
...cuarenta y tres, cuarenta y cuatro, cuarenta y cinco y por último cuarenta y seis.
Delante de mi se cernía el frondoso bosque, que todas las mañanas visitaba. Me adentré en el.
Al rato, entre esquivar ramas, flores y animalillos salvajes llegué a mi destino.
La fuente ya vieja por los años seguía en pie de milagro, o eso parecía. El agua seguía saliendo haciendo un ruido como el de la risa de un bebe.
Me quité la ropa y me sumergí en su cristalina agua. Cuando asomé la cabeza ya había rejuvenecido quinientos trenta y ocho años, que volvería a ganar a lo largo del día mientras corría con las ardillas, nadaba con las truchas, volaba con los gorriones...
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Suspiros sobre letras
Historia CortaUna cabeza explotará si de ella no salen todas sus ideas. Imaginarse ir a la luna, viajar en el tiempo, volar a otro mundo, ser un mago, tocar en una banda de música, conocer al amor de tu vida... Introducete en el pequeño mundo de one-shots que t...