-¡Felicidades cielo!
-Muchisimas gracias abu. Es precioso. Se engancho la fina cadena alrededor del cuello y la pequeña libélula quedó a la altura de su clavícula.
Se hace tan mayor, tan rápido... Ya cumplió 17 años, ya es casi una adulta y aun le queda mucho por aprender.
-Te contaré una historia... Erase una vez un príncipe que se enamoró de una bella princesa a la que encerraron en un viejo torreón. El joven caballero recorrió miles de kilómetros para salvarla y se enfrentó a grandes enemigos: dragones, trolls, gigantes...
-Si si ya se, el príncipe la salva y viven felices para siempre. Me has contado esa historia cuando era pequeña.
-Si, pero cambie un poco el final... Bueno sigo. El príncipe entró en el torreón y cogió a su princesa en brazos. Estaba tan feliz de que ya estaba con ella... Pero un dolor tremendo le atravesó todo el cuerpo y cayó de rodillas. Su querida princesa le había clavado una daga. Una daga que le mató.
-¿Qué? ¿Porque le mato?
-La "princesa" era en realidad el enemigo. Y el príncipe cegado por el amor se dio cuenta demasiado tarde.
Nunca te fíes de las apariencias. La gente se cubre con una mascara y dice ser quien no es, pero tarde o temprano esa mascara se caerá o romperá y se verá quien era en realidad. Lo importante es descubrirlo antes de que sea demasiado tarde. No todo lo que es oro reluce, ni toda la gente errante anda perdida. Recuerda siempre lo que te he dicho.
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Suspiros sobre letras
Short StoryUna cabeza explotará si de ella no salen todas sus ideas. Imaginarse ir a la luna, viajar en el tiempo, volar a otro mundo, ser un mago, tocar en una banda de música, conocer al amor de tu vida... Introducete en el pequeño mundo de one-shots que t...