Mi mano derecha seguía pegada a la fría pared de hojas. El miedo a despegarla se me impregno en el cuerpo. Si retiraba la mano un segundo, tan solo un seguando temía que el laberinto cambiara de dirección o que tuviera que volver a empezar. Las ramas y los pinchos de las rosas me arañaban toda la palma de la mano y alguna que otra gota de sangre se escurría de entre mis dedos.
Miré al frente, dispuesta a seguir caminando, sin rendirme hasta que llegara a la salida. No se cuanto tiempo llevaba recorriendo esas paredes. A lo lejos vi que las paredes se separaban y daban paso a algo de distinto color al verde y rojo de todo el tiempo. Con la mano todavía en la pared salí corriendo hasta llegar a una puerta de frío metal.
Estaba cerrada con un enorme candado y yo no tenía la llave para abrirlo.
ESTÁS LEYENDO
Suspiros sobre letras
Short StoryUna cabeza explotará si de ella no salen todas sus ideas. Imaginarse ir a la luna, viajar en el tiempo, volar a otro mundo, ser un mago, tocar en una banda de música, conocer al amor de tu vida... Introducete en el pequeño mundo de one-shots que t...