Llevaba ya horas encadenada de pies y manos. Las paredes estaban húmedas y la poca luz que entraba por una minuscula ventana dejaba en penumbra el espacio en el que me encontraba.
Iba a ser ejecutada simplemente por amar al fururo rey del reino. Ya llevabamos viendonos tres años pero por un desliz el rey y la reina nos pillaron y mandaron enseguida mi ejecución. Las palabras del príncipe no sirvieron para nada, solo lograron enfureceles más. Yo estaba tras su espalda, intentando que no me vieran con mi cabello enmarañado y con el trapo de tela que llevaba puesto.
La puerta se abrió y dos guardias entraron a por mí. Me cogieron de los brazos y me arrastraron por los pasillos hasta llegar a un escenario de madera. Me subieron y ví a miles de personas abucheandome y tirandome cosas. Estaba en estado de sock y no reaccionaba, solo pensaba en lo que había pasado. Un hombre corpulento y encapuchado subió las escaleras. Se colocó a mi lado.
Al mirar al frente ví a toda la familia real con la mirada más fría que nunca nadie habría podido haber visto, incluido el príncipe.
-¿Alguién está en contra de esta ejecución? -dijo el hombre encapuchado.
Nadie respondió. Con lágrimas en los ojos miré al príncipe pero él me respondió con una sonrisa y unos ojos que demostraban locura ¿que le habían hecho?Él no era así. Eso fue lo último que ví hasta que un hombre me cubrió la cabeza y luego todo se había calmado. Ya no sentía nada, solo paz y tranquilidad. Al abrir los ojos me encontré en un bosque con un pequeño riachulo que seguía a una gran cascada.
¿Esto es lo que se siente al morir? -me pregunté.
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Suspiros sobre letras
Short StoryUna cabeza explotará si de ella no salen todas sus ideas. Imaginarse ir a la luna, viajar en el tiempo, volar a otro mundo, ser un mago, tocar en una banda de música, conocer al amor de tu vida... Introducete en el pequeño mundo de one-shots que t...