Guellas de magia

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Contemplaba, asombrada, como de mis manos habían brotado unas chispitas. Y poco después se prendía fuego mi almohada, mis sabanas, mi colchón... Las llamas consumían todo hasta el cabecero de la cama. Me intenté pellizcar pero me hice una quemadura en el brazo.

Pensé en agua, y, de repente un chorro de agua salió de la nada y empapó todo el suelo. Dirigí el agua hacia la cama y esta poco a poco se fue apagando.

Intenté asimilar todo esto, desgraciadamente no pude.

-Toc, toc, toc... -oí que alguién llamaba a la puerta.

No podía pensar, en cuanto la puerta se abriera alguien vería el desastre que se había organizado en la habitación.

La puerta se abrió lentamente y en lo único que me dió tiempo a pensar fue en como había estado mi habitación antes.

-¿Qué ha sido ese ruido? -preguntó mi abuela.

-Aquí no se ha oido nada -repuse.

Miré al lugar donde antes mi cama había ardido y para mi sorpresa todo estaba como antes.

Mi abuela cerró la puerta mientras susurraba:

-Con que guellas de magia...

Yo no distinguí esas palabras ya que todo estaba patas arriba y el mueble estaba casi carbonizado.

Suspiros sobre letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora