«No es una historia de amor con un final feliz, ni mucho menos yo soy la princesa que fue rescatada por el apuesto príncipe de las garras de la malvada madrastra. Nuestra historia fue y es real, más real que esos ridículos cuentos de hadas.
Un amor...
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Empezamos "algo". Algo que para nosotros fue un todo.
Nos volvimos cada vez más unidos. Hablábamos de cosas que no tenían ningún sentido, pero nos divertíamos y eso era lo importante.
Ese "algo" me confundía. Porque sabía que éramos más que amigos —la forma en la que nos tratábamos daba a entender eso—, pero nunca lo aclaramos. Comencé a sentirme insegura, mi mente creaba escenarios en los que tú estabas con otra chica y le decías todo eso que no te atrevías a decirme. Te imaginaba rodeando su cintura con tus brazos, atrayéndola hacia ti, acercando tus labios a los de ella y...
Me estaba torturando.
Y todo pareció encajar cuando un día te vi hablar con la que parecía ser la mejor estudiante del curso. Le sonreías como me sonreías a mí, y eso me dolió más que cualquier otra cosa. Se suponía que yo era la que te hacía sonreír así, yo era la que te hacía reír a carcajadas por las sandeces que decía... Eso me rompió, Ashton.
Los celos me invadieron, me hicieron ver cosas que no eran ciertas y actué de forma impulsiva.
Luego de que las clases terminaran y antes de que te ofrecieras a llevarme a casa como siempre hacías, te dije que te alejaras de mí. Que te fueras de mi vida y me dejaras de una vez por todas en paz. Sentí algo húmedo en mis mejillas y supe que eran lágrimas.
Entiéndeme, estaba furiosa, enojada porque no me querías de la misma manera en la que yo lo hacía. O eso creía yo.
¿Sabes qué fue lo peor de todo? Que lo hiciste, me obedeciste y te marchaste de mi vida. ¿Adónde se fue la promesa de que no nos separaríamos? ¿Tan rápido la habías olvidado? Solo bastó decir las palabras mágicas para que te fueras.
En ese momento creí que en realidad no te importaba lo suficiente.
Esa fue la segunda vez en las que nos separamos, y fue gracias a ambos. Nuestra terquedad y orgullo nos distanció.
Ay, no la maten (? La niña es demasiado insegura :c
