Capítulo 17: Resignación

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Y así como cuando pasa una tormenta, la que destruye hogares y separa familias, luego viene aquella calma inquietante, esa que te indica que ya todo ha pasado; sin embargo, quedan las secuelas, cicatrices. Las cicatrices no se eliminan, siempre quedarán allí, torturándote con el pasado y recordándote lo que has perdido.

Yo amo mis cicatrices. ¿Por qué? Porque es la única forma en la que no me permito olvidarme de ti.

No son visibles para los demás, están dentro de mí. Mi corazón está repleto de cicatrices, cicatrices que se convierten en recuerdos sobre nosotros. Esos recuerdos duelen más que cualquier otra cosa. Mi propia mente se ha transformado en mi cuarto de tortura y de él no he podido salir.

Los años pasaron y pasaron. Seguí con mi vida, de seguro tú también con la tuya y no volvimos a contactarnos. No lo iba a permitir; no quería más problemas con mis padres.

Mi relación con ellos... No puedo afirmar que mejoró porque sería una gran mentira; más bien, se hizo soportable. Nuestra convivencia simplemente se basó en vagos diálogos a lo largo del día, comer en silencio juntos y luego despedirnos al momento de ir a dormir.

Así fue hasta que decidí ir a la universidad. Mis estudios secundarios habían finalizado, así que lo mejor era elegir qué carrera estudiar, la que definiría el resto de mi vida.

Me habría gustado que hubieras estado allí para mí. Todo hubiera sido más fácil si, simplemente, hubieras estado a mi lado. Pero no era así, debía resignarme.

La carrera que escogí fue medicina. ¿Por qué? Ni yo lo sé. Supongo que no quería decepcionar a mis padres, ellos querían que fuera alguien importante en el mundo, que destacara entre la multitud.

Lo que ellos no sabían era que prefería estar escondida en mi pequeña burbuja de soledad a ser reconocida. Al fin y al cabo, llegaría el momento en el que las personas se olvidarían de mí y de lo poco que hice. Todos mis esfuerzos serían en vano, así que ¿para qué siquiera intentarlo?

En fin, mi vida siguió y siguió...

... sin ti. 

Volar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora