Ana.
|1 semana después. |
Ana.
¡No! - Resoplando, saqué el paquete de palomitas casi en llamas. - Eso me pasa, por no saber usar, ¡un maldito microondas!
- Oye, ¿Qué es ese olor a...? - Al girar mi rostro, me encontré con su cuerpo apolíneo. Lo único que faltaba para completar mi día, pensé. - ¿Estás bien?
- Sí, no te preocupes Harry...
- ¿Acaso no sabes utilizar un microondas? - Levantando una ceja, tomó otro paquete y programando el diabólico aparato, se recostó sobre el borde de la mesada. - ¿Vas a ver una película?
- Eh... Sí, supongo. – Encogiéndome de hombros, traté de rechazar el tenue temblor en mi cuerpo. Su cercanía causaba estragos y con sólo una caricia, mi voluntad, se iría por un precipicio a pique.
- ¿Podría acompañarte? Digo... Ya que me ofrecí voluntariamente a ayudarte. – Sonriendo, volcó las palomitas en un recipiente. - ¿Vamos? – Con un leve empujón en mi cintura, hizo que me estremeciera de una forma inimaginable.
Caminando hacia el televisor, tomé el control remoto entre mis manos y pulsando el botón <<play>>, fijé mi atención en la publicidad de toda película al comenzar.
- Oye, no me voy a comer todas las palomitas solo... - Sintiendo mis mejillas teñirse de un color carmesí, tomé algunas y de forma tonta las llevé a mi boca. - ¿Están ricas o les falta azúcar?
- Están perfectas... - Como tú, pensé.
- ¿De qué trata la película? – Al acomodarse en el mismo, fijó su verde y brillante mirada en mi rostro.
- De una chica que tiene cáncer.
- ¿Un pedacito de cielo? – Asintiendo, sonreí.
- Sí la has visto, no tienes la obligación de...
- No la he visto, Diana. – Rodando los ojos, hizo que sonriera.- Y no es una obligación. Me gusta pasar tiempo contigo.
¿Cómo debería tomarlo? ¿Un cumplido? ¿Una simple gesto de cortesía y buenos modales? ¡O qué!
- Bien... Iré por un vaso de refresco. – Levantándome, rehusé de ver su apolíneo rostro.
- Diana, no quiero que te sientas...
El sonido de mi celular, calló sus palabras. Sin embargo, me parecía un poco raro, que alguien llamara y más a ésta hora.
- ¿Hola? – Alejándome, no escapé de su mirada.
- Hola. ¿Te acuerdas de mí? De un chico rubio, de ojos celestes, que está perdidamente enamorada de ti.
- Jace... - Apretando mis labios, sentí un poco de culpa.
- ¿Todo bien?
- Sí, todo bajo control. – Paseándome por el pasillo de la terraza, intenté mantener al margen, todas las cosas que estaba ocultando.
- Entonces te veré muy pronto. – Escuchando su risa, no pude evitar hacer lo mismo. – Todos te extrañamos... Vuelve pronto.
- Debo irme. Que descanses Jace.
- Te amo Ana. Buenas noches. – Al escuchar el sonido muerto de la línea, coloqué mi celular en el bolsillo y apoyándome en la baranda, comencé a llorar.
¿En qué momento había perdido las riendas de mi vida? ¿En qué momento me he vuelto tan mentirosa? ¿En qué momento dejé de ser lo que realmente soy?
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Matchpoint. (Harry Styles)
Roman pour AdolescentsUn disparo era lo único que se necesitaba para crear este espacio entre los dos. La pregunta es, ¿Quién será el primero en decir adiós?