Ana.
- Lo único que faltaba... - Resoplando los mechones sueltos de la coleta que había improvisado, seguí alistando mi maleta. Tenía en claro que no podía seguir en el mismo techo que Harry y ahora, menos con la presencia de los demás chicos.
- Por favor, desiste. – Al girar mi rostro, me encontré con él y Ed que dormía entre sus brazos.
- No puedo... Lo siento, Harry. – Sin demostrar un rastro de tristeza en mi rostro, acomodé las últimas prendas de Ed. – Entiendo que ellos no me acepten pero han pasado el límite y no quiero peleas.
- Créeme, también desconozco su forma de actuar y más hacia ti. No te conocen como he aprendido a hacerlo.
Sintiendo un leve estremecimiento en mi piel, le resté importancia.
- Llamaré a Marco. Necesitaré que haga una reserva, en algún hotel disponible, por esta noche. – Cerrando la valija, caminé hacia la pequeña mesa de luz y al tomar mi celular, marqué su número. - ¿Podrías recomendarme alguno? – Girando sobre mis talones, sentí mí corazón romperse; su mirada profunda en mi rostro, su forma de sujetar a Ed, provocó que el muro que, tanto había querido mantener entre ambos, se derrumbara pedazo por pedazo.
- ¿Por qué siento que me estás abandonando? – Las palabras lograron escapar de sus labios antes que pasaran por los míos.
"Porque te estoy rompiendo de nuevo el corazón, Harry."
- Agradezco tu ayuda pero debo irme... - Apretando con fuerza mis nudillos, traté de disipar el dolor emocional con el físico aunque sólo era una burda fantasía.
- Hablaré con los chicos pero no quiero que te vayas. – Girando mi rostro, lo observé por un momento. – Te considero mi amiga, Diana.
- Es bueno saberlo... - Haciendo una mueca, sentí un dolor fuerte en mi cabeza.
- Diana, deberías pensar en Ed...
¿En quién? De pronto, mi vista se nubló y sólo puedo atinar a tomar su mano. Su voz se iba apagando, a medida que, mi cuerpo se adormecía.
Jace.
- ¿No crees que debíamos haber avisado? – Araceli, con mal humor, clavó sus afiladas uñas en el asiento del avión.
- ¿Acaso tienes miedo hermanita? – Burlándome, sentí un leve golpe en mi hombro.
- No creo que le gusta "tu sorpresita" a Ana.
- ¿Por qué no? Y además, sabes por qué lo hago. – Removiéndome en el asiento, me sentí nervioso y ansioso por llegar.
- Es sólo una excusa para estar cerca de ella. – Rodó los ojos, de una forma exasperada.
- ¡Qué primicia! Deberías trabajar en un periódico.
- Luke, ¿podemos cambiar de asiento? – Girando su rostro, observé como nuestro hermano dormía junto a Lux.
- Me parece que vas a tener que aguantarme, hermanita. – Riendo, recibí otro golpe de su parte. - ¿Sabías que te quiero, no?
- ¡Te odio! – Exclamó, antes de desmayarse.
- Lo que me faltaba... – Susurré.
*22 horas después*
- Llamaré a Marco, Luke. – Buscando su nombre en la agenda, me alejé. Poco después, cuando había obtenido la dirección de la casa, tomamos un taxi.
- Ana, ¿sabe que vamos? – Luke, hizo una mueca cuando Lux, golpeó su cara. – Sí no estuviera dormida, aseguraría, que lo hace a propósito.
ESTÁS LEYENDO
Matchpoint. (Harry Styles)
Novela JuvenilUn disparo era lo único que se necesitaba para crear este espacio entre los dos. La pregunta es, ¿Quién será el primero en decir adiós?