Diana
Las nubes pesadas y cargadas de agua congelada, inundaron el panorama que tenía desde mi habitación. Hoy, había despertado más temprano de lo común y todo, por los nervios que impacientaban hasta mis ganas de comer ya que seguía sin creer en la decisión tal rotunda que había tomado Jace. ¿Acaso debía ser sumisa y aceptar lo que él había dicho? ¡Claro que no! Me negaba a hacer todo lo que a él le pasaba por la cabeza y menos, sabiendo que fui sincera con lo que pasó cuando sin querer me quedé a solas con Harry.
- ¿Una libra por tus pensamientos? -. Sin inmutarme, giré mi rostro-. ¿Cómo estás?-. Escuchando que la puerta se cerraba en un suave clic, esperé a que Luke entrara.
- Estoy bien-. Encogiéndome de hombros, tomé mi taza tibia de té-. ¿Y tu hermano? Seguramente, está haciendo su maleta y de paso, la de ustedes.
- No, aunque no lo creas está haciendo galletitas de limón en la cocina-. Tomando un cojín de mi cama, tomó asiento a mi lado-. Me ha contado lo que pasó pero todavía sigo sin creerlo.
- Bueno, prefiero ser sincera a mentir u ocultar cosas-. Removiendo mi cabello un poco húmedo, pasé mis dedos por la cobertura de mi cama que se encontraba desdoblada-. Lo siento un poco alejado y extraño. ¿Sucede algo que no sepa, Luke?
- No quiero mentirse así que solo te diré que pasa algo que lo está atormentando y que cuando llegue el momento oportuno, te lo dirá-. Levantándose, se dirigió hacia la cuna de Ed-. ¿Todavía sigue durmiendo? -. Buena táctica, pensé. Hablar del bebé para despistarme de lo que realmente interesa en este momento.
- Sí, no es la hora en la que él se despierta. A penas son las ocho de la mañana.
- Bueno, me iré a alistar para trabajar-. Susurró, segundos después-. Y antes de que me olvide... Por favor, sé paciente con Jace.
- No te preocupes, tengo mucha paciencia para personas como él-. Sonriendo falsamente, esperé que se retirara debido a que no podía ni soportarme a mí misma. ¡Era un mal día!-. Bien, es hora de enfrentar la realidad -. Me dije, media hora después debido a que Ed había despertado y necesitaba comer. Bajando los primeros escalones, el aroma de las galletitas de limón inundaron mis fosas nasales e hicieron que mi estómago se doblegara ante el agradable olor pero sacudiendo mi cabeza, pensé en la situación y con lamentable angustia, decidí permanecer firme. Entrando, me encontré con Harry y Niall que hablaban en voz baja mientras Jace se encontraba en la otra esquina con Lux que cortaba la masa con diferentes moldes.
- ¡Mami! -. Exclamó, en cuanto me vio. Bajando de su silla, corrió para darme un beso en la mejilla y tomar a Ed-. Estamos cocinando galletas con mi papá, ¿te gustaría probarlas?
- Ahora no, cielo pero lo haré más tarde-. Sonriéndole, dirigí mi mirada penetrante a su padre que observaba la situación.- Solo he venido a calentar algo de leche para Ed.
- ¿Has desayunado?-. Su voz demandante resonó en mis oídos y me sentí un poco irritada. ¿Hasta cuándo seguiría comportándose así?
- Sí, no te preocupes-. Yendo hacia la heladera, tomé el biberón de Ed y lo llené de leche para ponerlo en el microondas por dos minutos. A Ed no le gustaba demasiado caliente la misma así que siempre buscaba que esté en un punto medio-. Chicos, ¿tienen planes para hoy? -. Pregunté, acercándome hacia la mesa en la que estaban tomando su desayuno casi consumado.
- No, creo que me quedaré en casa a dormir un poco más-. Contestó, bostezando con cierto cansancio, Harry-. Me quedé hasta tarde escribiendo la letra de una canción.
- Me encantaría escucharla pronto como Fireproof.
- ¿Ya la has escuchado? -. Su tono de voz era de sorpresa y algo-. Harry, quedamos en que nadie la escucharía-. Frunciendo el ceño, negó con la cabeza, Niall-. Pero ya que no hay remedio, ¿qué te pareció, Diana?
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Matchpoint. (Harry Styles)
Novela JuvenilUn disparo era lo único que se necesitaba para crear este espacio entre los dos. La pregunta es, ¿Quién será el primero en decir adiós?