Capítulo 9- Todo vale en el amor.

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Ana.

Había pasado dos semanas desde que doné médula ósea y me reconfortó saber que el pequeño de la misma edad que mi hijo, había recibido exitosamente el trasplante.

Obviamente, tuve ciertos problemas con mi cuerpo y con la comida pero Jace había mantenido guardia a mi lado y eso, por más que me fastidiara por momentos, hizo que me sintiera protegida ya que los chicos junto a Harry habían decidido viajar por una serie de presentaciones en EE.UU que duraría un mes y, pese a que tenía mi número telefónico, no había recibido ni un mensaje de su parte. ¿Acaso no era su amiga? ¿O sólo estaba jugando conmigo?

- ¿Todo bien? – Girando mi rostro, asentí a Luke, antes de seguir apreciando el jardín que comenzaba a teñirse de blanco. – Mañana, harán la fiesta en la que estará como invitada especial, Taylor Swift, la ex novia de Harry.

- Ni me lo digas...

- ¿Celosa? – Riendo, se acercó para besar mi cabello. – Sabes que tienes, a mi pesar, a un idiota enamorado que daría cualquier cosa porque lo quisieras de la misma manera. No lo desaprovechas.- Alejándose, dejó que mis palabras quedaran atrapadas entre el cerco de mis dientes porque tenía razón y, poco a poco, entendí que debía comenzar una nueva vida.

*Una semana después*

- ¿Debería preparar más ensalada? – Acercándome a la mesa, reí al ver a Jace y su cara llena de placer al poder comer "comida decente" ya que no le gustaba que viviera comiendo tantos vegetales cuando su debilidad era las milanesas con puré de papa. Él siempre decía que me dejaría si no me amara tanto por ellas. – Veo que no la echarás de menos...

- Creo que he muerto he ido al cielo.- Luke se unió al grupo de los amantes de carne. – Sólo tu hermano, podías conseguir una novia vegetariana.

- ¡Oye! Ed, también lo es. – Golpeando su hombro, seguí comiendo arroz integral con algo de ensalada. – No es malo comer saludable y más, cuando tengo un hijo.

- Es verdad, nunca he visto a un niño tan saludable como Ed. Bueno, si exceptuamos que heredó la debilidad de su padre. – Con un pedazo de carne entre sus dientes, pronto, su rostro reflejó la misma sensación de plenitud que sus hermanos. – Joder, esto está buenísimo.

- Deberías probar un pedazo, cariño. – Jace cortando un pedazo lo acercó hacia mis labios pero mi expresión fue neutral. - ¿Acaso tu comida sabe mejor que esto?

- No lo creo pero simplemente no quiero comer carne. – Encogiéndome de hombros, seguí revolviendo mi plato hasta que sentí nauseas.- Es mejor que los deje terminar con su almuerzo. Por favor, cuiden a Ed. – En segundos abandoné la mesa para dirigirme hacia el baño y vomitar lo poco que había logrado pasar por débil estómago.

- Ana, ¿estás bien? – Él, suavemente, golpeó con sus nudillos la puerta pero no abrí hasta que limpié mis dientes y saqué de mi boca ese sabor amargo y ácido. - ¿Has tenido otro malestar?

- No, solo que... - Suspirando, me apoyé contra la pared. – No soporto sentir el olor de la carne cerca de mis fosas nasales. Lo siento, pero no pretendía arruinar tu almuerzo. – Arrugando mi nariz, pasé una de mis manos por su cabello desordenado y algo húmedo. - ¿Hasta qué hora trabajas hoy?

- No lo sé... - Sonriendo, tomó mi mano. - ¿Tienes algún plan para los dos? – Levantando sus cejas trató de insinuar algo más.

- Solo quería que saliéramos a pasear un rato con los niños y tus hermanos. Han abierto un nuevo parque de diversiones a unas cuadras de aquí y me gustaría tomar algo de aire fresco. – Al fruncir su ceño, suspiré. Seguramente, no aceptaría salir.

Matchpoint. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora