Capítulo 34 - La maternidad

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*Una semana después

Diana

- No puede creer que esté haciendo esto-. Susurré, tomando con desánimo el té con leche que me había preparado Harry en cuanto se levantó.- ¿Acaso te has puesto de acuerdo con Nick para joderme la vida, no? -.

- Tal vez -. Contestó, haciendo caso omisivo a mi mirada que lo mataría si fuese posible aunque si muriere, ¿no sufriría acaso yo? Haciendo una mueca, seguí observando sus movimientos hasta que dignó a acercarse para desayunar juntos.

- ¿Estarás todo el día así? Porque por más que te maquilles una y otra vez, tu rostro no será tan bello como cuando sonríes-. Sus palabras agridulces hicieron que mi corazón latiera velozmente y mis mejillas se tornaran de un color carmesí.- Sé te costará ser indulgente con Lizzy pero es momento de dejar el dolor atrás y ser feliz. ¿Acaso no quieres eso? -. Mirándome por un largo rato, suspiró en cuanto no escuchó nada de mi parte. Levantándose, tomó su taza para ir hacia el estudio debido a que hoy comenzaban a grabar el nuevo álbum y pese a su poca tolerancia, siempre buscaba ser dulce conmigo. ¿Por qué debía llevarle la contraria? Pensé.

- ¡Harry! -. Exclamé, para acercarme a él rápidamente.

- ¿Qué? -. Girando su rostro, trató de sonreír pero ni siquiera disimuló la tristeza que asomaba por sus pupilas.

- Te amo y mucho-. Sin esperar su respuesta, lo abracé fuertemente y luego, para su gran asombro, uní nuestros labios en un suave y dulce beso.- Perdóname por ser tan cascarrabias y por olvidar que tú también estás pasando por una etapa estresante-. Volviéndolo a besar, sonreí en cuanto sentí que me correspondía.- Ten un bonito día, cariño-. Riendo suavemente, me escapé de sus brazos ni bien escuché la voz de los chicos. Una vez que Harry se encontraba trabajando más animado junto a ellos, revisé por última vez a los niños que seguían durmiendo en compañía de su tía Araceli que tenía el día libre para suerte de todos y en especial, mía.

- ¿Ya te vas? -. Escuché que decía, en cuanto quise arrimar lentamente la puerta de mi habitación.

- Sí, ya han pasado unos minutos y estoy atrasada-. Haciendo una mueca, traté de irme pero su voz nuevamente me detuvo.

- Recuerda que me prometiste que te ibas a portar bien con tu madre y que la ibas a perdonar. Ya la has hecho sufrir demasiado, Diana-.

- No recuerdo esa promesa pero intentaré ser una buena chica-. Guiñándole un ojo, sonreí en cuanto la vi rodar los ojos. Sí, a veces me gustaba jugar a la "mala chica" aunque siempre terminaba cediendo y más, si había de por medio emociones.- Espero que mi madre no intente jugar desde ese bando sino me tendrá a sus pies en cuestión de segundos-. Resoplando, me focalicé en comportarme seriamente debido a que esto no era una juego y quería saber la verdad por una vez en mi vida y sólo mi madre podía decirme lo que realmente había pasado el día en que abandoné mi casa a los quince años de edad.

Lizzy

- ¿Crees que vendrá? -. Pregunté, estrujando mis dedos temblaban anticipación.- Harry me dijo que estaba bastante pálida porque estuvo vomitando por varios minutos durante la madrugada. ¿Habrá sido conveniente reunirnos con ella? No busco que ella esté mal, Nick-. Con aquellas preocupaciones rondando intermitentemente en mi mente, espié nuevamente a través de la ventana de la sala para ver si alguien se asomaba. Poco después, el ruido de un motor hizo que mis nervios aumentaran y más cuando abrí la puerta de entrada para darle la bienvenida junto a Nick que en ningún momento dejó de sujetar mi mano temblorosa. Ni bien ella nos vio, apostó por una postura rígida y con sus ojos cargados de hielo, trató de mantenerse neutra en cuanto nos saludó con dos besos en la mejilla.

Matchpoint. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora