Nueve

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"Me subí al tren donde iba mi hermano", dice Ben, "y me llevó a lo más profundo de los túneles. Se detuvo en una enorme estación minera, en el subterráneo. Cientos de chicos encadenados juntos, trabajaban como esclavos. Lo busqué por todos lados. Por doquier. Pero no lo puede encontrar".
Suspira.
"Me acerqué sigiloso a uno de los chicos y le pregunté. Me escondí en las sombras mientras él le preguntaba a otros. Lo describí a la perfección. Finalmente,"me contestaron. Dijeron que estaba muerto. Estaban seguros. Vieron a uno de los tratantes de esclavos enojarse con él por no moverse lo suficientemente rápido y dijeron que lo golpearon con una cadena. Lo vieron morir".
Hay un largo silencio y después un llanto ahogado, y veo a Ben limpiándose las lágrimas. No sé qué decir. No puedo comprender la culpa que debe sentir.
"Nunca debí haberlo dejado solo", dice Ben. "De regreso en las montañas. Lo dejé solo, solamente una hora. No pensé que vendrían. No los había visto en años".
"Lo sé", le digo. "Yo tampoco pensé que vendrían. Pero no es culpa tuya. Ellos son los culpables, no tú".
"La peor parte de todo es no verlo por mí mismo", dice Ben. "No verlo muerto. No saber con seguridad. No puedo explicarlo, pero no creo que esté muerto. Una parte de mí todavía cree que esos chicos pudieron haberlo confundido con otra persona. Lo conozco. Él no moriría. No de esa manera. Es fuerte. Listo. Más listo que yo, más fuerte que yo. Y más rudo que yo. Creo que escapó. Realmente lo creo. Creo que regresó por el río. Creo que va "a regresar a nuestra casa a esperarme ahí. De regreso en las montañas".
Miro a Ben y noto una mirada delirante en sus ojos y me doy cuenta de que ha aprendido a creer en esa fantasía. No quiero arruinar su fantasía. No quiero"decirle que es casi imposible. Porque en esta época, todos necesitamos nuestros sueños, tanto como necesitamos la comida o el agua.
"¿Tú lo crees?", pregunta él, mirándome directamente. "¿Crees que todavía está vivo?"
No tengo el corazón para decirle que no.
En vez de eso, lo miro y le digo: "Todo es posible".
Porque una parte de mí, sabe que no es bueno vivir en la fantasía—pero otra parte de mí, ha aprendido que, a veces la fantasía es todo lo que tenemos.
*
Abro los ojos, desorientada. No entiendo lo que está pasando. El suelo de la cueva está lleno de miles de flores de colores brillantes, púrpura, blancas y rosas. Veo hacia abajo y noto que estoy acostada en una cama de flores, veo que la luz del sol ilumina la cueva. Afuera hace calor, es un agradable y hermoso día de primavera, con suaves brisas que vienen del río. Más allá de la entrada de la cueva, veo árboles frondosos, flores por todos lados, pájaros cantando. El sol es tan brillante y fuerte, es como una luz que brilla desde el Cielo. Cuando miro mi entorno, noto que hay un brillo suave en el aire; un"brillo suave en el aire; un gran sentido de paz se apodera de mí.
Me incorporo y veo que, de pie delante de mí, está Rose, con una luz que irradia detrás de ella. Para mi asombro, se ve"perfectamente saludable y feliz ahora, tiene una gran sonrisa en su rostro.
Ella se acerca y me envuelve en sus brazos en un gran abrazo. Besa mi mejilla y susurra: "Te amo, Brooke".
La aparto y la miro y la beso en la frente, feliz de verla sana otra vez.
"Yo también te amo", le digo.
Siento el calor y amor que irradia. Lentamente se aleja. Trato de detenerla, pero suelta mis manos y siento que se escapa.
"¿Rose?"
Ante mis ojos, ella empieza a irse flotando. Ella se desplaza por el aire, sonriéndome.
"No te preocupes", dice ella. "Ahora ya soy feliz".
Se vuelve más y más transparente, hasta que se funde con la luz. Sale flotando de la cueva, al cielo, cada vez más y más arriba, todo el tiempo me mira sonriendo. Siento el enorme amor que me da, y yo siento también mucho amor por ella. Quiero detenerla. No quiero que se vaya. Pero siento que se va.
Despierto, mirando alrededor de la cueva. Me pregunto si estoy soñando esta vez, y me toma un minuto darme cuenta de que esta vez estoy realmente despierta.
La luz del sol inunda la cueva, y "hace más calor que ayer. La nieve está apilada a gran altura, pero ya se está derritiendo y la luz rebota. Recuerdo haberme quedado despierta toda la noche con Rose; ella estaba temblando, ardiendo en fiebre toda"la noche. Pero no la dejé ir. La sacudí y le susurré al oído que todo estaría bien.
Ahora echo un vistazo y noto que Rose sigue en mis brazos. Poco a poco me recuesto, la miro—y mi corazón se congela al ver que sus ojos están abiertos. Abiertos sin moverse. La miro varios segundos antes de darme cuenta de que está muerta.
Miro a mi alrededor y todos están durmiendo y me doy cuenta de que soy la primera en despertar.
Sostengo a Rose firmemente, meciéndola, mis ojos inundados de lágrimas. Penélope, en su regazo, lloriquea y gime, y empieza a ladrar. Lame la mano de Rose, y ladra una y otra vez.
Los demás de la cueva despiertan. Bree se despierta y se apresura y me preparo. Ella se inclina y mira al rostro de Rose. Y entonces, de repente, su rostro rompe en llanto. Empieza a llorar desesperadamente.
"¡ROSE!", ella grita. La envuelve en sus brazos, abrazándola con fuerza. Ella solloza y solloza.
Ben y Logan se incorporan y echan un vistazo, con expresiones de seriedad en sus rostros. Veo que Logan enjuga una lágrima y gira, no queriendo que lo vea.
Sin embargo, Ben"deja que caigan las lágrimas libremente de su rostro. Siento la humedad en mis mejillas y me doy cuenta de que yo también sigo llorando. Pero, extrañamente, también tengo una"sensación de paz. Mi sueño había sido tan real, tan vívido—siento que realmente ocurrió, que Rose estaba conmigo. Siento que ella realmente se despidió, y que ahora está en un lugar tranquilo.
"Soñé con ella", le digo a Bree, tratando de consolarla. "La vi. Ella estaba feliz. Y sonriendo. Ahora está en un buen lugar. Es feliz".
"¿Cómo lo sabes?", pregunta Bree.
"Ella me lo dijo. Está feliz. Te ama".
Esto parece hacer sentir mejor a Bree. Su llanto disminuye, y suavemente retrocede.
Miro hacia afuera y me doy cuenta de que nunca podremos enterrar a Rose con este clima. Incluso en este día que es más cálido, estoy segura de que el suelo estará congelado. Tendrá que ser un entierro en el río.
Imagino que cuanto antes lo hagamos, será mejor. Tenemos que seguir adelante. Tenemos que seguir avanzando.
"¿Quieres ayudarme a cargarla?", le pregunto a Bree, tratando de involucrarla.
Me levanto, sujeto los brazos de Rose, y dejo que Bree la tome de las piernas. Juntas, salimos de la cueva. Ben y Logan y Penélope nos siguen.
Caminamos en la nieve blanda, que nos llega a las pantorrillas, a la luz del amanecer y quedo cegada"momentáneamente. Es como un día de verano. Los pájaros cantan, tal vez estemos veinte grados más caliente. Y mucha de la nieve se ha congelado. La"tormenta ha pasado. Parece que nunca hubiera ocurrido.
Penélope se pierde en la espesa nieve y Logan se agacha y la levanta.
"¿Adónde la estamos trayendo?", pregunta Bree. "No podemos enterrarla", le digo. "El suelo está congelado y no tenemos palas. Tendremos que enterrarla en el río. Lo siento".
"Pero no quiero ponerla en el agua", dice Bree, su cara se arruga cuando empieza a llorar de nuevo. "No quiero que se la coman los peces. Quiero enterrarla aquí, en esta isla".
Logan, Ben y yo intercambiamos una mirada de preocupación. No sé qué decir. Entiendo cómo se siente ella. Y no quiero empeorar las cosas para ella. Pero también, no es práctico. Pero conociendo a Bree, no se rendirá. Tengo que encontrar una solución alternativa.
Miro al río y se me ocurre una idea.
"¿Qué te parece en el hielo?"
Bree voltea y mira al río.
"¿Ves esos enormes trozos de hielo? ¿Qué tal si ponemos a Rose en uno de ellos? ¿Qué tal si se la llevan río abajo? Se irá flotando, llevada por el hielo. Como un ángel, flotando. Finalmente el hielo se derretirá y el río se la llevará. Pero aún no".
Me preparo, esperando"que Bree esté de acuerdo.
Para mi alivio, lentamente, ella asienta con la cabeza."Todos caminamos hasta la orilla del agua y al acercarnos, observo y espero uno de esos bloques de hielo ocasionales que flotan río abajo. Están lejos y son pocos, pero de vez en cuando vienen. Uno va flotando, pero está como a cuatro metros y medio del agua—de ninguna manera puedo atraparlo.
Esperamos y esperamos y finalmente, un enorme bloque de hierro, como de un metro ochenta de largo, se desprende de los demás y flota hacia nosotros, como si fuera conducido por una corriente mágica. Está como a cuarenta y cinco centímetros del agua, y mientras trato de imaginar cómo voy a vadear, a la vez que sostengo a Rose, de repente Ben y Logan entran en acción. Se apresuran a ir hacia mí, caminando en el agua, sosteniendo un extremo cada uno. Sus botas se empapan y estoy segura de que el río está congelado, pero lo soportan con estoicismo. Es agradable verlos trabajar juntos, para variar.
Ellos jalan el hielo cerca de la orilla, y juntos, todos ponemos a Rose en él. Ella parece un ángel acostada encima.
Mientras sostenemos el hielo, Bree se para sobre ella, mirando hacia abajo.
"Te amo, Rose", dice ella"Penélope ladra.
Finalmente, después de varios minutos de silencio, Bree da un paso atrás. Los cuatro empujamos suavemente el enorme bloque al río."Todos estamos en la orilla y vemos cómo el bloque de hielo sigue la corriente y empieza a irse flotando, río abajo, con el pequeño cuerpo de Rose encima: sí que parece un ángel, flotando en medio de todo ese blanco. Espero que adondequiera que vaya, sea un lugar lleno de paz.
Logan ya tiene en la mira a nuestra lancha. Él se acerca a ella y empieza a quitar la nieve, preparándola.
"Debemos irnos ahora", dice él, quitando la nieve con las dos manos, sin perder tiempo.
"Yo también quiero irme", dice Bree. "Odio este lugar. No quiero volver aquí jamás".
"¿Ir a dónde exactamente?" Pregunta Ben. Estoy sorprendida. Es la primera vez que él pregunta acerca de nuestros planes o muestra preocupación.
"¿Qué te importa?", Logan espeta. "Nunca habías dicho nada antes".
"Pues ahora estoy diciendo algo", dice Ben. Siento la tensión entre los dos.
"Vamos al norte", contesta Logan. "Como siempre lo hemos hecho. A Canadá".
"Aquí somos cuatro", dice Ben. "Y yo no quiero ir a Canadá".
Logan lo mira, estupefacto. Yo también estoy asombrada.
"Como dijiste, somos cuatro", dice Logan. "Eso significa que la mayoría gana. Yo quiero irme, Bree también. Somos dos. ¿Brooke.    Me pregunta, mirándome."En realidad, ahora que me lo pregunta, no estoy tan segura. Una parte de mí me dice que estamos bien en esta isla. Es difícil que nos atrapen, es difícil ser emboscados. Tenemos una cueva, un refugio del viento y de los elementos. Una parte de mí se pregunta si podemos vivir aquí. Sería aburrido, pero seguro, estaríamos protegidos. Cuando se nos acabe la comida, podríamos llevar la lancha a la costa y cazar. Atrapar comida, traerla más tarde. Y tal vez podríamos cultivar algo aquí, en el verano. Y pescar.
Respiro profundo, sin querer causar una desavenencia.
"No sé lo que hay allá afuera", digo. "Podría ser más seguro continuar hacia el norte. Pero podría ser más peligroso. Personalmente, creo que sería más seguro quedarnos aquí. No sé por qué la prisa de irnos. No sé cómo podrían encontrarnos aquí los tratantes de esclavos. Si tienes miedo de que vean la lancha, podemos arrastrarla tierra adentro, esconderla entre los árboles. Creo que podría ser peor para nosotros ir allá afuera. Voto porque nos quedemos aquí".
Logan parece pillado de improviso.
"Eso es absurdo", dice él. "Nos quedaremos sin comida en pocos días. Tal vez encontremos más, tal vez"sobrevivamos aquí unas cuantas semanas. ¿Y después qué? Los tratantes de esclavos nos siguen buscando. Y esta es solamente una franja miserable de tierra. ¿Y qué tal si hay una ciudad por allá? Una ciudad de"verdad, que tenga todo lo necesario para que vivamos para siempre?"
"Tenemos todo lo que necesitamos aquí", les digo. "Comida. Refugio. Seguridad. ¿Qué más necesitamos?"
Logan mueve la cabeza negando. "Como dije, la mayoría gana. Voto porque nos vayamos. También Bree. Tú votas porque nos quedemos. ¿Ben?"
"Yo también voto porque nos vayamos", dice Ben.
Esto me sorprende.
Logan sonríe. "Ahí lo tienes", dice Logan. "Nos vamos".
"Pero yo voto por ir al sur", añade Ben.
"¿Al sur?", pregunta Logan. "¿Estás loco?"
"Quiero volver a mi antigua casa", dice Ben. "En las montañas. Quiero esperar ahí a mi hermanito. Podría regresar".
Mi corazón se rompe de escuchar esto. Pobre Ben, que sigue colgado a su fantasía.
"De ninguna manera volveremos ahí", dice Logan. "Tuviste tu oportunidad. Debiste haber dicho algo antes".
"Haz lo que quieras", dice Ben. "Yo volveré a casa".-
Los cuatro nos quedamos ahí parados, paralizados. No se hará una votación de mayoría. Todos estamos destrozados, todos queremos otra cosa, nadie cede un centímetro."De pronto, un crujido se oye en el aire. La rama de un árbol cae cerca de nosotros y me toma un momento darme cuenta. El ruido surge de nuevo, y cae otra rama, es cuando me doy cuenta: fue un tiro. Nos están disparando.

Arena dos la Trilogía de la supervivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora