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"Poco a poco abro mis ojos, preguntándome si estoy viva o muerta. Mi cabeza me mata. Siento como si pesara cuatrocientos cincuenta mil kilos y al ver alrededor, parpadeo, y me esfuerzo por averiguar dónde estoy.
Veo a Bree sentada junto a mí, a Charlie a su lado y a Ben junto a él. Estamos en una especie de celda, protegida con barras de metal, que lleva a un túnel exterior. Solamente estamos los cuatro aquí."Me pregunto si estoy despierta o dormida, hasta que Bree de repente se incorpora y me mira.
"¿Brooke?", pregunta.
Ella se inclina y me da un gran abrazo. Mi cabeza se parte, pero sigo abrazándola. Charlie se acerca corriendo y me abraza también. Ben se arrodilla, me mira, y coloca una mano en mi cara, con suavidad.
"¡Estás viva", dice él aliviado.
Él se inclina y me besa en la frente, pese a todo, me siento electrizada por la sensación de sus labios en mi piel.
Me mira con tanto amor, como lo hacen los demás, y me doy cuenta, finalmente, que estoy viva. Lo logré.
"¿Qué ocurrió?", pregunto.
"Mataste al monstruo", dice Charlie.
"Y después te desmayaste, bajo el agua, y Ben se zambulló y te salvó".
"Cuando el monstruo murió, cancelaron el juego", dice Ben. "Nos acompañaron afuera, a esta nueva celda. Creo que nadie lo había matado antes. Creo que están pensando qué hacer. No creo que nos habrían matado ahí, frente a todos. Creo que la multitud quería más"."Me incorporo, frotando mi cabeza, tratando de recordar. Recuerdo haber saltado de la cueva, haber apuñalado al monstruo, haberme hundido en el agua...pero después, nada.
"Eres muy valiente", dice Ben.
"¿Cuánto tiempo llevo aquí?", pegunto."Has estado dormida durante horas. Ya es de noche. Ellos nos trajeron a esta nueva celda. Creo que está ocurriendo algo distinto. No sé qué. Pero creo que hicimos enojar a algunas personas".
Escucho el sonido lejano de una puerta de metal que se abre, y después es azotada. Se escucha una docena de botas marchando, y todos nos sentamos y observamos.
Aparecen varios tratantes de esclavos. Abren nuestra celda, y parado al centro, está el líder. Es más alto y más gordo estando de cerca, sobrepasa a la altura del hombro, por encima de los demás, y usa una larga capa verde. Está sosteniendo algo, y me sorprende ver lo que es.
"¡Penélope!", grita Bree.
Ella se retuerce y ladra en sus manos, tratando de escapar; pero el líder la aprieta contra su pecho, con un puño de hierro, casi sofocándola.
"Este es tu perro", le dice él a ella, con una voz grave y retorcida. "¿O debo decir que era tu perro. Ahora es nuestro".
Penélope lloriquea, y veo la decepción en la cara de Bree."El líder se dirige a mí, y su sonrisa cambia a un ceño fruncido.
"Me has retado", dice él. "Nunca había visto a alguien que hiciera lo que tú has hecho. Me has dejado en ridículo frente a toda mi gente".
Trago saliva, preguntándome qué nos tiene reservado. Rezo para que no haya"más arenas. Mi cuerpo no puede aguantar otro día.
"Pero la venganza será mía", continúa diciendo. "Mañana los ejecutaré públicamente, en la cima de nuestra loma más alta, para que todos los vean. Servirá de mensaje para todos los que intenten desafiar nuestras reglas".
Da un paso al frente y me sonríe.
"Mientras tanto, en su última noche en la Tierra, les concederé un últimos deseo. Voy a permitirles elegir a uno de los cuatro para sobrevivir. Ustedes elegirán. Los otros morirán. Puedes elegirte a ti misma, si quieres".
Me mira con una sonrisa perversa y me doy cuenta de que ésta es la más cruel de las cosas que ha hecho. ¿Cómo puedo elegir a uno de los cuatro? Por supuesto, elegiría a Bree. Pero eso sería injusto para Charlie y para Ben. Elegir a uno sería una sentencia de muerte para los demás. Y Bree moriría de tristeza por la culpa. La conozco. No puedo hacerle eso. No puedo hacer que toda nuestra sangre caiga sobre ella."Pienso rápidamente, rompiéndome la cabeza-y se me ocurre una idea.
"Elijo a nuestro perro, Penélope", le digo. "Permítale quedarse con nosotros en nuestra noche final".
El líder me mira como si estuviera loca, me ve con los ojos bien abiertos, impactado. Después, rompe a reír a carcajadas, burlándose. Estira la mano y"avienta a Penélope, y ella vuela por los aires, cayendo en el suelo.
"Eres más tonta de lo que pensé", dice él. "Disfrutaré viéndolos morir mañana".
Se da la vuelta y sale de la celda, y su gente lo sigue, azotando la puerta de metal atrás de él y cerrádola con llave. Escucho el ruido de sus botas, alejándose.
Bree atrapa a Penélope, besándola, y Penélope lloriquea.
Inmediatamente, los demás voltean y me miran.
"¿Por qué hiciste eso?", pregunta Ben bruscamente. "¿A Penélope? ¿Es en serio? ¿De todos nosotros? Pudiste dejar que uno de nosotros viviera. Bree. O Charlie. Cualquiera. ¿Por qué hiciste eso?", contesta, va en aumento su frustación.
"Tengo un plan", le digo a él. "¿Ves eso? ¿En la pared del extremo?"
Todos voltean y miran. Ahí, por debajo del corredor, como a quince metros de distancia, están las llaves de todas las celdas, colgadas en ganchos.
Volteo a ver a Penélope.
"Ella es la perrita más lista que he conocido. Ella es nuestro boleto de salida"."Miro a Charlie.
"Charlie, dijiste que conocías la salida".
"¡Así es!", insiste, a la defensiva.
"Te creo", le digo. "Si salimos de esta celda, ¿nos podría guiar a la salida?"
Charlie asiente vigorosamente con la cabeza."He visto los túneles. Sé hacia dónde van. Hay una salida, una salida trasera. Hacia el río. Hay lanchas en el río. Podríamos tomar una".
Ben niega con la cabeza. "Es arriesgado", dice él.
"¿Tienes alguna otra idea?", le pregunto.
Me mira, largamente y con frialdad, finalmente niega con la cabeza. "Hagámoslo".
Volteo a ver a Bree.
"Bree. Habla con Penélope. Ella te obedece. Dale la orden. Dile lo que hay que hacer. Dile que nos traiga las llaves. Las que necesitamos".
Bree lleva a Penélope al borde de la celda, y todos la seguimos. Miro a ambos lados, y no veo a nadie.
Bree acerca a Penélope y le susurra al oído.
"Penélope, nena. Necesitamos tu ayuda. Por favor. Tienes que traernos esas llaves".
Bree señala la pared del fondo y Penélope la mira con el ojo bueno.
"¿Entiendes?", pregunta Bree. "toma esas llaves y tráelas aquí. ¡Anda!"
Bree se arrodilla y mete el cuerpo delgado de Penélope entre las barras y la empuja hacia el pasillo.
Penélope da tres pasos, después se detiene y voltea y mira a Bree.
Bree señala la pared del fondo.
"¡Anda!", susurra ella."Penélope duda, de repente se da la vuelta y va hacia la pared del fondo. Corre por el pasillo, pone el llavero en su hocico, lo levanta del gancho, y corre de vuelta con él. Corre y corre, deslizándose entre las barras, con las llaves en su hocico.
Dentro de la celda, las suelta en la palma de la mano de Bree.
No puedo creerlo. Funcionó. Todos estamos emocionados y encantados. Mi corazón se llena de amor y aprecio por la perrita.
Bree me da el llavero y está pesado, lleno de llaves. De inmediato les doy vuelta, paso por los barrotes, y pruebo cada una. Al meter la tercera llave, ésta da vuelta con un chasquido metálico fuerte, y la celda se abre.
Funcionó. No puedo creer que funcionó.
Todos nos apresuramos a salir de la celda. Bree agarra a Penélope y la mete dentro de su chamarra.
"Charlie, es tu turno. ¿Por dónde nos vamos?"
Charlie está ahí parado, mirando a ambos lados, vacilante. Entonces, gira a la derecha.
"Por aquí", dice él, saliendo. Lo seguimos y pronto estamos todos corriendo por los pasillos.
Charlie da vuelta a la izquierda y a la derecha, siguiendo las luces"Penélope duda, de repente se da la vuelta y va hacia la pared del fondo. Corre por el pasillo, pone el llavero en su hocico, lo levanta del gancho, y corre de vuelta con él. Corre y corre, deslizándose entre las barras, con las llaves en su hocico.
Dentro de la celda, las suelta en la palma de la mano de Bree.
No puedo creerlo. Funcionó. Todos estamos emocionados y encantados. Mi corazón se llena de amor y aprecio por la perrita.
Bree me da el llavero y está pesado, lleno de llaves. De inmediato les doy vuelta, paso por los barrotes, y pruebo cada una. Al meter la tercera llave, ésta da vuelta con un chasquido metálico fuerte, y la celda se abre.
Funcionó. No puedo creer que funcionó.
Todos nos apresuramos a salir de la celda. Bree agarra a Penélope y la mete dentro de su chamarra.
"Charlie, es tu turno. ¿Por dónde nos vamos?"
Charlie está ahí parado, mirando a ambos lados, vacilante. Entonces, gira a la derecha.
"Por aquí", dice él, saliendo. Lo seguimos y pronto estamos todos corriendo por los pasillos.
Charlie da vuelta a la izquierda y a la derecha, siguiendo las luces de emergencia, a través de diversos túneles,"dando vueltas una y otra vez. Apenas puedo mantener su ritmo, y no puedo creer cómo es que averiguó todo esto.
Empiezo a preocuparme de que sepa a dónde va, cuando, después de varias vueltas, se detiene ante dos luces de emergencia amarillas. Él se dirige a una parte negra de la pared, extiende la mano y golpea duro con los nudillos. Se escucha un sonido hueco.
"Esta es la puerta", dice él. "Los he visto usarla. Va hacia afuera. ¿Están listos?"
Los cuatro nos agolpamos a su alrededor y tiramos de ella para abrirla.
No puedo creerlo. Estamos afuera. La encontró. Charlie tenía razón.
Estamos fuera del complejo de la prisión, en una especie de puerta trasera. Es sorprendente estar a la intemperie de nuevo. Libres.
Es de noche y el cielo está lleno de miles de estrellas. Es una noche de frío invierno, la temperatura está bajando otra vez, y estamos en los elementos de congelación. Todavía traigo mi uniforme, igual que los demás, y nos da cierta protección, pero no es suficiente para mantenernos calientes."Charlie señala el río a lo lejos. Brilla a la luz de la luna, y veo las lanchas motoras de los tratantes de esclavos, flotando en el agua. Es tarde y no se ve que haya tripulación."Todos nos echamos a correr, por la hierba hacia el río, que está a noventa metros de distancia. El suelo está cubierto de hielo y nuestras pisadas crujen cuando corremos. Hay torres de vigilancia a nuestro alrededor, pero está oscuro, no es una noche de luna, y no hay tratantes de esclavos haciendo guardia en este lado del complejo.
Cuando llegamos a la orilla del río, nos dirigimos a una lancha motora. Es hermosa, nueva, y está ahí, anclada, nadie hace guardia. Por supuesto, ¿por qué habrían de hacerla? Estamos dentro de un complejo militar.
"Vámonos", susurro con desesperación.
Subimos de un salto a la lancha. Al hacerlo, Ben de inmediato quita el ancla.
Mi corazón late con fuerza mientras busco la llave, y la encuentro en el encendido. Me aseguro de que todos estén sentados, le doy vuelta, preparándome.
Se enciende. Oprimo el acelerador, primero despacio. No quiero hacer mucho ruido hasta que salgamos del perímetro de la ciudad."Nos movemos, y miro alrededor de nosotros al marcharnos, buscando cualquier señal de que nos estén siguiendo. Pero no hay ninguna. Debe ser una hora avanzada de la noche, y nadie está mirando. Miro hacia abajo y tenemos el tanque de combustible lleno. Veo"alrededor y mis compañeros pasajeros tienen cara de terror.
Quiero acelerar, pero me obligo a ir despacio, a solo unas cuantas millas por hora, casi a la deriva del río en la noche oscura. A mi derecha, a lo lejos, veo el contorno de la arena, de los estadios, de todos los diversos terrenos para competir. A lo lejos, veo a un grupo de tratantes de esclavos, haciendo guardia. Pero están muy lejos, y nos están dando la espalda. Nadie nos mira aquí, deslizándonos por el río. Y si lo hacen, probablemente suponen que somos de su grupo.
Conforme avanzamos, el río zigzaguea. Nos dirigimos al norte, contra la corriente. Tan lejos de Manhattan como podamos. Hacia Canadá.
Seguimos adelante, zigzagueando y cuando estamos lo suficiente lejos donde creo que estamos seguros, oprimo el acelerador. El motor ruge y ganamos verdadera velocidad. Ahora estamos corriendo por un río sin nombre, yendo quién sabe a dónde, no me importa el rumbo. Mientras sea lejos, muy lejos de aquí.
No puedo quitarme los rostros de Logan y Flo de mi mente. Siento que nos están mirando, observándonos. Y que están sonriendo.
Lo logramos. Sobrevivimos.

Arena dos la Trilogía de la supervivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora