Catorce

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"Me despierto con un terrible dolor de cabeza. Todo el lado derecho de mi cara está hinchada y puedo sentir un enorme chichón en la cabeza. El dolor es tan fuerte que, por primera vez, no siento el hambre ni el frío. Siento una combinación de una mala resaca y de haber sido golpeada con fuerza en la cara.
Es cuando recuerdo: los tratantes de esclavos. Nuestra pelea. Esa bota cayendo sobre mi cara."En un ataque de pánico repentino, trato de pensar en dónde estoy.  Escucho el sonido familiar del tren caminando por las vías y sintiendo un viento helado soplando, y me doy cuenta de que estoy de regreso en el mismo vagón del tren. Excepto que ahora, las cosas son distintas: Estoy acostada de lado, en el suelo, y cuando trato de mover mis manos y pies, me doy cuenta de que estoy atada. Mis manos están atadas firmemente detrás de mi espalda con una cuerda de lino áspera, y mis pies están atados de los tobillos.  Me retuerzo, trato de moverme, pero no puedo. La cuerda me corta mi piel. Me ataron fuertemente.
Levanto la cabeza, mirando a mi alrededor, intentando ver desesperadamente quién más está aquí conmigo. Primero busco a Bree. Hay varios cuerpos espacidos en el suelo del vagón, y al principio no puedo saber quién es quién. Somos por lo menos diez personas. Ahora somos el primer grupo que fue arrojado aquí: atados. Desamparados."Me inunda al pánico al pensar si Bree todavía está conmigo.  Si está viva o muerta. Miro alrededor, en todas direcciones, moviendo mi cuerpo lo más que puedo, y finalmente, con alivio, la veo a ella.  También está atada, acostada ahí. Me siento tranquila de que ella esté aquí, y más aliviada al ver que tiene los ojos abiertos, y me está mirando. Hecha un"ovillo contra ella, está Penélope, temblando, acobardada.
"¿Bree? ¿Estás bien?"
Ella asiente con la cabeza, pero sus ojos se abren de par en par, y puedo ver el miedo en su rostro.
"¿Estás lastimada?", le pregunto. Examino su cuerpo, no veo signos de lesión, y mientras ella niega con la cabeza, me siento todavía más tranquila.  Tenemos suerte. Maté a varios de ellos.  Y lo único que hicieron a cambio fue atarme a mí y a los demás.
Pero al pensarlo, me doy cuenta de que tal vez no tengamos tanta suerte.  Si eligieron atarnos y llevarnos a algún sitio, en vez de matarnos, debe haber una buena razón. Y eso solamente puede significar que nos llevarán a algún lugar de tortura. O usarnos como deporte. O peor aún, hacernos pelear en otra arena.
Mi alma abandona mi cuerpo de sólo pensar en ello. Miro alrededor del vagón, y veo a Ben y a Logan, ambos atados. También echo una ojeada a los otros chicos, todos están atados, acostados en el suelo, sin moverse. No puedo creer que yo haya terminado otra vez en esta posición. Como prisionera."No puedo imaginar ser llevada a otra arena. Cierro mis ojos por un momento ante el dolor, tratando de bloquearlo todo.
El viaje en tren es muy accidentado: mi cabeza se golpea con el piso de madera, y me despierto. Me doy cuenta que me quedé dormida."De repente, escucho un fuerte golpe en la puerta del vagón. Me siento confundida, porque el tren se sigue moviendo. Se oyen golpes nuevamente, de ambos lados, como si fuera granizo contra la madera.
Me doy la vuelta, contra la puerta del coche, y levanto mi cuello, mirando a través de los listones.  No puedo creer lo que veo.
El tren reduce su velocidad cuando entramos a los restos de una ciudad.  Es un lugar enorme, hay edificios quemados, montones de escombros.  Las calles están llenas de basura, desechos, y para mi sorpesa: personas. Mutantes. Biovíctimas. Sus rostros se deforman y se funden, sus cuerpos están demacrados.  Sus rostros están deformes y fundidos; sus cuerpos demacrados.  Parecen locos, como si un manicomio hubiera dejado salir a sus pacientes al mismo tiempo. Parece como si fueran a despedazarnos, si pudieran. Por una vez, estoy feliz de que estas puertas del tren se cierren con pasador."Las turbas comienzan a cojear hacia el tren, lanzándonos piedras al pasar. Algunos llegan hasta la puerta, golpeándola con palos. Ellos cantan y gritan, y yo trato de entender lo que está pasando.
Al pasar por la ciudad, manzana tras manzana, me doy cuenta de que nos llevan a otro lugar para disfrute de esta gente.  Que somos la diversión.  El sonido de los objetos golpeando el vagón, es ensordecedor."Trato de saber en qué ciudad estamos. Hemos llegado tan lejos al norte, durante tanto tiempo, que supongo que estamos en el norte del Estado de Nueva York. Al ver el contorno de la ciudad, creo reconocer lo que antes fue Búfalo. Veo ríos a lo lejos, entrecruzando la ciudad, y estoy sorprendida al ver varias lanchas motoras en ellos. Embarcaciones de los tratantes de esclavos, bien protegidas, docenas de soldados por todos lados.
Eso me dice algo. Nos están llevando hacia ellos. Y eso solo puede significar una cosa: una nueva arena.
Los golpes se oyen tan fuerte, que temo que vayan a romper nuestras puertas del vagón.  En ese momento, nuestro tren, de repente cae, como si fuéramos en la montaña rusa.  Siento que mi estómago se sume.  De pronto, la ciudad se queda a oscuras. Las pistas han descendido, han caído en un túnel, debajo de la ciudad. Ahora todo lo que veo son las luces rojas de emergencia del túnel, que pasamos cada seis metros, más o menos. Nuestro destino no debe estar lejos."Atravieso el vagón, junto a Bree. Quiero asegurarme de que está bien.
"Tranquila, Bree", le digo. "Sólo quédate cerca de mí. ¿Entiendes? Pase lo que pase, quédate cerca de mí".
Ella asiente con la cabeza, y puedo ver que intenta ser valiente, pero asiente entre lágrimas silenciosas.
De repente, el tren se detiene.  Se oye el ruido de que están descorriendo el"cerrojo del vagón, el cerrojo se desliza hacia atrás.
Penélope ladra.
"¡Anda, Penélope!", grita Bree.
Ella mira a Bree y lloriquea, pues no se quiere ir.
"¡VETE! ¡CORRE! ¡ESCAPA!", grita Bree con vehemencia.
Penélope finalmente la escucha, y en cuanto la puerta se abre, ella se gira y escapa, saliendo de un salto. Ella corre tan rápido, que evita que los tratantes de esclavos la noten y desaparece debajo de las vías.  Espero que huya lejos de aquí.
No somos tan afortunados.  Varias botas de acero se suben al vagón, y miro hacia arriba y veo los rostros, a través de las máscaras, observándonos.
Ahora estamos a merced de ellos.
*
Un tratante de esclavos se acerca a mí y saca un enorme cuchillo.  Estoy ahí acostada, atada e indefensa, y cierro mis ojos, esperando ser apuñalada.  Me preparo. El cuchillo se acerca más, y él se inclina y veo bajar la navaja.  Me estremezco."Pero para mi sorpresa, no me acuchilla, sino que desliza el cuchillo entre mis pies y corta la cuerda que ata mis tobillos. A mi alrededor, los tratantes de esclavos están haciendo lo mismo con  los demás. Quieren que caminemos. Nos quieren llevar a algún lugar.
Espero que también liberen las cuerdas de mis muñecas, pero no soy tan"afortunada. Un tratante de esclavos me sujeta por detrás, de la parte trasera de mi blusa, y me jala fuerte de los pies.  Se siente bien estar de pie de nuevo, y froto mis tobillos, tratando de calmar la quemadura de la cuerda.  Las cuerdas todavía están demasiado apretadas a mi muñeca, limitando mis hombros y aunque puedo caminar, apenas puedo moverme de otra manera.
Los tratantes de esclavos también le quitan la mordaza a los otros prisioneros. En cuanto lo hacen, una chica un par de años más joven que yo, grita, frenética.
"¿¡Adónde nos llevan!? ¿Adónde vamos? ¿Dónde estamos?"
Un tratante de esclavos extiende la mano y abofetea con fuerza su cara. Ella grita y cae, estrellándose con unas cajas vacías.  Otro tratante de esclavos le da un tirón a sus pies.
Lección aprendida. No seas insolente.
Nos sacan del tren hacia el piso del túnel del tren. Mis botas crujen en la grava.  Al menos aquí está seco, no hay nieve.  Pero es de noche, iluminada solamente por las lámparas de emergencia y hace frío; las ráfagas de aire azotan a traves de los túneles vacíos. Nos juntan"como ganado y me aseguro de estar cerca de Bree. Nos empujan y gritan y empezamos a caminar por el túnel, yendo más adentro, en la oscuridad. Me pregunto adónde nos están llevando.
Nos llevan a empujones de un túnel a otro, un grupo desharrapado, decenas de"tratantes de esclavos detrás y enfrente de nosotros. Camino con Bree de un lado y con Logan y Ben del otro. Logan va sufriendo, se nota, cojea terriblemente con su pierna, y Ben y yo hacemos lo más que podemos para que se apoye entre nosotros. Los otros prisioneros caminan como borregos, sin intentar resistirse.
Pasamos una curva, y nos detenemos ante un muro de piedra. Con una sola antorcha y debajo de eso, casi no puedo distinguir una puerta de acero. Un tratante de esclavos se adelanta, quita el cerrojo y la abre de un tirón.
Me dan una fuerte patada en la espalda y voy volando, con el resto del grupo, tambaleando en la habitación.  Aterrizo fuerte en el suelo, rodando en el suelo sucio y lleno de polvo, y después escucho que la puerta de acero se cierra detrás de mí.
Pero mis manos están tan fuertemente atadas a la espalda, que es difícil para mí hacer palanca para ponerme de pie.  Estoy ahí acostada, junto a Bree, Logan y los demás, y miro hacia arriba, tratando de ver dónde estamos."Estamos en una enorme y cavernosa habitación; las paredes están iluminadas por antorchas, en lo alto.  Es como una gran cueva. Lo primero que noto es el ruido. Y lo segundo, es el movimiento.
Miro hacia arriba, parpadeando para quitar el polvo de mis ojos y veo docenas de personas que pululan por la habitación.  Niños. Somos los únicos que estamos"atados, los chicos nuevos, son lanzados al suelo.
Mientras observo, varios de los otros chicos corren hacia nosotros, y de pronto empiezan a patear a una adolescente que está en el suelo, a unos pasos de mí.  Ella grita, mientras ellos la patean en todas direcciones. Varios chicos se agachan y le revisan los bolsillos, en busca de sobras que puedan encontrar.
Justo cuando estoy a punto de gritar en señal de protesta, siento una patada fuerte en mi estómago.  Levanto la mirada y veo a un chico parado junto a mí.  Siento que otros hurgan en mis bolsillos.  Después siento otra patada.
Me muevo como loca, tratando de liberarme, pero tengo las manos atadas con fuerza.  Logro moverme al otro lado y con mi pie libre, pateo a uno de ellos en la cara: es un chico escuálido, como de 15 años. Golpeo fuerte su mandíbula y es derribado.  Pero de inmediato recibo otra patada en las costillas. Ellos son muchos."Miro a Bree, y noto que, afortunadamente, no han llegado a ella todavía.  Pero observo que un chico corre detrás de ella, tendrá unos 11 años, con cabello castaño claro y ojos verdes.  Incluso con esta luz, no puedo evitar notar que se ve diferente a los demás—honorable, inteligente, amable. Es bien parecido, también con pecas en la cara.
Así que me sorprende verlo sacar un cuchillo, con esa cara dulce y angelical, y dirigirse a la espalda de Bree."¡BREE!", grito con desesperación.
Veo, desde varios centímetros de distancia, que el chico baja el cuchillo,y

Tan tan tan
Que va a pasar con Bree😳
Van a morir ay dentro😳

Son preguntas que por el momento no tendrán respuestas
Espero les aya gustado 😱😱😱😱😱😱😱😱😱😒😒🤗🤗😝😘😞😜😩😎😝😗🤗😎😝😝😲😲🤕👽😾😾😼😺😺🤕😢👿😵👿😥👺👺🤕🤖😈😲👹🤖😺👽👨🏿👨🏿👄👅👨🏿👅

Arena dos la Trilogía de la supervivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora