21. Final

900 37 6
                                    

"Conduje la lancha toda la noche, parada ante el timón, mientras los demás se acostaron a dormir;  la lancha sube y baja por las corrientes. De vez en cuando, escucho el llanto de Charlie, y no tengo duda de que piensa en Flo.  Bree se acurruca poniéndole un brazo alrededor de él, y su cabeza en el hombro de ella.  Los dos son inseparables, y creo que si no hubiera sido por Bree, Charlie se sentiría devastado en este momento.
Miro fijamente a la oscuridad del agua, su espuma pasa corriendo detrás de nosotros mientras avanzamos río arriba—y lo único que veo es la cara de Logan. Lo veo en el agua, ahogándose, estirando el brazo, buscándome.  Veo el remolino absorbiéndolo. Lo veo pidiéndome ayuda, y no pudiendo dársela. Me desgarra.  Cada vez que cierro los ojos, veo los suyos.
Siento que está conmigo ahora, más que nunca, que él es parte de mí.  Siento un deseo ardiente de tenerlo aquí conmigo, a mi lado."De cierta manera, es el mismo dolor que siento cuando extraño a mi papá.  También quiero que esté aquí.  Que vea todo lo que he logrado.  Que esté orgulloso de mí.  Que sea parte de todo esto."Ben, despierta, se acerca a mí y mira el agua conmigo.
"Lamento lo de Logan", dice él suavemente, mirando al frente.
"Yo también", le respondo.
"No puedo creer que lo hayamos logrado", dice él. "Estaba seguro que moriríamos. Tu idea fue estupenda".
"Todavía no hemos llegado", le advierto.
"Pero llevamos horas conduciendo", dice él. "Nadie nos sigue. No tienen ni idea. No lo sabrán hasta mañana.  Y para cuando se enteren, estaremos el menos un día por delante de ellos".
Me encojo de hombros, pensando en todas las pruebas que hemos pasado, y sabiendo que eso no significa nada.
"No estoy preocupado por ellos", le digo, pensando en eso. "Estoy más preocupada por lo que nos espera".
Ben examinó la lancha y no encontró nada—ni comida, ni provisiones ni armas.  Estamos muertos de hambre, agotados y congelados.  Y mientras más avanzamos al norte, más frío hace."El río ya se está congelando en algunos lugares.  Miro el indicador del combustible y veo que se va acabando rápidamente.  No podremos seguir así mucho tiempo. Supongo que al amanecer, ya no tendremos combustible una vez más, y flotaremos a merced de los locos depredadores que anden por ahí.
Quiero relajarme, descansar y pensar que encontramos consuelo, que todo va a estar bien.  Por ahora, no siento"seguridad.  Solo un sentimiento de angustia. De necesidad de sobrevivir.
En cierto modo, Logan y Flo son los afortunados.  Ya no están en el juego. Ya no tienen preocupaciones.
"Pues, ya llegamos hasta aquí", dice Ben, "y me siento orgulloso de ti".
Se inclina y me besa la mejilla.  Se siente bien, y no quiero que deje de hacerlo ni que se vaya.  Pero lo hace.  Se aleja rápidamente y me pregunto si volveremos a estar cerca. Como aquella noche.
"¿Quieres que maneje el timón?", pregunta él.
Niego con la cabeza.
El asiente y regresa a su lugar en la lancha.
Mientras estoy ahí, mirando la noche, me pregunto otra vez cómo acabará todo esto.  Pienso en esa ciudad, en esa ciudad perfecta y mística, que está en algún lugar del norte, en Canadá. Supongo que por eso voy al norte, inconscientemente—para cumplir el sueño de Logan. Para ver si todo es verdad.  En mi mente, sé que es poco probable que exista.  Pero finalmente he aprendido algo: que tenemos que tener esperanza.  Sin esperanza, no tenemos nada."
Sale el sol y abro mis ojos.  Estamos flotando, flotando ibremente en el agua.  Nuestra lancha está a la deriva, en medio del Hudson.  Todos estamos acurrucados juntos, bajo un mismo manto delgado,"tumbados a la intemperie. Penélope sigue acostada en el regazo de Bree.
La lancha se quedó sin combustible hace horas, avanzada la noche.  Pero todos recordamos lo que pasó allá, la última vez que dejamos la lancha, ninguno de nosotros desea abandonar la lancha.  Así que mejor nos acurrucamos juntos, y dejamos que la corriente nos lleve por el río, sin rumbo fijo.
Viajamos durante varias horas la noche anterior, y por todas partes, solamente habia un páramo desolado.  No hay ciudades, ni seres humanos.  En este frío, sin calor ni comida, no sobreviviremos mucho tiempo.
He estado teniendo sueños tranquilos, para variar. Cuando abro mis ojos, veo el cielo inundado de rosas y púrpuras, no estoy segura si estoy despierta o dormida.
Estoy tan débil por el hambre, tan cansada, con tanto frío, que ni siquiera me puedo levantar.  Ni los demás.  Todos estamos congelados, juntos.  Sé que todos moriremos aqui.  Y finalmente estoy lista para aceptarlo. Al menos somos libres.  Al menos moriremos por nuestra parte, bajo nuestros propios términos."Abro más los ojos y me doy cuenta de que estoy despierta.  Veo un mundo inundado de rosas suaves y púrpuras y colores apagados y es el cielo más hermoso que he visto en mi vida.
Al mirar hacia arriba, al río, veo algo y estoy segura de que estoy alucinando. Veo"nuestra lancha, moviéndose, río arriba, contra la corriente. Es imposible.
Veo una hermosa y brillante lancha blanca frente a nosotros, jalándonos, arrastrándonos lentamente río arriba. Vamos suavemente a la deriva, siendo arrastrados, hacia algún lugar del norte, por una hermosa lancha.  El viento golpea suavemente mi cabello y al incorporarme, veo que nos arrastra hacia unas enormes y doradas rejas brillantes en el río.
Conforme avanzamos, veo docenas de botes, todos blancos y brillantes, perfectamente nuevos—y detrás de ellos, a cada lado del río, veo una hermosa y brillante ciudad.  Todo está intacto.  Las tiendas. Las aceras. La gente. Los autos. Todo está perfecto. Inmaculado. Limpio. Feliz. La gente se sienta en las cafeterías, riendo. Las madres paseando con sus hijas en calles empedradas. Es la ciudad mítica.
Me obligo a abrir los ojos y me pregunto si tal vez éste es mi último sueño, antes de morir.  No estoy segura, pero no puedo evitar sentir que estoy despierta. Que es real.  Que lo encontramos.
Y que todo va a estar bien.

Arena dos la Trilogía de la supervivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora