"Otro tiro, y una bala vuela junto a mí y cae en el suelo, a unos cuantos centímetros de donde estoy parada.
"¡CÚBRANSE!", grita Logan.
Todos corremos de regreso a la cueva, mientras se oye otro disparo, rompiendo una ramita, treinta centímetros arriba de mi cabeza.
Regresamos a la cueva y nos apiñamos adentro, mirándonos unos a otros, sorprendidos.
"¿Qué rayos fue eso?", pregunto."Un francotirador", dice Logan. "En algún lugar de la costa. No viene de la isla—el ángulo es muy pronunciado. Él debe habernos estado esperando". Logan se da la vuelta y me mira. "¿Todavía quieres quedarte aquí?"
Él tiene razón. Pero no me importa quién tenía la razón o no, ahora solamente quiero que nos vayamos de aquí, de manera rápida y segura.
"¿Y ahora qué?", pregunto.
"Sólo me quedan unas cuantas balas en mi pistola", dice Logan. "No hay manera de que pueda dispararle. Esta muy lejos. Es una distancia muy grande. Nos tiene clavados aquí".
Ben cruza la cueva, toma el arco y las flechas. Lleva una nueva expresión en la cara—rudo, sin miedo—que no había visto antes.
"¿Adónde vas?", le pregunto.
Pero sale de la cueva sin vacilar, a la luz.
"¡Ben!", le grito. "¡No lo hagas! ¡Te van a matar!"
Pero Ben sigue caminando y al hacerlo, suena otro disparo, fallando por escasos centímetros..
Ben sigue caminando, ni siquiera se inmuta. Es increíble. Él se pavonea, con la cabeza en alto, decidido, camina entre los árboles, hacia el lugar de donde vinieron los disparos. Es como si fuera a suicidarse.
Y entonces se"me ocurre que tal vez él es suicida. Tal vez se siente tan abrumado"por la culpa de lo de su hermano, que una parte de él quiere morir.
Me apresuro a la entrada de la cueva, como los demás, y me quedo ahí parada, observando.
"Va a que lo maten", les digo.
"Es su decisión", dice Logan.
Ben camina entre los árboles, los disparos caen como granizo a su alrededor, fallando por escasos centímetros, cayendo en el árbol. Él llega a la orilla y se queda ahí, a la intemperie. Los disparos caen en la arena, cerca de él, a escasos centímetros.
Como si tuviera todo el tiempo del mundo, Ben lentamente retira el arco de su hombro, saca una flecha, examina la costa. En el horizonte, al otro lado del Hudson, a lo alto de una colina, hay un pistolero solitario, apuntando con su rifle. La culata de su rifle brilla a la luz del sol.
Resuenan más disparos, pero Ben no se inmuta. Se queda de pie, con valentía. Me pregunto si es valor o suicidio. O las dos cosas.
Ben pone una sola flecha en el arco, lo jala hacia atrás y apunta. Lo sostiene ahí durante varios segundos, esperando, apuntando. Resuena otro disparo, es fallido, pero él no"se inmuta.
Y después, finalmente, suelta la flecha.
Veo volar la flecha por el aire, a lo alto del Hudson, como a noventa metros. Es algo bellísimo. Estoy asombrada.
Estoy todavía más sorprendida de verlo cuando cae en el objetivo: cae justo"en el pecho del tirador. Después de un momento, él cae de bruces, muerto.
Miro a Ben, sorprendida.
Ben camina de regreso. Se detiene en la entrada de la cueva, sosteniendo el arco y la flecha, mientras estamos ahí, mirándolo fijamente. No hay más disparos. No fueron los tratantes de esclavos. Debe haber sido un solitario y loco pistolero. Un sobreviviente.
Ben nos mira sin decir palabra, y por primera vez, veo en sus ojos a un guerrero, a un Ben muy distinto al que conocía. También siento que parte de él ha querido morir, ha querido que el pistolero lo matara, había querido reunirse con su hermano, pero no se le concedió el deseo.
Al mismo tiempo, parece que el suceso fue catártico, como si hubiera exorcizado algo dentro de él. Una culpa acerca de su hermano o de Rose. Como si hubiera enfrentado la muerte y ahora estuviera listo para vivir otra vez.
"Ya estoy listo para irnos", dice él. "Iremos al norte".
*
Los cuatro nos sentamos en silencio en la lancha, cada uno perdido en su mundo, mientras nuestra lancha continúa por el Hudson. Logan conduce, y llevamos horas navegando, lentamente, río arriba evitando los trozos "de hielo separado. Todos mantenemos los ojos bien abiertos; ninguno nos atrevemos a mirar hacia atrás."Todos dejamos muchas cosas atrás. Desde el tiroteo, Ben no habla de volver a su casa. Yo tampoco tengo nada más de qué hablar. Obviamente, no era seguro quedarnos ahí, después de todo. Ese pistolero pudo haber sido uno solo—o tal vez haya más de donde salió.
El ambiente ahora es más sombrío. Todos sentimos la ausencia de Rose. Penélope está sentada en el regazo de Bree, temblando, y siento que todos estamos de luto por la compañera muerta. Creo que su deceso también nos recuerda a todos lo cerca que estuvimos. Pudo haber sido cualquiera de nosotros—por pura casualidad, le pasó a ella.
No creo que ninguno de nosotros crea realmente que viviremos mucho tiempo. Cada día es ver a nuestra mortalidad a la cara. No es cuestión de si todos moriremos. Sino de cuándo.
A una parte de mí le ha dejado de importar. Solo miro hacia adelante, me centro en el extremo norte, en la meta lejana de Canadá. Lo tengo en mi mente y trato de no soltarlo. Sea real o no, eso ya no importa. Es algo. Es un destino. Es mejor que deambular sin rumbo, yendo a Dios sabe dónde, a"sabe Dios qué. Es reconfortante pensar que vamos a algún lado que algún día podrá ser nuestro hogar.
Ben me sorprendió allá—nos sorprendió a todos. Estaba segura de que lo iban a matar. Sin importar cuál era el motivo, su acción fue valiente, y mató al"francotirador y nos salvó a todos. Creo que Logan ahora le tiene respeto. Yo lo tengo. Y creo que Ben, sentado un poco más alto, tiene un nuevo respeto hacia sí mismo. Es como si, finalmente fuera miembro de nuestro equipo.
Bree, por otro lado, está retraída desde la muerte de Rose. Sus ojos parecen hundidos, huecos y más aletargada que nunca. Es como si parte de ella hubiera muerto con Rose. Ella sujeta a Penélope como si fuera una parte de Rose y mira a lo lejos hacia el agua, como si cargara las penas del mundo. No soporto verla así. Pero no sé qué más decir.
Logan, a mi lado, está callado y veo la preocupación en su cara. Está dirigiendo el timón, revisando el medidor de combustible a cada segundo. Ahora estamos oficialmente en rojo. Sigue explorando la costa, igual que yo, buscando algún pueblo, estación—lo que sea. Pero no hay nada. Pronto se nos acabará el combustible. Y quedaremos varados. Lo que daría en este momento por un galón de combustible. No sé lo que haríamos sin esta lancha, si tenemos que dejarla.
De pronto, veo algo que se dirige hacia nosotros en el río"Al principio me pregunto si estoy viendo visiones, pero después noto que es real. Tomo mi arma, aunque no quedan balas, y me preparo.
"¡AGÁCHATE!", le grito a Bree.
Ella y Ben se agachan rápidamente, mirando por la barandilla. Logan me mira,"sin comprender; después se asoma y también lo ve. Se agacha y se acerca y toma su arma.
Otra lancha se dirige hacia nosotros. Es una enorme lancha de metal oxidado, como de noventa metros de largo y la mitad de ancho—parece una mini barcaza. Flota hacia nosotros, entre los trozos de hielo, de manera torcida, en ángulo. Es entonces que me doy cuenta de que algo anda mal en él.
Al tener una mejor visión de él, me doy cuenta de qué se trata. Y me relajo.
Es un barco fantasma. Todo su casco está hueco y puedo ver a través de él. Es increíble: una estructura enorme, vacía oxidada, flotando en el río. Cruje y gime mientras rebota en el río, encajonado entre grandes bloques de hielo, inclinándose. Se desplaza por nuestro camino y Logan nos aleja, para mantenernos a una buena distancia de él.
Flotamos al paso de él y miro hacia arriba, impresionada por su tamaño, ya que bloquea el sol. Es espeluznante. Es como mirar un antiguo barco pirata. Me preguntó quién lo conducía, cuántos meses lleva flotando en el río. Es fantasmal, esta extraña reliquia, este vestigio de cómo era el mundo"Me hace cuestionar si hay algo de él que quede todavía.
Ninguno de nosotros dijo nada cuando pasó. Bajo la guardia, al darme cuenta de que no hay peligro.
Pero escucho un ruido y miro hacia abajo, pues nuestra lancha empieza a"aminorar la marcha. Primero me pregunté si nos habíamos quedado sin combustible. Pero no es eso. De repente dejamos de movernos, nuestra lancha gime. Estamos varados.
Miro hacia abajo, tratando de averiguar qué ocurrió.
"¿Golpeamos una roca?", pregunto. "¿No estamos muy lejos de la orilla?"
Logan niega con la cabeza, mirando hacia abajo con seriedad.
"Es hielo", contesta.
Me inclino sobre la lancha y lo veo. Ahí, a nuestro alrededor, hay enormes trozos de hielo, encajonándonos. Gran parte se ha acumulado alrededor de nosotros y ya no nos movemos. No puedo creerlo.
"¿Y ahora qué?", pregunta Ben, inclinándose también.
"Tenemos que romperlo", dice Logan.
"Necesitamos algún tipo de herramienta", dice Logan. "Como una sierra. O un martillo".
Recuerdo el martillo que rescaté de la casa de mi papá, y reviso mi bolsa y lo saco. Me inclino sobre el borde y doy martillazos en el hielo.
Pero apenas si lo rasguña. El hielo es demasiado grueso, y mi martillo es demasiado pequeño..
Me recuesto, exhausta.
"Buen intento", dice Logan.
Miro alrededor del río y me doy cuenta de que somos un objetivo seguro aquí. Esto está mal. Podría tardar horas"en derretirse el hielo. Y la corriente nos está llevando río bajo.
Logan, Ben y yo intercambiamos una mirada nerviosa; obviamente, ninguno de nosotros sabe qué hacer.
"¿Qué hay del ancla?", pregunta Bree.
Todos volteamos a verla. Está ahí parada, señalando. Sigos sus dedos a la parte trasera de la lancha, a la pequeña ancla con una cadena de hierro. A la derecha de Bree. Es una idea genial.
Logan se apresura y la sube. Me impresiona su fuerza: debe pesar trece kilos, de hierro sólido.
"Den un paso atrás", dice él.
Se inclina sobre el borde, sube la cadena y el ancla y la baja con fuerza en el hielo. Golpea con un crujido y veo cómo el hielo se rompe y se parte en pedazos. Logan lo hace una y otra vez y pronto, se liberan los enormes pedazos de hielo.
Deja caer el ancla y mira a Bree con una sonrisa: "Bien pensado", dice él.
Me acerco y pongo mi brazo alrededor de ella, y ella sonríe con orgullo.
"No sé lo que los adultos haríamos sin ti", le digo.
Logan acelera y rompemos el hielo restante, en aguas abiertas. Nos movemos, pero más lentamente que"antes; Logan hace su mejor esfuerzo por evitar los trozos flotantes. Me paro junto a él, mirando el horizonte.
"¿Ves eso de ahí?", pregunta, señalando."Entrecierro los ojos, y a lo lejos veo, en la orilla, los restos de lo que parece ser una estación de gasolina. Es un pequeño muelle, en ruinas, con restos de bombas de combustible oxidado. Parece ser que antes surtía combustible a las lanchas. Está en la periferia de una ciudad en expansión, dilapidada, como todas las ciudades por donde pasamos.
"Sugiero que lo intentemos", dice él. "Tal vez está vacío, pero tenemos que probar. Nos estamos quedando sin combustible".
"Podría ser arriesgado, acercarnos tanto a la costa otra vez", le digo.
"No tenemos elección", dice Logan. "Falta poco para que el río se congele para siempre. Y si las bombas están vacías, podemos buscar en ese pueblo".
Ben y Bree están parados junto a mí, mirando también.
"¿Alguna objeción?", pregunta Logan.
Todos nos quedamos callados. Tal vez sea una pérdida de tiempo, pero tiene razón: tampoco tenemos otra opción.
Logan nos acerca al muelle. Nos detenemos ahí; mi corazón late de emoción, y deseo y rezo en silencio para que haya combustible en esas bombas. Todo lo que necesitamos es un poco de combustible, en solo una bomba. Sólo unos cuantos galones. Algo. Lo que sea.
Vamos.
Logan"se detiene de manera experta a un costado del muelle, alineando la"boquilla. Baja de un salto, la lancha se balancea, y aterriza en el muelle a dos pies de distancia.
Él levanta la boquilla oxidada, la inserta en la lancha, y tira de la palanca. Mi corazón se detiene cuando oigo un ruido silbante. Después, el silencio.
Logan lo intenta una y otra vez. Se inclina hacia atrás y golpea la bomba. Pero no pasa nada. Está vacío.
Todos desviamos la mirada, haciendo una mueca. Sabemos lo que eso significa.
"¿Y ahora qué?", pregunta Ben.
"No tenemos otra opción", dice Logan. "Tenemos que buscar combustible. Tenemos que revisar todo el pueblo. Un bote, cualquier cosa. Tal vez incluso sacarlo de un viejo vehículo, si encontramos alguno. La lancha ya no nos sirve ahora".
Él tiene razón. Sé que tiene razón, pero odio teconocerlo. No quiero dejar la seguridad de la lancha, no quiero regresar a la costa. Pero sé que no sirve de nada sin combustible.
"Hay que hacerlo", le digo.
Bajo de un salto de la lancha, el muelle se balancea cuando lo hago, después volteo hacia Bree y la levanto. Ben persiste, reacio a abandonar la lancha; después, finalmente, salta y se une a nosotros. Logan se agacha"y deja caer el ancla.
"¿Qué pasará con la lancha?", pregunta Ben.
Logan mueve la cabeza, negando."No podemos llevarla con nosotros", dice él. "Uno de nosotros podría hacer guardia, pero sería una pérdida de tiempo. Descuida", dice él. "No sirve sin combustible. No nos llevará a ningún lado".
Mientras seguimos a Logan hacia la ciudad, reviso por encima de mi hombro, y miro una vez más a la lancha. No sé por qué, pero presiento que no volveré a verla.
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Arena dos la Trilogía de la supervivencia
Science FictionHabiendo salido de lo que una vez fue Manhattan Brooke Ben Bree Rose y Logan van por el río Hudson en una lancha con poca comida y poco combustible se dirigen hacia el norte a buscar la cuidad en Canadá Se dan cuenta de que hay más arenas que son...