Capitulo 9

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¡Corre! un paso torpe a la derecha cae sobre sus rodillas consigue levantarse sobre sus talones, a lo lejos su compañero grita ¡Corre, no mires atrás! Lo hace, arrepintiéndose al instante, unos brazos caen tras él, la voz grita y se muestra el hombre que lo sujetó estaba enfadado. No perseguían solo a uno habían dos tratando de huir. Se descuida el chico escapa, sus pasos son largos pero muy lentos, esta exhausto.

¿Te has preguntado cómo te verás en diez años? Porque yo me veo claramente como ahora, junto a ti y tomados de la mano.

Su mente agigantaba el desmedido pasillo, cuatro guardias corrían tras ellos las sirenas hacían bramar el lugar, respiración agitada manos sujetas la una a la otra seguras, intactas... corazones palpitando a la par. Trataban de ser más rápidos, un conjunto de hombres había aparecido frente a ellos sus rostros se encontraron aterrados reflejando el miedo correr por cada pequeña parte de su ser. El castaño lo empujo al corredor más cercano tenían que ser rápidos un segundo podía significar la gloria o acabar encerrados para siempre. Tomo el rostro del menor entre sus manos Vas a salir de aquí ¿entiendes? balbuceo tirándolo al interior, el menor asintió y corrió en esa dirección, Louis tomo la otra. Corría por el iluminado pasillo de bombillas rojas y las puertas fuertes de armaduras metálicas se preguntó de quien serian pero decidió ignorar la respuesta, corría y corría sin desenfreno no tenía un lugar en mente, sus piernas ardían las sirenas sofocaban las luces rojas lo cegaban, perdía las fuerzas pronto cayo en brazos de los guardias sin notarlo, serpenteaba por zafarse cuando vio más mascaras eran dos, cuatro, seis y lo sujetaban contra el suelo. Los barrotes caían sobre él estaban golpeándolo ¡Harry! El menor corría como si su vida dependiera de ello, habían pasillos habitaciones corredores todo estaba dando vueltas, la luz roja lo cegaba, se decidió por la tercera esquina esta lo condujo a otro corredor, no tenía habitaciones era un corredor oscuro, cuando llego al final notó que había una luz verde alumbrando desde fuera, un interruptor rojo estaba entre ambos no lo dudó ni un segundo, una puerta plegable se distinguía en la parte superior, esta tenía que ser.  ¿Podía ser la salida? ¿La había encontrado por fin? había un botón que de presionarlo se elevaría estaba seguro, la presiono saldrían pronto podía imaginarlo, la libertad estaba fuera ¡Harry! ¡Harry! ¡Harry! El grito detuvo sus acciones, busco el origen de aquella voz tan familiar por todos lados, unas sombras se distinguían a la distancia por el corredor que había atravesado, eran ellos venían por él y tenían a Louis, lo habían atrapado y seguramente lo estaban lastimando...Louis bajo el interruptor y la puerta se elevó la dejo ocultarse. Corrió hacia los demás unos hombres lo golpeaban ¡Cuidado! Grito, Harry giro había un hombre tras él, levanto el arma y él cayó al suelo.

– Harry, Harry... –Unos brazos le presionaban el pecho –Despierta, solo fue una pesadilla ¿Estas bien? –los mechones revueltos, el aliento mañanero y ojos achinados aparecieron. Se aferró a su cuello ente el horror de su cuerpo, no quería tocar a nadie en mil años ni tener cerca a nadie pero era Louis, el castaño siempre le daba vuelta a todo hasta a su más reciente trauma. Se dejó cosolar

***

Zayn restregaba sus manos sobre el vaporoso café matutino de Coffe Vile, la estación de café más cercana a la jefatura policial. Revisaba de vez en cuando su móvil, asegurando no perderse de nada que estuviera sucediendo en las noticias, no lo quería pero de alguna manera todo el estúpido asunto del vehículo rojo se le estaba metiendo por las orejas, de solo recordar que la última semana navideña su madre se pasó doce minutos orando por todas las victimas del demonio que conducía Cadillac y usaba Web Cam, había pasado de estar relajado a pensar seriamente en huir a otro planeta. Perturbado y congelándose hasta las narices soplo un poco sobre sus manos, si su acompañante no venía iba a marcharse no tenía por qué soportar tal grado de agonía por nada, en casa lo esperaba una cobija caliente, café casero y todo esto frente a un enorme televisor automático a su reconocimiento de voz. Estaría informado al cien por ciento y seguro, era lo que necesitaba. Decidido hacer eso, con el café aún en manos  retiro su asiento.

E_scape // Larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora