Las reuniones del club eran buenisimas, nos juntabamos una vez por semana a partir de las cuatro de la tarde y charlabamos de cosas del colegio, de nuestras familias, de gente a la que conocíamos y a la que también le había ido pésimo en cosas del corazón... y como plato fuerte cada jueves le tocaba a uno de nosotros contar su historia limonada.
Al principio no fue fácil, lo admito, hay historias queuno preferería olvidar y no ventilarlas delante de nadie. Pero luego se convirtió en una terapia divertidisíma. Había una extraña competencia entre los tres para saber a quién le había ido peor enn el amor. Era muy común que en la mitad de una confesión alguien interrumpiera el discurso del otro diciendo: ''Eso no es nada, cuando escuches mi historia llorarás desconsoladamente y se te secarán las lágrimas'' o ''Uff... lo tuyo es Disneylandia comparado con lo mío''.
Alejandra siempre estaba súper atenta a lo que contábamos Juancho y yo, tanto que a veces parecía que se apoderaba de nuestras desastrosas historias como si ella hubiera sido la protagonista. Se ponía furiosa, se indignaba, y parecía que en cualquier momento saldría y se daría de golpes con la primmera persona que encontrara.
Juancho se tumbaba sobre el sofá y escuchaba las historias mirando al techo. A veces interrumpía con alguna pregunta y luego, curiosamente, intentaba defender de cualquier manera a los personajes masculinos de nuestras historias: ''Bueno, pero probablemente no era tan malo''... ''Quizá no te volvió a llamar porque le cortaron el teléfono''... ''Tal vez la chica con la que lo vieron en la playa era su prima''... ''Es posible que haya tenido un problema en la garganta y que por eso no te haya vuelto hablar nunca más, no quería que te contagiaras''... ''Si lo viste comiendo pizza con una rubia, quizá era una chica pobre que no había probado bocado en semanas y él estaba haciendo su buena obra del día.''
Yo lo escribía todo, esa era mi función como secretaria, cada detalle, nombre y descripción debían quedar claramentte registrados enn la bitácora del club.
Un día mientras tomaba algunos apuntes, se me ocurrió hacer una pregunta que nos obligó a todos a revisar en nuestros antecedentes familiares:
-¿Creen ustedes que la mala suerte en el amor se algo que venga marcado genéticamente en el ADN? ¿Será hereditario? ¿Será que podemos echarles la culpa a nuestros tatarabuelos de que naide nos pare bola?
Alejandra se apresuró a responder:
-En mi caso no. Mis papás estan casados desde hace catorce años y dicen estar ennamorados commo el primer día. Son cursis hasta la médula. Romeo y Julieta podrían lucir como un par de amargados que se detestan si los comparáramos con mis padres. Por favor, nunca se lo cuenten a nadie, pero yo he llegado a pensar que ambos han olvidado sus respectivos nombres, él se llama Alfredo y ella Sandra, pero mi papá se refiere a mi mami llamándola mi muñequita Barbie, y ella responde diciendole mi Power Ranger. ''Hola mi muñequita Barbie, ya llegué, ¿qué hay de comer?''. ''Hice la sopa de costilla que tanto le gusta a mi Power Ranger''. Cabe mencionar que mi papi tiene veinte kilos de sobrepeso y está tan calvo como una rodilla, y mi mamá es pequeña y delgada, y carece de todas las curvas que exhibe una Barbie. Lo mío no es hereditario, por suerte.
-En mi caso tampoco, -mencionó Juancho- a mí todo el mundo me dice NO, pero parecería que a mis padres siempre les han dicho SÍ. Ambos son afortunadísimos enn el amor y les encnata estar casados. Tanto les gusta que mi papá s eha casado cuatro veces y mi mamá dos. Él ha tenido tantas novias que en su casa guarda un grueso álbum fotográfico con fotos de muejeres que parece el archivo del Registro Civil. Mi mamá, por su lado, tiiene su traje de novia siempre a la mano y le gusta decir: ''Cualquier día de estos me lo vuelvo a poner y me caso de nuevo''.
-Bueno -dije yo- creo que en mi caso lamala suerte tampoco es hereditaria. Mis papás son un poco más normales que los suyos... ellos casi no se hablan. Dicen que ese es el secreto para vivir felices desde hace veinte años.
(Si lo se no he actualizado desde hace 3 meses y no tengo excusa :( pero aqui les publico el ocho)
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El Club Limonada
Teen FictionEn el mundo hay quienes encuentran a su <<media naranja>>, pero hay otros que solo han descubierto a su <<medio limón>>...ácido y amargo. María, Alejandra y Juancho son tres amigos que, ante su mala suerte en el amor, han dec...