Cap.2

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Fiesta.


La palabra que cualquier adolescente adora por excelencia y la verdad, yo no iba a destacar por lo contrario ante una oportunidad en la que puedo olvidar mi patética vida. Desde que fui a mi primera fiesta, me encantó y cada vez voy más a menudo, siempre que mi vida social me ofrece la oportunidad, ya que no destaco por tener una multitud de amigos. Lo mejor era que hoy tenía una. Para la cual ya me estaba preparando con gran ilusión para variar.

Estaba en mi habitación después de salir de la ducha. Solo llevaba mi ropa interior negra, así que me puse algo de música y empecé a secarme el pelo mientras bailaba. Seguramente la estampa del momento sería absolutamente valiosa. Yo en ropa interior maquillándome, una de mis grandes pasiones, mientras que bailo al ritmo de la canción MYSELF de Bazzi. Por suerte, yo no tardo una cantidad de tiempo excesiva en prepararme, así que en media hora estaba maquillada y vestida. Tenía un vestido gris pegado junto con mi chaqueta de cuero y unas zapatillas básicas de converse de color blanco que sabía que después de esta noche irían a lavarse. Me solté mi pelo que estaba recogido con una pinza dejándolo suelto y algo húmedo con mis rizos naturales.

Una vez tuve el móvil en la mano y era la hora me enviaron un mensaje para que bajará a la puerta de mi casa. Bajé enseguida, puesto que el coche ya me estaba esperando y mis amigas eran unas impacientes. Una de ellas de un curso superior al mío era la que nos llevaba ya que era la única que poseía el tan apreciado carnet de conducir con el que cualquier adolescente sueña.

Cassie ya estaba dentro del coche, la saludé a ella, a su prima que venía con nosotras llamada Agatha y nuestra chica conductora llamada Victoria o Vicky como la llamamos nosotras.

Yendo al lugar de la fiesta no parábamos de reír, de destrozar las pobres canciones de la radio, de decir cuáles eran los "propósitos" o "metas" de la noche. Algunos tan originales como beber solo 3 cubatas (lo cual sabíamos que era mentira) o simplemente ligar con alguien. Llegamos y Vicky aparcó el coche, a la vez que nosotras bajamos yendo hacía la gran fiesta que ya estaba bastante animada.

Saludamos a la gente que conocíamos y conocimos a otra gente. Cuando me libré un poco de los saludos fui a por mi bebida, nada muy complicado, sino un vodka con limón. Me deslice hasta la pista de baile dispuesta a empezar a bailar, cuando Hanna me cogió del brazo haciendo que me desestabilizara un poco.

- Ven, quiero presentarte a alguien. -dijo ella tan efusiva y vivaz con la energía que siempre la envolvía.

Yo fui sin decir nada, siguiéndola, pues sabía que era una perdida de tiempo intentar oponerme a los deseos de Hanna. Para mi sorpresa, sí que paré, de hecho paramos justo delante de él. Hanna lo conocía... ¿cómo no lo sabía? ¿cómo debía actuar ahora? Sonreí nerviosa mirando a Hanna y bebiendo un trago de mi copa, mientras mi nerviosismo iba consumiendo la voluntad de mis neuronas de tomar una sabia decisión y salir de allí para no hacer el ridículo.

- Gema, él es Alejandro. Alejandro, esta es Gema. -dijo Hanna con una sonrisa.

- Encantado, puedes decirme Alex. -dijo con una voz grave acompañada de una sonrisa, para después acercarse a mí y depositar un beso en cada una de mis mejillas.

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