Después de leer el mensaje, me puse un poco inquieta. Si mi hermano o Cameron veían a Alex tendría que darles una explicación. Por lo menos a mi hermano y sería una expicación la cual no poseía.
Nos pusimos a comer, ya que ninguno habíamos comido y mientras aprovechamos para ponernos al día. Mi hermano me contó todo lo que había hecho mientras que estaba en Suecia y Cameron y yo hicimos como si nada hubiera pasado. Sería mejor que lo habláramos cuando mi hermano no estuviera delante o por lo menos, antes de que se fuera de nuevo. Terminamos de comer y me puse a fregar los platos, ya que mi hermano había hecho la comida.
Cuando termine subí a mi cuarto a cambiarme la camiseta, porque como era un desastre me la había mojado un poco al fregar. Mientras me ponía una de mis camisetas favoritas oí el timbre, pero no le di importancia hasta que caí en la cuenta de que podía ser Alex. Me termine de poner la camiseta y baje corriendo, pero en la puerta ya estaba Cameron y digamos que ninguno tenía cara de buenos amigos.
- ¿Es cierto que viene a por ti? -preguntó Cameron alzando una ceja.
- Yo ya le he dicho que sí, pero no me creé. -dijo Alex con los brazos cruzados. Que bíceps dios mío...
- Si, Cameron, viene a por mí. -dije mirando a los dos.
- ¿Es tu novio? -preguntó Cameron sin pelos a la lengua.
- ¿Qué? Eso no te interesa. -dije enfadada por su poco disimulo. Esto era incómodo para los tres, sobre todo para mí.
- Yo creo que sí y mucho, ya sabes el porqué. -me dijo apretando su mandíbula.
- Oye, te ha dicho que no te interesa. Déjala en paz y punto. -dijo Alex mirando mal a Cameron. Aunque la intención de Alex era buena, hablarle así a Cameron era solo un incentivo para que esto acabará mal.
- Tú no te metas. -dijo Cameron.
- Lo siento, pero lo habláremos luego. Adiós Cameron. -cogí rápidamente mi chaqueta y llaves y salí de allí.
Junto con Alex nos subimos a su coche y empezó a conducir. Sabía que cuándo volviera a mi casa sería una discusión segura, pero no podía tratarme así. Alex aún tenía el ceño fruncido por lo que decidí empezar yo la conversación. Le debía una mínima explicación al pobre.
- Alex, siento lo de antes. No debería haber dejado que él abriera la puerta. -dije excusándome.
- Tu hermano es demasiado quisquilloso ¿no crees?
- Él no es mi hermano, es el mejor amigo de mi hermano. -dije con una pequeña sonrisa por la confusión.
- ¿Entonces, qué derecho tiene a ponerse así de celoso? ¿Acaso le gustas? -me miró serio por un momento para luego volver a mirar a la carretera.
- No lo sé. De todas maneras, ese no es el tema... ¿de qué quieres que hablemos?
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Crush
RomansaCuando eres solo la típica chica de secundaria que a menudo hace el ridículo, pero que a la vez, se divierte con sus amigas, no tienes nada que destacar sobre ti. Está chica ni siquiera tiene novio pero desde que empezó su antepenúltimo curso del i...