Cap. 30

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Después de levantarnos y desayunar, fui a mi casa donde sorpresivamente mi madre estaba allí. Yo dejé mis cosas en mi habitación y bajé al salón con ella y con mi hermano que me miró risueño lo cual no entendí hasta que mi madre empezó a hablar.

- Bueno, Gema, me dirás sobre tu novio ¿no? -dijo mirándome.

- ¿Se lo has dicho? -miré a Nico mal y luego volví la vista a mi madre- Mamá, en realidad no es mi novio.

- Pero, se comporta como tal ¿a que sí? -dijo mirándome acusadora.

- Bueno, si...

- Pues entonces lo sois. Así que dile que venga esta noche a cenar. Quiero conocerlo. -sentenció volviendo a un libro que estaba leyendo.

- No, no, no, no y no. Alex no va a venir aquí. No le voy a decir nada.

- Gema, te lo estoy pidiendo bien, no me obligues a obligarte a que lo invites.

- Pero, pero... ¿Para qué lo quieres conocer? -dije desesperada, no quería una cena con ellos y Alex.

- Porque eres mi hija y tengo que saber con quien sales y te relacionas. No va a pasar nada, tú díselo y preguntale de paso si le gusta el asado de cordero.

- Oh Dios mío...

Subí a mi casa y cogí el móvil llamando a Alex. Esperaba que por algún motivo no lo cogiera o que cuando se lo dijera se espantara tanto de la idea como lo hice yo, pero es Alex y es demasiado bueno.

- ¿Gema? -respondió Alex al teléfono- ¿Ya me echas de menos? -dijo riendo.

- No es eso... -suspire- Verás la loca de mi madre está en casa y Nico le ha dicho lo nuestro y me ha dicho que... si quieres puedes venir esta noche a cenar si no tienes nada que hacer que seguro que es el caso, así que lo mejor será que no te moleste más. -dije rápido.

- Gema, respira, la verdad es que si que tengo algo que hacer hoy pero no creo que me ocupe hasta muy tarde.

- Pero si ya tienes algo que hacer quien soy yo para hacerte dejarlo.

- Gema, si no quieres que vaya dilo. -hice una mueca.

- Alex, no es eso, sólo que nunca he traído a alguien a casa y se me hace muy incómodo.

- Mira, yo tengo que ir al recital de ballet de mi hermana, si quieres puedes venir y luego vamos a tu casa. Así te sentirías menos incómoda. Porque mis padres van al recital.

- Bueno...

- Dile a tu madre que estaremos allí a las 9 y media.

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