-En realidad, eres tú la que tienes que empezar a hablar ya que en el instituto me has dejado como un imbécil en el pasillo. -dijo aparcando en lo que parecía las afueras de un gran parque. Sabía que le había molestado, pero después del mensaje esperaba que se le hubiera pasado.
- Bueno, la verdad es que sí, me puse celosa y no debería echártelo en cara. No tendría que haberme portado como una cría. Porque tampoco tengo derecho a hacerlo. -le miré.
- La verdad es que lo eres. -me dijo soltando una carcajada.
- Cuando me mirabas las tetas no era una cría. -me burle y sabía que le había dado en el orgullo por su cara de indignado.
- Cuando estemos en la cama tampoco lo serás. -me miró pícaro y he de decir que esa faceta suya me sorprendió gratamente, llegando a mojar mi ropa interior ligeramente..
- Oh dios. Eres un cerdo ¿de qué te ha servido tener novia si sigues tan necesitado? -dije haciéndome la ofendida.
- No seas dura, sé que quieres.
- Pero eso es algo que no voy a admitir delante de tus narices porque sí. Mejor cállate. -me crucé de brazos.
- O cállame tú. -dijo.
Dudé por un momento hasta que sentí su mano en mi nuca y sus labios volviéndose a conectar con los míos. Me encantaba esa sensación. Le cogí de la chaqueta para que estuviéramos más cerca aún. Jadeé cuando me mordió el labio abriendo la boca para que su lengua empezará a jugar con la mía. Si cada vez que montábamos en su coche íbamos a acabar así estaba segura de que acabaríamos haciéndolo en la parte de atrás de los asientos, lo cual no era una mala idea o algo que me desagradará. Echó su asiento para atrás haciendo que yo me posicionara en sus piernas. Me subí encima de él a horcadas. Él me cogió de la cintura para volver a juntar nuestras bocas hasta volver a quedar sin respiración.
- Cada vez me gusta más cuando subes a este coche. -dijo mirándome a los labios con una sonrisa.
- A mí también me gusta subir así que, si me dejas, subiré cuando tú quieras. Aunque sería algo raro de explicar si preguntan. -reí mirándolo.
- ¿Y por qué habrían de preguntar? -dijo.
- Alex, tranquilo, era una broma.
- Mmm... ¿Por dónde íbamos?
Con esas palabras volvió a besarme y digamos que la tarde con él se pasa bastante rápido algo que por lo menos a mí estaba lejos de molestarme.

ESTÁS LEYENDO
Crush
RomanceCuando eres solo la típica chica de secundaria que a menudo hace el ridículo, pero que a la vez, se divierte con sus amigas, no tienes nada que destacar sobre ti. Está chica ni siquiera tiene novio pero desde que empezó su antepenúltimo curso del i...