Después de curar las heridas de Cameron y comer, llamé a Alex quedando con él para hablar. Es cierto que Cameron me había dicho que me alejará de él, que lo olvidará, pero no es justo saber una parte de la historia y la otra no. Así que me preparé y fui a la dirección donde me había dicho, sabíamos que era una terrible idea que apareciera en la puerta de mi casa a recoger con el coche viendo como estaban las cosas. Al llegar me encontré con un Alex sentado en un banco mirando hacía los niños que se divertían en los diferentes juguetes del parque, también había junto a él una pequeña mochila rosa por lo que supuse que estaría aquí cuidando de alguien. Me senté a su lado mirando también a los niños.
- ¿Le has dicho a Cameron que nos hemos acostado? -dije en voz baja pero lo suficiente para que me escuchará. Si la respuesta era positiva me defraudaría bastante, pero no había cao de que retrasará la pregunta.
- ¿Qué quieres escuchar? ¿La respuesta o la explicación? -dijo mirándome, aunque yo no aparte en ningún momento la vista de los niños porque si lo hacía, caería como una tonta ante sus brillantes ojos.
- Las dos supongo.
- Pues sí, sí se lo dije y no me arrepiento para nada. -cerré los ojos al oírlo y suspiré- Estoy intentando controlarme porque sé que es amigo de tu hermano y que, si por suerte conseguimos tener algo serio, él puede meter mucha mierda de por medio con él, pero no puedo más. -dijo y levanté la cabeza viendo su ceja partida y su pómulo algo morado- Necesitaba alejarlo de ti y yo le dije que eres mía y que lo chillabas cuando estábamos en la cama. Sé que es infantil y que en realidad ni hemos estado en la cama, ni eres mía. Pero no quiero perderte por un imbécil que ha aparecido de repente.
Cogí su mano y le miré sin saber que decir, aunque no me hizo falta pensarlo ya que me besó. Algo que ya se hacía rutina. La mejor rutina a la que me podría acostumbrar, pero no quitaba que hubiera dicho lo que había dicho.
- Es cierto que no soy tuya, pero es que tampoco voy a ser de él. Ante todo, yo soy de mía, eso no te da derecho a decir lo que has dicho y a provocar la tremenda pelea que has formado a las puertas del instituto. Aparte, aunque Cameron esté por en medio quiero intentarlo por muy... -iba a continuar cuando una niña de unos seis años se paró enfrente nuestro.
- Alex... ¿Quién es ella? -dijo susurrando la pregunta como si le diera vergüenza no saberlo.
- Es mi amiga. -dijo acercándose a ella para sentarla en su regazo y yo sonreí por una imagen tan bonita- Se llama Gema.
- Es muy guapa. -susurró con una risilla- Se parece a una princesa de la tele.
- ¿Quieres que te la presente? -dijo Alex y la niña asiento. Él me miró con una sonrisa- Amelia, ella es Gema. Gema, ella es Amelia, mi hermana.
- Encantada preciosa. -dije sonriendo.
- ¿Te gusta Alex? -dijo curiosa. Algo que me provocó una tremenda ternura por la inocencia que emanaba esa simple pregunta.
- Sí. -dije y me acerqué un poco a ella de broma, aunque sabía que Alex nos escuchaba- Pero no se lo digas, es una sorpresa.
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Crush
Roman d'amourCuando eres solo la típica chica de secundaria que a menudo hace el ridículo, pero que a la vez, se divierte con sus amigas, no tienes nada que destacar sobre ti. Está chica ni siquiera tiene novio pero desde que empezó su antepenúltimo curso del i...